Talvi se decidió por Robert Silva, pero ahora se abre el debate constitucional

Silva es docente, abogado y actualmente se desempeña como consejero del Codicen, cargo que ocupa desde 2016 y para el que fue elegido por los votos de los docentes. De filiación colorada y tradición batllista, Silva llegó a ese puesto de forma independiente, con el apoyo de docentes de distintos sectores políticos y sin el apoyo del PIT-CNT.

Antes de aceptar la candidatura, Silva deberá renunciar a su cargo en Codicen, y luego ser ratificado por la Convención Nacional del Partido Colorado.

Precisamente, la postulación de Silva y su cargo en Codicen abre un debate constitucional, acerca de si puede ser candidato. El artículo 201 dice que los directores de entes o servicios descentralizados (la ANEP lo es) que quieran ser candidatos a legisladores deben renunciar un año antes de las elecciones.

En el Partido Colorado creen que esa no es una inhibición para que Silva sea candidato a la vicepresidencia porque entienden que no es legislador.

Hay dos bibliotecas jurídicas acerca de si el vicepresidente (y a su vez presidente de la Asamblea General) es un legislador. Esa discusión se dio, por ejemplo, cuando el Parlamento discutió si se le otorgaba un subsidio a Sendic luego de su renuncia al cargo. En ese momento la oposición, entre ellos el Partido Colorado, sostuvo que el vicepresidente era un legislador. Bajo esa interpretación, Silva debería haber renunciado a su cargo en Codicen un año antes de las elecciones para poder candidatearse a vicepresidente.

En ese momento el FA entendió que el vice no es legislador y aprobó un subsidio a Sendic.

Luego el Tribunal de Cuentas revocó la decisión y quitó el subsidio a Sendic por entender que el vice sí es legislador.

“Hay dos argumentos en contra. Uno que dice que el vicepresidente no es diputado ni es senador. Y es posible. Pero no cabe duda de que es legislador. Usted, señora vicepresidenta, es legisladora. Usted vota las leyes y puede bajar a hablar, como probablemente lo hará un día de estos. Usted tiene voz y voto y por lo tanto es legisladora”, dijo Amorín en sala el 10 de octubre de 2017.

Viene de la educación

Silva tiene 48 años y nació en Tacuarembó. En 1996 se recibió de abogado y a los 25 ocupó el cargo de secretario general del Consejo de Educación Secundaria; es el más joven en ocupar ese puesto. A los 27, en tanto, ocupó el puesto de secretario general del Codicen. Desde el año 2000 es profesor de Derecho en UTU, profesión que continúa desempeñando hasta ahora. En 2006 fue designado por concurso secretario general de la Ursea. Formó parte, además, de la Comisión Directiva del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed). Silva tiene un posgrado en Recursos Humanos y raíz de ello ha trabajado, también, en el ámbito privado. 

En el ámbito político, Silva tuvo un rol clave en la Reforma Educativa de Rama. Fue prosecretario general del Partido Colorado y dirigió los equipos técnicos de Pedro Bordaberry en 2015.

Durante los últimos meses en su cargo como consejero del Codicen, Silva tuvo que afrontar algunas tormentas: en junio de 2018, fue noticia por un altercado con los profesores sindicalizados del liceo N° 32, que lo acusaron de "represor". Un mes antes había sido declarado persona no grata por el sindicato de profesores de Montevideo después de que ordenara una investigación sobre la intervención que hicieron estudiantes del IAVA por la realización de la Marcha del Silencio del 2018. Los involucrados habían simulado un secuestro en la mitad de una clase para transmitir lo que se vivió en los años de la dictadura.

La búsqueda del compañero de fórmula de Talvi fue silenciosa, hermética y meditada. El candidato colorado pretendía encontrar una persona "enormemente preparada", con "vocación de servir" y comprometida con el proyecto de "renovación", tres pilares sobre los que pretende asentar su candidatura y alcanzar un eventual balotaje. Para Talvi, Silva reúne esas características.

La figura del expresidente Julio María Sanguinetti estuvo pendiendo incluso desde antes de la resolución de las elecciones internas. Casi por inercia, una de las preguntas más recurrentes que se le hicieron al economista antes y después de su elección fue la posibilidad de que el experiente político lo acompañara en la fórmula para octubre. Aunque Sanguinetti hubiera aceptado la posición, como él mismo se encargó de dejarlo claro varias veces, Talvi aseguró hace algunos días a El Observador que Sanguinetti podía "ser un gran consejero" pero no necesariamente debía ocupar el puesto de vice.