Juan Samuelle

Los precios de las materias primas se recuperan y prometen un buen futuro

La suba de algunos valores clave parece reafirmar la hipótesis de que el agro será de los primeros sectores en construir el rebote de la economía uruguaya

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10 de julio de 2020 a las 12:00

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Tras un momento de fuerte retracción en la mayoría de los precios de las materias primas, con la excepción del caso del arroz, la demanda mundial parece ir gradualmente restableciéndose y el panorama para 2021 parece ir volviendo a algo parecido a una nueva normalidad.

Carnes: ventaja sanitaria

La tracción desde Asia en el mercado de las carnes se ha hecho sentir, no necesariamente en Uruguay –sometido a una competencia muy fuerte de los países vecinos que son quienes están colocando los mayores volúmenes de carne a China–, pero de todos modos las importaciones de China siguen desarrollándose sin grandes variaciones. Cuando se miren las estadísticas de 2020 no se verá un quiebre en las compras.

Y como en muchas industrias frigoríficas del mundo tienen problemas graves por la irrupción del covid-19 entre sus trabajadores, la industria uruguaya gana una vez más prestigio sanitario y continuidad en el abastecimiento a los clientes.

China considera que la carne de una industria donde hubo casos de coronavirus tiene riesgo, a tal punto que la semana pasada dos plantas brasileñas fueron inhabilitadas para exportar al gigante asiático.

Carlos Pazos

La reactivación de las exportaciones en la carne, o al menos su normalización con ventas a China pero también a Estados Unidos y a la Unión Europea, contrasta con una oferta muy reducida y la resultante son precios del ganado gordo que van en una sostenida recuperación.

Siguen muy lejos de los niveles del año pasado, pero al menos sumando subas durante cuatro semanas consecutivas como para que el segundo semestre sea visto con una perspectiva más alentadora de lo que podía parecer dos meses atrás.

Sobre fines de mayo el kilo de los mejores novillos cotizaba en US$ 3,13, con Europa paralizada y China tremendamente irregular en su participación. Esta semana la referencia ya está en US$ 3,15 por kilo y el mercado recuperó fluidez. Esa situación empieza también a dar un envión al precio de las categorías ganaderas de reposición, con lo que los criadores recuperan tranquilidad.

No deja de ser destacable que este otoño el mercado procesó la mayor producción de terneros de la historia con precios estables y aceptables, lo que además da la impresión de que ahora pueden empezar una trayectoria ascendente. Y además, Uruguay sigue despegado en la región dados sus precios ganaderos.

Recuperación lechera

El precio de los lácteos se veía repuntar. Las exportaciones de junio mostraron números positivos. De la mano de la recuperación de precios del petróleo, el norte de África recuperó posiciones y Argelia fue un comprador destacado el mes pasado, como para generar el mejor mes de 2020 en términos de exportaciones.

Así las cosas, había expectativa sobre el resultado del remate de la plataforma neozelandesa Global Dairy Trade de esta semana y las proyecciones fueron ampliamente superadas. Hubo una suba de 8,3% en el precio promedio de los lácteos y de 14% de suba para la leche en polvo entera, el producto principal de las exportaciones uruguayas.

Es una suba que, de sostenerse, sería clave se trasladara a los precios al tambero y generara un estímulo para el envión de producción de la primavera, cuando las inversiones en maíz y sorgo para complementar el forraje son claves para determinar el resultado del año.

En qué medida se siga trasladando el precio de referencia internacional a las colocaciones que desarrollan los exportadores uruguayos puede determinar una buena primavera en el sector lechero.

Soja: lo mejor en cuatro meses

En el mercado de granos también la que cierra fue una semana importante. La soja llegó al mejor precio en cuatro meses y hubo productores que pudieron concretar ventas a US$ 330 por tonelada. Una referencia importante. porque es con la que muchos productores presupuestaron el cultivo.

Los precios de la oleaginosa estuvieron bajos durante  todo 2020, al principio en torno a unos US$ 315 que no resultaban satisfactorios para tomar posición y luego, en el momento de más temor pandémico, llegó a cotizar por debajo de US$ 300 por tonelada.

Además, la semana pasada el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) reportó un área mucho menor a la esperada para maíz y soja. Particularmente en el cereal el informe sorprendió y generó un nuevo panorama para 2020/21, con una oferta mucho menor a la esperada previamente. En maíz recortó la superficie esperada en dos millones de hectáreas, algo inédito, de 39,2 a 37,2 millones de hectáreas. En tanto, en soja corrigió hacia arriba la superficie, pero en una magnitud menor, 200 mil hectáreas. En ambos casos el dato tonificó a los respectivos mercados y plantea un 2021 sin un exceso tan fuerte de granos.

Buenas y riesgos

Saliendo de carne, leche y soja, los arroceros siguen exportando a buen ritmo y construyendo un precio que permita revertir la baja de expectativas de los últimos años.

Todo eso no quiere decir que el panorama sea solo brillante. Brasil le pone un techo bajo a los precios de varios productos con su gran competitividad. A la vez, no aparece una demanda firme por trigo. El sector vestimenta se recupera a una velocidad mucho menor al sector alimentos y por lo tanto el sector lanero sigue padeciendo una situación muy adversa. Y un agravamiento del eterno conflicto entre Estados Unidos y China puede alterarlo todo. Es decir, está claro que los riesgos no faltan.

Otro factor es que por delante hay una primavera con cierto riesgo de sequía. Pero lo importante del momento señalado es que aún sin ser una situación todavía favorable, la suba de algunos precios clave parece reafirmar la hipótesis de que el agro será de los primeros sectores en construir el rebote de la economía uruguaya.

Si los arroceros obtienen el financiamiento que necesitan, puede crecer algo el área arrocera. Dependerá de las lluvias que puedan seguir llenando las represas. Otros sectores como la avicultura tienen un consumo interno firme. Con clima normal, si el mercado internacional sigue reaccionando, 2020 puede cerrar bien y hacer honor a aquello de dejar atrás “el año que vivimos en peligro”.

Si la ganadería lechera y de carne dan un envión en la primavera es posible que los economistas empiecen a vislumbrar un interesante 2021 a lo largo de este semestre. Y los productores puedan seguir remando a la espera de que la nueva normalidad sea con viento a favor. Al menos amaina el viento en contra.

Juan Samuelle

La situación productiva

La ganadería tuvo recientemente nuevos datos respecto a la producción de terneros de la próxima primavera, la que marcará un retroceso respecto a la producción récord de la primavera anterior: 74,9% de las vacas de cría quedaron preñadas, una cifra menor a la del muy buen año anterior. Es una preñez que dejará la tasa de destete nuevamente entre 65% y 66%, es decir en el promedio histórico de Uruguay. Fue un dato esperado por la grave sequía que afectó a zonas del centro y este del país. Es una tasa de destete modesta, pero la cantidad de vientres entorados seguramente fue récord. De modo que la producción de terneros debe caer de 2,9 a 2,8 millones de terneros. Pese a todo, no es un mal número para un año climáticamente adverso.

En la agricultura está cerca de finalizar la cosecha de maíz y sorgo y ya finalizó la de soja. Igual que en ganadería, los faltantes de agua se hicieron notar. Pero aún así las mejoras en la genética y el manejo del maíz permitieron una zafra satisfactoria.  No habrá rebote por las cifras de cultivos de verano, pero se sorteó un año difícil.

En cuanto a los cultivos de invierno, ya están implantados con áreas similares a las del año pasado en el agregado de trigo y cebada, y una persistencia en el crecimiento de las oleaginosas de invierno: canola y carinata que van en camino a convertirse en el cultivo emergente de esta década. Por ahora la zafra de invierno tiene chance de ser favorable productivamente. Con buenos fríos y lluvias moderadas se puede ir configurando un año de buen rendimiento.

Juan Samuelle

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