Manhattan en 16 horas: cómo hacer un recorrido fugaz por Nueva York

Mi destino original era una ciudad cercana a Nueva York y decidí visitarla por el día o, más precisamente, por 16 horas. Podía viajar en ómnibus por la noche y regresar a la noche siguiente, y así lo hice, con tan solo una mochila y la ropa puesta. No es algo que aconsejo hacer a quien no haya visitado antes la ciudad, porque puede resultar apabullante, pero sí para quien ya ha ido y se encuentra con un hueco en su estadía.

Llegué a las 8 de la mañana y mi vuelta era a la medianoche. Todo el día por delante, y este fue mi itinerario:

8 am. El ómnibus me dejó en la calle 27 y la 7ma avenida (también conocida como Fashion Avenue), al sur de Midtown Manhattan. Lo primero fue buscar una cafetería donde desayunar; es muy sencillo encontrar una por esa zona. Lo más típico es acompañar el café con un bagel, aunque a mí me tentó un croissant de jamón y queso y opté por eso.

8.30 am. Ya desayunado, inicié mi caminata hacia el sur de la isla. Fui todo por la 7ma avenida hasta su final y luego continué. Mi objetivo era llegar al Battery Park, frente a la estatua de la Libertad. El recorrido incluyó parte de barrios como Chelsea, Greenwich Village, Lower Manhattan y el distrito financiero, donde se ubica el World Trade Center y el memorial a las víctimas del 11-S. Al final de trayecto llegué al primer destino, unas dos horas más tarde (se puede caminar en una hora, pero lo lindo es irse perdiendo por callecitas en el medio). El parque da a la costa y desde allí salen los ferrys tanto a la isla con el monumento como a Staten Island.

11 am. Luego de un breve descanso en el parque, disfrutando de la vista e hidratándome (el calor era intenso) seguí mi recorrido. Próximo destino: el puente de Brooklyn. Caminar hasta el emblemático puente neoyorquino por la costa lleva media hora, y luego atravesarlo toma un tiempo similar, entre paradas para apreciar la vista, sacar fotos y evadir a los demás turistas que se agolpan a lo largo del cruce que une Manhattan con Brooklyn.

12 pm. Tras cruzar el puente se llega a Brooklyn, otro de los distritos que componen la ciudad de Nueva York (en total son cinco con Manhattan, Queens, Bronx y Staten Island). Hacia la izquierda hay un barrio llamado Dumbo. No es el más popular del distrito, ese es Williamsburg, pero es lindo de recorrer y tiene unas vistas de Manhattan espectaculares, tanto de día como de noche. A pocas cuadras, en la esquina de Washington St. y Water St. puede apreciarse una de las imágenes icónicas de Nueva York: una calle empedrada con edificios de ladrillo a los costados y el puente de Manhattan de fondo.

Al finalizar el paseo por la zona volví a la isla, esta vez por el puente homónimo que va a parar al inicio de Chinatown. La caminata duraba entre 30 y 40 minutos, pero llegaba a una hora ideal para el almuerzo.

1 pm. Hay algunas ciudades del mundo en las que su barrio chino, o Chinatown, es más simbólico que real. Pero en Nueva York eso no es así: los carteles están en chino, la gente habla en chino, las caras son chinas. Para elegir dónde comer recurrí a Google Maps y me sugirió un restaurante de comida típica al que decidí entrar. Se llama Nam Son, y ahí almorcé unos deliciosos ramen con productos de mar por poco más de US$ 15. Para quien no le tiente la comida china, al lado de este barrio está Little Italy, el vecindario de la comunidad italiana en el que se puede comer pizza y pasta a piacere.

2 pm. La recorrida de Nueva York siguió por la Washington Square, una amplia plaza que tiene como seña de identidad una fuente en el medio y un arco similar al parisino del Triunfo, que da comienzo a la lujosa 5ta avenida. Tiene amplios espacios de parque como para sentarse y hacer la digestión sin apuro, tal vez con un café comprado en el camino. Para llegar ahí se puede pasar por el Soho, por ejemplo, un barrio emblemático de Manhattan. Una de mis calles preferidas ahí es Greene St.

High Line: un desvío recomendable

4 pm. Luego del descanso opté por visitar Central Park, probablemente uno de los parques dentro de una ciudad más grandes del mundo. Como la distancia era bastante grande ese trayecto lo hice en metro. Además, mi idea era alquilar una bicicleta para recorrerlo, así que quería guardar energías. Alrededor del extremo sur del Central Park hay varios locales que alquilan. Pagué US$ 17 por una hora (aunque me regalaron 20 minutos extra), me dio para dar dos vueltas casi completas y conocí partes que hasta ahora jamás había visitado.

6 pm. Después del pedaleo devolví la bici y caminé por la 6ta avenida hacia el sur. Ahí llegué al Rockefeller Center, otro lugar icónico de la isla. La torre, la plaza enfrente, el Radio City Music Hall a la vuelta; hay varios puntos para admirar y fotografiar. Luego paré en un bar para tomar algo antes de seguir.

8 pm. Una posibilidad es ir a esa hora a Times Square. El inicio de la noche hace que se destaquen los carteles luminosos por todos lados. Sin embargo, quien ya conoce ese sitio puede sentirse abrumado por la muchedumbre y no tiene mucha novedad. Lo que sí se puede aprovechar por esa zona es ir a ver algún espectáculo de Broadway. De lo contrario, mi recomendación sería dirigirse hacia el barrio Hell’s Kitchen: es hora de cenar. Queda a apenas unas cuadras de Times Square, con movimiento sobre todo en torno a las avenidas 8va y 9na, y muchos locales para comer cualquier tipo de comida imaginable o tomar una cerveza o una copa de vino.

10 pm. Quedan las últimas dos horas en la ciudad. Momento de pasar por dos de los edificios que marcan a fuego Nueva York: el Empire State, en la 34 con la 5ta, y el Flatiron, en la 5ta con Broadway. Al primero de ellos se puede subir hasta el mirador del último piso –pagando unos US$ 45– y desde ahí terminar deslumbradísimo con las luces de la ciudad. Otra alternativa es ir al 230 Fifth, un bar ubicado en la azotea del edificio en la 5ta con la 23, que también tiene una hermosa vista del área.

12 am. Luego de 16 horas y 30 kilómetros recorridos entre caminatas y bicicleta, es hora de partir.  Termina el viaje, pero  el tiempo fue aprovechado al máximo.