¿Necesitas aliviar el estrés de pasar tanto tiempo frente a la pantalla? Hay una aplicación para eso

Las empresas "startup" de atención plena parecen una solución rentable para los problemas creados por el sector tecnológico

Tiempo de lectura: -'

16 de diciembre de 2021 a las 17:09

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Elaine Moore

La búsqueda de la paz y el bienestar emocional en un teléfono inteligente es un esfuerzo perverso. Sin embargo, el bienestar digital ha sido una de las historias de éxito del sector tecnológico durante la pandemia. Otrora, a los trabajadores estresados se les recetaba una visita a la playa para calmar sus nervios. Ahora a los empleados les dan descuentos en membresías para las aplicaciones de meditación.

El aumento de la demanda ha animado a las empresas "startup" que ofrecen y venden programas de atención plena a ir más allá de la contemplación tranquila. La compañía de realidad virtual Tripp utiliza efectos visuales en espiral y sonoros para imitar la sensación de un viaje psicodélico. Otra compañía, Open, respaldada por el cofundador de Twitter Jack Dorsey, cobra US$20 al mes por el trabajo de respiración, es decir, por inhalar y exhalar. Revery, creada este año, cree que puede ayudar a los insomnes utilizando técnicas de juego en línea.

La ansiedad y la incertidumbre estimulan las descargas. En el primer mes de la pandemia, el promedio de horas dedicadas a las aplicaciones de salud mental y fitness aumentó un 30 por ciento, según datos de PitchBook. Más de 100 millones de personas ya tienen la aplicación de atención plena Calm en sus teléfonos. El surgimiento de una nueva variante de Covid y la perspectiva desalentadora de un tercer año de pandemia mundial animarán a los inversionistas a apostar por más compañías de bienestar.

Para la mayoría de los nuevos participantes, ganar dinero significa replicar los modelos comerciales de aplicaciones establecidas como Headspace y Calm. El interés corporativo por la salud mental de los empleados es uno de los principales motores del auge de la inversión en aplicaciones de bienestar. Headspace, cofundada por un ex monje budista, ha cerrado acuerdos con más de 600 compañías, entre ellas Starbucks y Google. Este verano, anunció sus planes de fusionarse con el servicio de salud mental Ginger, con una valoración de US$3 mil millones. Calm, la primera aplicación de salud mental que se ha convertido en un unicornio con una valoración de más de US$1 mil millones, tiene asociaciones con American Airlines, M&S y Uber.

He descargado y borrado múltiples aplicaciones de meditación en los últimos dos años, seducida por los efectos mágicos que prometen pero sin la disciplina necesaria para obtener resultados. Utilizar mi teléfono siempre conlleva la tentación de desplazarme por las redes sociales o consultar el correo electrónico. Esto no favorece la conciencia plena, que surge de las prácticas budistas destinadas a lograr la conciencia del momento presente.

El prolongado interés de Silicon Valley por la meditación y la conciencia plena se debe a su proximidad con la contracultura de la costa oeste. Su traducción a aplicaciones de pago parece una solución rentable a los problemas que el propio sector ha creado.

El bienestar como sector de consumo parece especialmente atractivo para los oficinistas que viven en las ciudades. Quizás se considera una cura para la neurastenia que se produce por vivir demasiado cerca de millones de personas y demasiado pegados a nuestros teléfonos. En San Francisco, por ejemplo, es fácil dejarse atraer por un costoso régimen de bienestar. Escucha una meditación de Headspace de US$12.99 al mes en tus desplazamientos matutinos, paga US$15 por una ensalada de col rizada de Sweetgreens en el almuerzo y asiste a una clase de spinning de SoulCycle de US$38 después del trabajo.

Headspace tiene su sede en Los Ángeles, un vasto centro urbano donde el consumo de servicios de autocuidado es una forma de arte. El imperio del bienestar de Gwyneth Paltrow, Goop, tiene su propia sede en las cercanías. Los lugareños pueden, si lo desean, pagar por las clases de ayuno, sus jugos de Moon Juice y la terapia de picadura de abeja. La naturaleza costosa y egoísta de este autocuidado comercializado — tanto fuera como dentro de la red — la hace blanco fácil de los críticos. El periodista estadounidense Fredrik deBoer escribió el año pasado que el enfoque de la industria del autocuidado en la mejora de la vida del individuo es como si la prosa de Ayn Rand estuviera representada por memes de yoga.

En 2019, antes de que las aplicaciones de meditación se descargaran millones de veces, el profesor de la Universidad Estatal de San Francisco Ronald Purser advirtió sobre lo que llamó la sombra de la revolución de la conciencia plena. Su libro, "McMindfulness", sugiere que el movimiento se enfocó demasiado en el individuo y no animó a las personas a considerar transformaciones de mayor alcance en el mundo que las rodea.

Esta misma dinámica se da hoy en día. En lugar de preguntarse por qué el estrés era tan generalizado en los lugares de trabajo antes de la pandemia, es responsabilidad de los individuos tranquilizarse abriendo una aplicación. No es casualidad que las empresas "startup" de conciencia plena, alabadas por su capacidad para reducir el estrés y mejorar la concentración, sean buenas para los empleadores. Pero la meditación en línea no es una panacea para situaciones en las que un mejor sueldo o una gestión cuidadosa serían más útiles.

Tampoco es la respuesta al mundo lleno de pantallas en el que la pandemia nos ha obligado a vivir. En los últimos dos años, muchos de nosotros hemos pasado más tiempo que nunca en Internet. Estamos pegados a las computadoras y a los teléfonos para trabajar, educarnos, entretenernos y hacer vida social. Si tenemos suerte, 2022 será mejor. Si no, hay mejores maneras de manejarlo que descargar otra aplicación.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.