Un ministro cuestionado, designaciones y otros roces en la coalición al inicio del gobierno

Si bien la agenda fue acaparada por la discusión sobre el valor de las tarifas públicas, los principales socios de los partidos que integran el nuevo Ejecutivo estuvieron envueltos en diversos cruces.

El canciller Ernesto Talvi fue protagonista de tres de estos intercambios. El primero fue en su rol como ministro. Reunido con Lacalle Pou este martes, le sugirió al presidente que el embajador de Uruguay en Argentina fuera el senador nacionalista Sergio Abreu. El excandidato colorado ya se había puesto en contacto con el excanciller de Luis Alberto Lacalle Herrera, quien incluso había aceptado la propuesta.

Sin embargo, Lacalle Pou lo descartó para el cargo. Para este destino estratégico de las relaciones comerciales y diplomáticas del país, el mandatario tenía en mente al exintendente de Florida Carlos Enciso, con quien tiene un vínculo estrecho. 

Si los jerarcas efectivamente confirman a Enciso como candidato a la embajada, deben esperar a que la cancillería argentina les dé el visto bueno para manejar públicamente su nombre. En tal caso, "el blanco más peronista" no asumiría como presidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo, un cargo que le había hecho prescindir de su banca en Diputados. 

Pero en estos cinco días Talvi también debió lidiar con los cuestionamientos que recibió el ministro de Ganadería, Carlos María Uriarte, su hombre de confianza en temas del agro que fue propuesto para el cargo por el líder colorado. Este martes, el exdirigente de la Federación Rural del Uruguay contó en rueda de prensa que le había pedido al Ministerio de Economía la "dilatación" del inminente aumento de las tarifas hasta que terminara la cosecha de arroz y soja. 

El senador suplente Sebastián Da Silva, del Partido Nacional, escribió en Twitter que solo "desde el gremialismo" se justificaba este pedido. Además, dijo a El Observador que “estigmatizaba” a la gente del campo, porque estaba pidiendo “privilegios”. 

Los cuestionamientos a Uriarte no llegaron solo desde el sector político. El socio de CPA Ferrere e integrante de Eduy 21, Bruno Gili, apuntó en el mismo sentido que Da Silva. "Parecería que (Uriarte) actúa más como delegado sectorial que como ministro de Estado. Supongo que no debe estar muy feliz el equipo económico", escribió en Twitter luego de enumerar distintas actitudes del actual jerarca.

Los roces en la coalición también se dieron en la interna del Partido Colorado que, como los demás partidos, todavía no definió quién ocupará algunos cargos de gobierno. Julio Luis Sanguinetti, hijo del dos veces presidente Julio María Sanguinetti, fue propuesto para la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), un organismo binacional que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores. "La cancillería no maneja su nombre para ningún cargo", dijo Talvi al semanario Búsqueda.

El tercer socio más pesado de la coalición, Cabildo Abierto, protagonizó otro de los episodios adversos al inicio del nuevo período de gobierno. La exjerarca del Ministerio de Industria Pilar Silvestre iba a asumir en representación del partido como directora de Economía Social e Integración Laboral del Ministerio de Desarrollo Social.

Pero esa designación está en duda desde este miércoles, cuando La Diaria informó que el Ministerio de Industria había recibido una denuncia por parte de un mago que alegaba que Silvestre no le había pagado por los servicios prestados en un cumpleaños familiar, después de haber firmado una factura a nombre de la cartera. 

El líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, dijo a El Observador que Cabildo Abierto quiere "actuar con la mayor cristalinidad" y por eso está "estudiando" qué fue lo que pasó y si amerita o no elegir a otra persona para el cargo. La confirmación será comunicada en los primeros días de la próxima semana, aseguró.

En las filas del Partido Independiente también hubo dirigentes que protagonizaron roces con socios. Primero fue Mónica Bottero, la flamante directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Este miércoles relativizó las declaraciones de la exdiputada colorada Valentina Rapela, quien el día anterior había dicho en el programa Vespertinas de Canal 4 que estaría al frente de la División de Violencia Basada en Género. En el programa Todo Pasa de Océano FM, Bottero destacó que la actual directora, Karina Ruiz, fuera "una funcionaria de carrera" y aseguró que nadie le había comunicado el nombramiento de Rapela. 

Otro episodio tuvo como protagonista a Gerardo Sotelo, hombre de confianza del ministro de Trabajo Pablo Mieres, el fundador del Partido Independiente. Este jueves, a dos días de haber asumido como director de los medios públicos, Sotelo le pidió al ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, que postergara su designación hasta después de las elecciones departamentales.

En los comicios de mayo Sotelo representará al PI como tercer suplente de la candidata Laura Raffo. Si bien no hay restricciones legales para cumplir ambas funciones a la vez, el experiodista afirmó en Twitter que tomó esa decisión "para alejar cualquier duda o sospecha sobre los valores y procedimientos de esta Administración (y míos en particular) en cuestiones de transparencia y garantías democráticas". Dirigentes de la oposición habían cuestionado a Sotelo en las últimas horas. 

El Partido de la Gente, por ahora, no ha generado dolores de cabeza mayores al nuevo gobierno. La última vez que lo hizo fue hace una semana: el 24 de febrero, la cuarta suplente de Raffo para la Intendencia de Montevideo, Romina Fasulo, debió pedir disculpas por haber dicho a radio Sarandí que el Sistema Nacional de Cuidados era "una estupidez". 

"El Sistema de Cuidados es cualquier cosa, porque la gente que no tiene plata, ¿cómo paga? Cuatro horas te dan un terapeuta. Mi madre que es enfermera jubilada demora una hora en bañarme y me tiene que mover mi hermana o el esposo de mi madre. El cuidador va, lo baña, le da de comer y se va, ¿qué tiempo tiene de cuidarlo?”, había dicho Fasulo, representante del Partido de la Gente en la coalición electoral para las departamentales. 

En un breve comunicado en su cuenta de Twitter, aseguró que ese adjetivo no había sido "correcto" y que había cometido un "error" al hacer esas declaraciones, porque que no había sido justa con los trabajadores ni con los beneficiarios del programa.