Fútbol > EL ANÁLISIS
Más que ganar un título, Nacional se sacó un peso de encima
Nacional se sacó un gran peso de encima. Después de perder dos finales en la temporada 2020 (la Supercopa contra Liverpool y el Apertura ante Rentistas), no se podía dar el lujo de caer nuevamente en un partido decisivo. Y si bien no logró un desempeño de juego brillante, ni el título del Torneo Intermedio es de los más importantes en la historia del club, después del cierre polémico que tuvo el año pasado, la victoria por penales contra Wanderers (tras el empate 0-0) le da un respiro de cara al Clausura y al trabajo del técnico Jorge Giordano al frente de un plantel cargado de jóvenes.
Para quien sí será inolvidable este partido y el título, es para Guillermo Centurión, el golero de 19 años que este jueves debutó oficialmente en Primera división debido a la sanción de Sergio Rochet. Fue el héroe en la definición por penales, atajando los disparos de Ignacio González y Gastón Bueno. El juvenil que antes del partido le contó a Referí que ansiaba un buen estreno con la camiseta tricolor para dedicárselo a su papá, que lo cuida desde el cielo. Vaya si lo consiguió.
También para Emiliano Martínez, otro producto de la cantera del club, es importante el título. Así como marcó el penal decisivo frente a Independiente del Valle en octavos de final de la Copa Libertadores, esta noche volvió a repetir la receta, con un disparo seco que puso el 4-1 definitivo. Pero no solo eso: fue de los mejores jugadores que mostró el equipo durante el partido, marcando y distribuyendo con criterio.
A Nacional y a Wanderers les costó 45 minutos meterse en juego. El primer tiempo fue inocuo, tanto como observar un partido de fútbol en el Estadio Centenario vacío, donde el canto de los teros se mezclaba con el grito de los relatores y las voces de los jugadores en el campo. La nueva versión de Nacional, salió a la cancha con dos centrodelanteros (Gonzalo Bergessio y Emiliano Villar) que recibieron poco juego en el área, porque ni Alfonso Trezza ni Ignacio Lores tuvieron la capacidad de desbordar por las bandas. Maniatados, sin precisión y bien controlados por los defensores bohemios. Wanderers, en tanto, solo tuvo claridad cuando el balón pasó por los pies de Nicolás Quagliata, un pibe de la mejor estirpe bohemia.
De todos modos, aunque los futbolistas mostraron poco juego en esa primera parte, se vio uno de los condimentos que tuvo el encuentro y que en parte fue el motivo para que el marcador terminara cerrado durante los 90 minutos reglamentarios y los 30 del alargue: el golero Ignacio De Arruabarrena. En un minuto de ráfaga tricolor, De Arruabarrena salvó dos veces a su equipo. Primero tras un remate sorpresivo desde afuera del área de Felipe Carballo y después, tras un golpe de cabeza de Guzmán Corujo.
Dos jugadas descolgadas del contexto, porque hasta entonces los intentos de pelotas largas desde el fondo o el pase filtrado que en ocasiones intentaron los volantes, no dieron resultados positivos. El bohemio también generó dos oportunidades en el primer tiempo, acaso no tan punzantes como las de Nacional, pero con buenas reacciones del golero debutante Guillermo Centurión: un remate de Pais y otro de Rivero que se desvió en el camino.
Nacional empezó mejor el segundo tiempo. El cambio de posición de Lores, que pasó a jugar en el medio, luego el ingreso de Brian Ocampo a jugar por la banda izquierda, pusieron al equipo de Giordano en una posición más adelantada en la cancha, más cerca del área del rival, con mayor participación también de Bergessio y de Villar, quienes cobraron protagonismo. Pero nuevamente De Arruabarrena sacó a relucir todos sus reflejos para abortar una y otra vez las intenciones tricolores.
Un remate a quemarropa de Villar, un notable cabezazo de Bergessio y dos remates de Ocampo, fueron desviados por el golero. Pero después de la media hora de juego, Wanderers abandonó esa posición pasiva y aunque salió lesionado Quagliata, encontró en Jonathan Barboza y en Nacho González a dos refrescos con capacidad para dominar el balón y poner pelotas profundas en una zona que Nacional descuidó por momentos, en el afán de buscar el gol, aunque la pericia de Renzo Orihuela desbarató el peligro.
El alargue se esfumó con poco para destacar. Un nuevo ensayo de Ocampo por arriba que sacó De Arruabarrena y un zurdazo de Bergessio, que pasó muy cerca del caño. Todo quedó para la emoción de los penales, que se remataron en el arco de la tribuna Colombes y donde Centurión fue la gran figura de la definición.
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Nacional se quedó con el Intermedio. Una sonrisa después de tantas pálidas. No da para echar campanas al vuelo y debe mejorar mucho para mantener la distancia en la Tabla Anual que sacó en otro contexto. Pero empezar el año levantando una copa, no está nada mal.
La ficha
Nacional: Guillermo Centurión; Armando Méndez, Guzmán Corujo, Renzo Orihuela, Agustín Oliveros; Alfonso Trezza, Felipe Carballo, Emiliano Martínez, Ignacio Lores; Emiliano Villar y Gonzalo Bergessio. DT: Jorge Giordano
Wanderers: Ignacio De Arruabarrena; Paulo Lima, Gerardo Alcoba, Darwin Torres; Lucas Couto, Santiago Martínez, César Araújo, Leonardo Pais, Nicolás Quagliata, Hernán Rivero y Mauro Méndez. DT: Daniel Carreño
Cambios en Nacional: 70' Joaquín Trasante x I. Lores y Brian Ocampo x A. Trezza, 99' Rafael García x F. Carballo, 101' Santiago Ramírez x E. Villar
Cambios en Wanderers: 65' Jonathan Barboza x S. Martínez, 71' Ignacio González x N. Quagliata, 90' Diego Hernández x M. Méndez y x Lucas Morales x L. Couto, 99' Gastón Bueno x G. Alcoba
Cancha: Estadio Centenario
Juez: Yimmy Álvarez
Amarillas: 39' S. Martínez (W), 48' D. Carreño (DT de W), 77' J. Trasante (N), 78' R. Orihuela (N)
Penales: Bergessio (N) gol, González (W) atajado, Corujo (N) gol, Torres (W), gol, Ocampo (N) gol, Bueno (W) atajado, Martínez (N) gol
