Senador José Carlos Mahía, uno de los referentes actuales del astorismo

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Mahía: "El seregnismo tiene que captar el voto frenteamplista medio y el de Ciudadanos, que en determinado momento nos dieron el voto"

El senador sostiene que la búsqueda de la unidad en un bloque de sectores pretende lograr un "espacio político más consistente" que sea "más identificable", para "incidir en el futuro gobierno de izquierda y en el FA"
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30 de agosto de 2021 a las 05:00

Aunque las sigue de cerca, el exvicepresidente y exministro de Economía Danilo Astori no participa presencialmente de las reuniones políticas cotidianas. Eso hace que el senador José Carlos Mahía de Asamblea Uruguay sea la cara visible de uno de los sectores protagónicos de la historia reciente del Frente Amplio (FA). Es también uno de los exponentes en las conversaciones para retomar un espacio “seregnista”, que busca rearmarse tras votar disperso en varias listas en los comicios de 2019 y quedar, a su entender, “subrrepresentado”. 

En entrevista con El Observador, el pedrense Mahía comparte sus proyecciones para el astorismo en un nuevo escenario, señala que es consciente de que su nombre va a estar sobre la mesa en las próximas elecciones en Canelones, reconoce una posible "migración" del voto frenteamplista medio hacia la ya "evaporada" figura de Ernesto Talvi y afirma que el gobierno de Luis Lacalle Pou "dejó de insistir" con la reforma de la seguridad social desde la entrega de las casi 800 mil firmas para el referéndum.

El FA va camino a elegir sus nuevas autoridades. También está embarcado en un proceso de autocrítica. ¿Cómo encuentra este tiempo a los sectores más moderados de la fuerza política?
En diálogo, con la necesidad de no cometer los mismos errores que al cierre del ciclo electoral. Por decisiones tomadas o circunstancias políticas, se produjo una dispersión del voto progresista o seregnista en múltiples listas. Eso subrrepresentó al elector frenteamplista que se identifica con nuestras opciones. La idea es tener una mirada estratégica, que puede pasar por las elecciones internas, pero que apunta a trabajar sobre el FA que queremos y al ciclo electoral 2024-2025. Siento que hay una gran cantidad de gente que nos empuja a esto, porque ven como artificial la división en listas de lo que debería estar unido.

¿Qué los separa hoy?
El habernos presentado en listas diferentes y tener historias distintas. Articular orígenes distintos no es una cosa fácil. 

¿Qué los llevó a estar dispersos?
Puedo dar una respuesta muy personal. No administramos bien las legítimas ambiciones personales y la elaboración de proyectos colectivos. Esa es la esencia. Al haber procesado todo tan cerca de las elecciones nos resultó difícil actuar con mayor amplitud. Después, equivocadamente, tomás la opción de ir por una lista propia, y eso desacumula, y lo hacés pensando que tu línea de pensamiento puede llegar al Parlamento. Dispersamos el voto. Si sumás las listas individuales, es cercano al 40% de los electores del FA, y sin embargo hay siete diputados.

¿Cómo viene el proceso de recambio en Asamblea Uruguay?
Hay una serie de cuadros en todo el país que seguramente van a ocupar lugares relevantes. Danilo Astori es el líder de Asamblea Uruguay como lo es Mujica del MPP, y con la vigencia política y lucidez que tiene, es la referencia. Junto a este proceso de acumulación, va a haber necesariamente un proceso de impulsar nuevas figuras. No voy a dar nombres porque sino señalo a unos sí y otros no. 

"Danilo Astori es el líder de Asamblea Uruguay como lo es Mujica del MPP", dice Mahía

En este espacio hay liderazgos en salida, como el de Astori, y emergentes, como el de Mario Bergara con Fuerza Renovadora. ¿Cómo se tiene que parar Asamblea Uruguay en ese escenario?
Tenés que buscar la articulación y acumulación política. Cómo llegás a 2024, tenés que construirlo en el camino. Ahí no podemos adelantar decisiones. Lo más importante es constituir el espacio. Somos todos sectores que hemos tenido una concepción renovadora de la izquierda. No moderada, sino progresista o seregnista. Pero cada uno tiene sus historias y hay que tener mucha amplitud en esa construcción.

¿Hay un liderazgo claro para estar al frente de ese espacio?
Me imagino algo más colectivo. Los liderazgos se van construyendo. Primero tenés que configurar el espacio para que se desarrollen y potencien. No al revés.

En 2016 el astorismo fue uno de los impulsores de Javier Miranda para presidir el FA, y usted fue uno de los vicepresidentes. ¿En qué falló esa conducción para precipitar la salida?
Se cerró un ciclo que se estiró más de la cuenta por la pandemia. En las dos últimas elecciones, tanto la que puso a Mónica Xavier como a Javier Miranda, el FLS (Frente Líber Seregni) impulsó la candidatura ganadora. Que Javier fuera independiente y no tuviera atrás un sector propio tuvo incidencia en el devenir de la presidencia. El FA es un partido muy potente con complejidades y, sobre todo el vínculo con un sector de las bases no fue todo lo fluido que debió haber sido. Además tuvimos una elección interna muy fragmentada, con muchas candidaturas. Esas son algunas de las razones que llevaron a que tuviéramos luces y sombras, porque me parece injusto adjudicar la derrota electoral en 2019 a la conducción del FA. Sí es un factor que incidió, pero hubo otros. También es cierto que este ciclo se cierra habiendo alcanzado 800 mil firmas para el referéndum en un contexto altamente complejo. 

Usted comentaba que un problema en la elección pasada fue que hubiera varios candidatos. Sin embargo hoy Asamblea Uruguay se inclina por las candidaturas múltiples. ¿Cómo se concilian esas visiones?
Porque está bueno elegir entre varios candidatos. Nos inclinamos por una elección directa y que haya multiplicidad de opciones.

¿No puede derivar en una fragmentación del FA?
Depende de los candidatos. Cerca del 40% votó a Mónica (Xavier en 2012), un porcentaje más alto que con el que ganó Javier. Eso juega. Nosotros no razonamos al FA con la lógica de partido único, lo vemos como una coalición de sectores y movimientos. La mejor manera de expresarlo es que haya pluralidad en las elecciones.

¿Al espacio seregnista le gustaría impulsar un candidato propio para presidir el Frente Amplio?
No estamos pensando en eso. Estamos buscando qué cambios queremos para el FA. Para nosotros es determinante que quien sea candidato o candidata tenga que ir sí o sí a elección directa. Y después trabajar para que el FA tenga más amplitud, con una apertura que tenga las alianzas con los sectores que conocemos: PIT-CNT, movimientos estudiantiles y cooperativos.

Yamandú Orsi no puede presentarse a una nueva reelección, y la coalición multicolor plantea lograr una unidad de cara a las siguientes elecciones departamentales, ¿cómo ve al Frente Amplio en su departamento?
Lo veo muy fuerte. Junto con Montevideo, debe ser de los departamentos donde el FA tiene una estructura más poderosa en el territorio. Tiene que prepararse para un futuro distinto, porque es muy claro que en la próxima elección todo se va a unir en una sola expresión electoral. Eso nunca sucedió hasta ahora, y nos va a imponer un desafío más alto. 

¿Ser intendente es uno de sus objetivos políticos? Usted ya fue candidato en 2015...
No en términos personales. Sé que uno de los nombres que puede ser considerado por el FA es el mío. Pero no me quiero adelantar. Primero está el ciclo electoral nacional y después el departamental. No es lo mismo ir a una elección en Canelones habiendo ganado que habiendo perdido. Y creo que el FA debería ir hacia una estrategia de multiplicidad de candidaturas en Canelones en la próxima elección. Esa es la clave. ¿Quiénes son los nombres? Se tienen que definir después de 2024.

¿Cómo se vería en un escenario de competencia con Sebastián Sabini o Francisco Legnani?
No es el tiempo de tomar esa decisión. Hoy estoy mucho más concentrado en la construcción del espacio seregnista y en el trabajo hacia lo nacional. Obviamente, sé que no debo ser ajeno a ese proceso. Pero no me voy a adelantar. 

¿Cómo ve la gestión de Luis Lacalle Pou?
Es una gestión típicamente neoliberal del siglo XXI, con un apoyo muy fuerte en una concepción conservadora. Ha tenido luces y sombras en el manejo de la pandemia. Hoy estamos en una etapa de luz. Ha tenido un panorama muy mezquino en materia económica y social, porque subyace una concepción que es la del Estado reducido a la mínima expresión, que privilegia lo privado sobre lo público, y eso se expresa en los recortes en áreas estratégicas y la falta de inversión. Es un gobierno que anuncia mucho y concreta poco. El 2 de marzo anunció una cantidad de obras y no hizo casi nada. Y estamos a comienzos de setiembre. Paradójicamente, lo único que empezó a hacerse es la instalación de un monopolio privado en el puerto de Montevideo. Es difícil entender por qué se hizo esto el 25 de febrero y hoy, que pasó el tiempo, le ves cada vez más contraindicaciones. El gobierno de Lacalle Pou tiene un liderazgo fuerte del presidente y una coalición que se armó para desplazar al FA. 

"Seguramente algunos votantes de centro del FA pudieron haber votado esa concepción de él como líder", comenta el senador respecto a la figura de Ernesto Talvi en los pasados comicios

En entrevista con Crónicas hablaba de que esta es una coalición "endeble", "herrero-cabildante" y con un Partido Colorado que está "con muy poca fuerza". ¿Por qué dice eso?
Lo que los une es la búsqueda de poder, su rechazo al FA. Cabildo Abierto es como un tero: ponen los huevos en un lado y cantan al otro. Tienen un discurso de un nacionalismo agrario, conservador, y en los hechos ha respaldado todas las decisiones del Poder Ejecutivo. Lo entiendo desde la gobernabilidad, pero no cambió un ápice de lo que era la clásica coalición blanco-colorada, en que se anuncian proyectos que no se presentan o que no tienen respaldo dentro del gobierno. Solo hubo una excepción que fue la Ley de Forestación. El Partido Colorado está mucho más preocupado por los ministros que se le han ido, y lo veo alejado de la agenda pública del propio gobierno.

¿Está de acuerdo con el ministro Adrián Peña en que el Partido Colorado es el socio más progresista de la coalición?
Si lo comparás con Cabildo, sí. El más progresista pero el que menos incide. 

¿Le parece que en las elecciones nacionales puede haber habido una fuga de votos del FA hacia los colorados?
Hacia (Ernesto) Talvi sí, pudo haber pasado. Pero la concepción que representó en ese momento se evaporó con su salida.

¿Ciudadanos no puede mantener esa posición?
Habrá que verlo. Seguramente algunos votantes de centro del FA pudieron haber votado esa concepción de él como líder. Hoy no se ve una figura que efectivamente tenga ese efecto político. Pero no puedo medir hoy a Adrián Peña —que es canario como yo y de San Bautista— con el perfil de Talvi, que era un economista liberal. No sé si será así. Lo que sí puedo contestar es que pudo haber una parte del electorado de Talvi que con el compromiso de 136 liceos modelo —no se va a concretar ninguno— se pudo haber migrado el voto. 

Es un público al que probablemente va a tener que salir a hablarle ese espacio seregnista...
El seregnismo tiene que ser un pilar que, primero, equilibre al FA. Que segundo tenga la capacidad de captar el voto frenteamplista medio y el de Ciudadanos, que en determinado momento nos dieron el voto, pero que migraron a otras opciones. Tenerlo en un espacio político más consistente hace que sea más identificable y que la gente sienta genuinamente que votando ahí incide en el futuro gobierno de izquierda y en el FA. 

Un trabajo reciente de Equipos Consultores da que un 31% de los consultados escuchó hablar sobre el referéndum pero no tiene una idea clara, a lo que se suma un 14% que directamente no escuchó hablar sobre el tema. ¿Cómo pueden mejorarse esos porcentajes?
Hay que recorrer todo el país, hablar de los contenidos que se van a llamar a referéndum. Ese fue un gran avance del FA. Decidieron llevar una ley ómnibus en un momento de pandemia cuando la gente estaba preocupada por la salud, la falta de trabajo y de comida. No hubo un debate abierto como sociedad, entonces tiene lógica que la gente no conozca lo que es el referéndum. Lo primero que le planteamos es que lo conociera, y para eso tenía que generarse un debate. Es notorio que no quisieron debatir hasta que se alcanzaran las firmas. A medida que se vaya conociendo más los contenidos, va a haber mayor incidencia para resolver, y creo que ha sido un cambio en la agenda general. No se lo esperaba el gobierno y ha traído consecuencias. Por ejemplo, desde que salieron las firmas dejaron de insistir con el proyecto de reforma de seguridad social. Venía con mucha fuerza y el haber alcanzado al referéndum evita que iniciativas que puedan ser antipopulares se presenten, o se enlentezcan. 

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