Camilo dos Santos

Monopatines y bicicletas: el negocio de la movilidad eléctrica en dos ruedas

Con la llegada de Grin y sus monopatines eléctricos compartidos, creció el interés por bicicletas y otros vehículos de este estilo

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27 de marzo de 2019 a las 05:04

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Son las 10 de la mañana y en la puerta de Aguada Park hay cuatro monopatines eléctricos. No hay nadie cerca de ellos, pero es probable que no permanezcan allí por mucho tiempo. Alguna persona que deba trasladarse podría utilizarlos, porque estos monopatines no le pertenecen a nadie en particular; pueden usarlos todos los usuarios de Grin, que comenzó a operar en febrero en Montevideo.

Esta empresa mexicana se fusionó con la uruguaya Mono y ofrece monopatines eléctricos de uso compartido para transportarse desde Ciudad Vieja hasta Buceo, en una primera etapa. Para utilizarlos, es necesario instalar la aplicación de Grin en el teléfono celular y registrarse ingresando un número telefónico y una tarjeta de crédito. La aplicación muestra dónde están los monopatines, que solamente pueden retirarse o ser devueltos en zonas predeterminadas –llamadas Zonas Grin–,  el usuario acerca el celular al dispositivo para leer un código QR y así habilitar el uso.

El costo del uso del monopatín es de $ 19 en el momento en que uno lo habilita para usar y después $ 4 el minuto, y solamente pueden utilizarlos los mayores de 18 años.

El country manager de Grin en Uruguay, Martín Larre, dijo a El Observador que los montevideanos adoptaron con mucho entusiasmo este nueva forma de micro movilidad: “El primer mes de operaciones en Montevideo superó nuestras expectativas y logramos la tasa de uso por patín más alta de todas las ciudades en donde estamos”. La aplicación está disponible en Ciudad de México, Bogotá y Santiago de Chile.

Leonardo Carreño

Larre explicó que Grin llegó para complementar el sistema actual de movilidad. “Es un medio de transporte ideal para realizar la última milla, ese trayecto que no cubre un medio de transporte tradicional pero que es realizable en uno de nuestro patines”, dijo.

Otras compañías de monopatines eléctricos de uso compartido, como Movo de España y Scoot de Estados Unidos tienen planes de Expansión para América Latina, que incluyen a Montevideo.

A nivel global, el año pasado fue el boom de estos vehículos. Solo en el primer semestre de 2018, las empresas de alquiler de monopatines y bicicletas recibieron fondos por US$ 3.535 millones, según CB Insights. En tanto, el mercado de la movilidad eléctrica en dos ruedas en 2018 superó los US$ 10.000 millones, según TechSci Research.

La curiosidad que generó Grin puede ayudar al desarrollo de los vehículos eléctricos de movilidad personal. 

Las empresas que comercializan bicicletas y monopatines de este tipo comenzaron a recibir más interés desde hace al menos dos años, y aunque la inversión para obtener alguno de estos productos es elevada, hay consumidores que los están eligiendo para hacer sus recorridos diarios.

Producto de nicho

Hace cinco años, en Israel, Carlos Belinky vio que las bicicletas eléctricas se utilizaban como solución a los problemas para estacionar y para evitar el tránsito en varias ciudades. Cuando regresó a Uruguay pensó que podría intentar vender este vehículo en Punta del Este, especialmente para los  turistas.

Así surgió Bicitrend, que inició además un acuerdo con American Express para que los clientes pudieran alquilar estas bicis por una hora. Eso, según Belinky, funcionó durante un tiempo, pero la situación económica argentina mermó las ventas, y el empresario se trasladó a Montevideo, vendiendo de forma online.

Bicitrend

En Bicitrend pueden adquirirse bicicletas desde US$ 870. El modelo que actualmente comericaliza es el Sunddy, plegable, que puede guardarse ocupando poco espacio.  
Respecto al perfil de los clientes, Belinky dijo que los utilizan fundamentalmente para ir a trabajar. “Por ejemplo, le vendí a una persona que vive en Pocitos y trabaja en Zonamerica, y no va más en auto”.

Para el empresario, los monopatines tienen un uso más básico, no sirven para trasladarse grandes distancias, pero la llegada de Grin “despierta el mercado”.

En 2014, Ruffino Group presentó en Uruguay el primer auto eléctrico de la marca eMin. A fines de 2016, llegaron las primeras scooter marca Loop. En poco más de dos años de venta, ya hay tres modelos disponibles.

El socio de Ruffino Group Martín Fernández explicó que el modelo K1 es el más popular, “atrae por su diseño vanguardista y liviano, y es plegable, por lo que llegas al trabajo, la subís a tu oficina y la dejas atrás de la puerta”. Para Fernández, el monopatín también tiene esa característica, pero “es un poco más inestable o frágil. La K1 tiene otra solidez, lo que comparten es la lógica de la portabilidad”.

El público que elige este vehículo es, en general, el que busca independencia al moverse diariamente. “Sobre todo para ir a trabajar o estudiar, desprenderse un poco de la dependencia del transporte público en general, de los costos. O si tienen su auto, bajar los costos de combustible y parking”, apuntó. 

Loop Bikes

Aseguró que quienes compran las Loop Bikes no compran una moto: “Están buscando algo para ir más rápido al trabajo, y más económico. Después está el lado ecológico que acompaña, pero lo que busca la gente en principio es ahorrar tiempo y dinero a la hora de moverse”.

Los modelos de Loop Bikes –el K1, Chopper y S1– pueden adquirirse a partir de US$ 1.490. “Desde que empezamos con el proyecto, por las características de los productos, fue creciendo el volumen de ventas, la aceptación del producto e interés de la gente”, comentó Fernández.

Generar interés

Por su parte, Greenbike comenzó a funcionar en Melo en 2014, por una “necesidad familiar”, comentó su director, Mateo Perdomo. Su padre buscaba una forma de trasladarse por la ciudad  que no fuera en auto, parar en donde quisiera, sin cansarse. “El mercado de bicicletas eléctricas en Uruguay estaba bastante virgen. Me contacté con China para importar los vehículos, elegimos los productos, trajimos un contenedor con mucho riesgo, porque era marzo y terminaba la temporada”, recordó. Por eso, la primera opción fue ofrecer las bicis para deliveries de empresas. “Farmashop y Zonamerica empezaron a utilizar una flota de estas bicicletas, a la gente le llamó la atención porque las veían en todos lados”, sostuvo.

Greenbike

Los dos primeros años fueron malos, con pérdidas todos los meses para Greenbike. “Cambiamos los planes, yendo más a China, mejoramos el producto, bajamos los precios y este verano empezó a moverse mucho”, dijo Perdomo, y resumió que las ventas fueron el doble respecto al verano anterior. La razón detrás de este interés, según lo que transmitieron los clientes, son los costos del transporte. “El transporte público está caro. Estas bicicletas dan practicidad, no te cansás, pero si querés volver con ella apagada podés usarla como bici convencional y hacer ejercicio”, explicó.

40 kilómetros es la autonomía aproximada de las bicicletas eléctricas. Las baterías duran entre dos y tres años.

El modelo plegable es el más solicitado, aunque no es el más económico, ya que su precio es de  US$ 950. En las próximas semanas estarán disponibles los monopatines de Greenbike, que cuestan lo mismo que una bicicleta eléctrica (entre US$ 700 y US$ 800), aunque Perdomo entiende que entre una bicicleta y un monopatín, los clientes prefieren la primera por las prestaciones. “El fenómeno de Grin ayuda para que la gente conozca el funcionamiento de un vehículo eléctrico, se familiarice y lo pruebe”, aseguró.

Las primeras bicicletas de Vindrais se vendieron en 2016. El emprendimiento nació como un proyecto de innovación apoyado por la Agencia Nacional de Innovación y Desarrollo (ANII). Vindrais desarrolla una línea de bicicletas convencionales, además de un modelo eléctrico, la Vindrais V1, que apunta a usarse como sustituto de un ciclomotor, según explicó el cofundador, Joaquín Lorieto. “Apuntamos a este producto, ya que baja la velocidad respecto a una scooter, que llega a 70 o 90 kilómetros por hora, esta llega a 35 kilómetros por hora”, dijo el emprendedor. El precio es de US$ 2.290.

Vindrais

Montevideo es una ciudad “bastante plana, por lo que los vehículos eléctricos calzan perfecto”, según Lorieto. Para el emprendedor, es positivo que Grin haya puesto “el tema sobre la mesa”, aunque hay que estar atento a cómo se quiere regular. “No se trata solo de regular, hay que educar por dónde pueden andar los vehículos”.

En Urban Bikes también notaron más interés en la bicicletas eléctricas, que corresponden al 50% de las ventas del local, con un precio desde US$ 1.300. Chistopher Holm, propietario de Urban Bikes, explicó que los costos del monopatín funcionan para quienes lo usan esporádicamente: “Si alguien lo va a alquilar para hacer todos los movimientos del día, es un costo superior a comprarse uno o una bicicleta”. Urban Bikes cuenta con ocho modelos plegables de bicicletas, y Holmes expresó que hubo un cambio en el público que compra este vehículo.

Urban Bikes

“Antes la gente pensaba en la bicicleta para un paseo o una distracción, y nosotros tratamos de vender un producto de movilidad. Es una única inversión que haces y después la amortizás en poco tiempo. La dificultad que hay para moverse por la ciudad hace que elijan este vehículo”. 

Empresas de monopatines con planes en Uruguay
Scoot
Scoot se lanzó en San Francisco en 2012 con scooters eléctricos. En esa ciudad ayudó a crear los primeros permisos de estacionamiento del mundo para vehículos de dos ruedas eléctricos compartidos. Recientemente se ha expandido a Barcelona (España) y Santiago (Chile), y explora continuar su expansión en la región.
Scoot ofrece una variedad de vehículos, como patinetas, bicicletas y motocicletas eléctricas. El CEO de la compañía, Justin Dawe, dijo a El Observador que el crecimiento en nuevas ciudades en América Latina es “una prioridad para Scoot”. “A raíz del apoyo que recibimos del alcalde de Las Condes (Santiago), Joaquín Lavin, fue una gran parte de la razón por la que pudimos iniciar el servicio en Santiago. Si la ciudad de Montevideo quiere tener a Scoot, nos encantaría hablar con la ciudad sobre cómo llevar una movilidad eléctrica divertida y asequible a los residentes”, sostuvo Justin Dawe.
Movo
Movo nació en Madrid a inicios de 2018 ofreciendo el servicio de moto-sharing, una marca de Cabify dedicada exclusivamente a este servicio. A partir de 2019 inició operaciones con monopatines eléctricos en Bogotá, Ciudad de México, Lima, Madrid y Santiago de Chile.
La expansión de Movo contempla el inicio de operaciones en Montevideo en el tercer trimestre de este año, indicó el encargado de Asuntos Públicos de la empresa, Miguel Abad.
Según la empresa, las ciudades de Latinoamérica se caracterizan por tener zonas urbanas con alta densidad poblacional y un elevado uso del automóvil en trayectos cortos. “Trabajar de la mano con los gobiernos y la sociedad es fundamental para el éxito de estas nuevas alternativas de movilidad de uso compartido. Fomentamos un diálogo permanente y constructivo en el que se generen mejores condiciones de operación, seguridad y competencia”, explicaron.
Grin
El próximo plan de Grin es unir Buceo con Carrasco y de esa manera cubrir todos los barrios del corredor costero de Montevideo desde Ciudad Vieja hasta Carrasco. “Esto es parte de nuestros objetivos, aportar a la ciudad como una nueva forma de micromovilidad que facilite la vida cotidiana de miles de personas que eligen trasladarse de manera amigable con el medioambiente y complementaria de los otros medios disponibles”, explicó Martín Larre. Agregó que la micromovilidad “tiene mucho para crecer en Uruguay y en el mundo. Creemos que el modelo de vehículos compartidos es el más sustentable para una ciudad”.
El country manager de Grin explicó que están aguardando la regulación por parte de las autoridades, ya sea de Montevideo o a nivel nacional, para ver cómo se adecuaría en aspectos como la seguridad.
El segmento que más ha utilizado los monopatines son quienes tienen entre 18 y 35 años, aunque hay público “de todas las edades”.
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