Un grupo de manifestantes liderado por oficiales retirados del ejército libanés tomaron el sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores en Beirut y lo declararon "la sede central de la revolución". El asalto, retransmitido por los canales locales, se produjo mientras las fuerzas de seguridad se concentraban en mantener el orden en la manifestación celebrada a varios metros del Ministerio para pedir explicaciones por la explosión en Beirut.
Miles de libaneses empezaron a manifestarse el sábado en una importante protesta contra la clase política, a la que responsabilizan de la explosión que devastó una parte de Beirut con un saldo de más de 150 muertos, 6.000 heridos y unas 20 personas aún desaparecidas.
La gigantesca explosión en el puerto el martes, cuyas circunstancias aún no han sido esclarecidas, habría sido provocada por un incendio que afectó un enorme depósito de nitrato de amonio, una peligrosa sustancia química.
Por cuarta jornada consecutiva, la capital del Líbano se despertó con el ruido de los vidrios rotos recogidos en las calles por los habitantes y un ejército de voluntarios, con escobas, movilizados desde muy temprano.
En la plaza de los Mártires, epicentro de la protesta política desde octubre pasado y donde tiene lugar la manifestación de este sábado por la tarde bajo el lema "el Juicio Final", militantes ya colocaron una horca.
"Luego de tres días dedicados a retirar los escombros y a curar nuestras heridas, es hora de dejar explotar nuestra cólera y sancionarlos por haber matado gente", afirma Farès al Hablabi, de 28 años. "Debemos levantarnos contra todo el sistema (...) el cambio tiene que ser a la medida de la magnitud de la catástrofe", agrega este militante que salió a la calle cuando se inició la protesta popular el 17 de octubre de 2019.
Si el movimiento se desinfló en los últimos meses, especialmente a raíz de la pandemia del nuevo coronavirus -que continúa agravándose en el Líbano-, la tragedia podría reactivarlo con más energía.
El presidente Michel Aoun dijo claramente el viernes que se oponía a una investigación internacional. Además, tres diputados del histórico partido cristiano Kataeb presentaron su dimisión el sábado, siguiendo el ejemplo de otros parlamentarios que renunciaron a lo largo de la semana.
Unos veinte funcionarios del puerto y de las aduanas fueron detenidos, según fuentes judiciales y de seguridad. Entre ellos se encuentra el director general de aduanas Badri Daher y el presidente del consejo de administración del puerto Hassan Koraytem.
AFP
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