Camilo Dos Santos

Novick en picada: nuevos rivales y fuga de votos por derecha

El líder del Partido de la Gente deberá cambiar su estrategia si quiere generar un cambio de verdad en su intención de voto, aconsejaron analistas políticos

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20 de julio de 2019 a las 05:02

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Hay algo que a Edgardo Novick le juega una mala pasada y lo sabe desde hace tiempo: ya no es “el nuevo” de la política como lo era en 2015, cuando su nombre, apoyado en la idea de que era un empresario enfocado en la gestión y la buena administración, determinó que el 24% de los montevideanos votara al entonces candidato a intendente de la capital. 

Perdió con Daniel Martínez, pero desde entonces se ha jactado de haber tenido más votos que la oficialista Lucía Topolansky, y ese antecedente es citado todavía hoy en sus actos para alentar a su militancia. Sin embargo, y pese a que no tenía un competidor serio en las elecciones internas –Fernando Carotta, votado por 90 personas, nunca significó una amenaza real– Novick y su entorno esperaban al menos recibir 20.000 votos, y no los 6.663 que finalmente recogieron. 

Además de ya no ser una marca nueva y de haber tenido una magra expresión electoral en junio, los politólogos encuentran muchos otros problemas. Algunos llevan los nombres de Juan Sartori, Guido Manini Ríos, Julio María Sanguinetti y Jorge Larrañaga. 

Por eso los analistas sugieren que Novick debería buscar nuevas estrategias para volver discriminarse, porque mientras hasta hacía poco era el político que lideraba el “mercado de la mano dura”, el que prometía una buena gestión y que se sostendría con votos principalmente colorados y conservadores, hoy pierde en esos rubros.

Empresario de derecha

Cuando Daniel Peña, candidato a vicepresidente y único legislador del Partido de la Gente lanzó su sector –la lista 3.000.000– una semana antes de las internas, Gustavo Guidobono, uno de sus militantes, tomó el micrófono para transmitir una preocupación que por entonces ya compartían varios seguidores del empresario, y luego la explicó a El Observador: “Han planteado que Novick fue relegado por millonario por Sartori y por facho por Manini (Ríos). Por todos lados nos ponen techo”, lamentó. 

Los politólogos Antonio Cardarello, Adolfo Garcé y Mariana Pomiés comparten esa apreciación.

“Sartori le quitó la imagen de empresario exitoso y el discurso de que no existe ideología sino gestión, además de su preocupación por la seguridad”, dijo Cardarello, docente e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República (Udelar). 

“Y la aparición de Manini Ríos también jugó, pero más por lo ideológico, porque está más a la derecha que él, con un discurso muy corporativo. Y además Novick también pretendía captar a militares y policías: eso era algo que intentaba al criticar todo el tiempo a José Mujica”, agregó el experto. 

Pomiés, directora ejecutiva de la encuestadora Cifra, hace una lectura en términos casi idénticos y suma otro factor de peso:la aparición en las internas del colorado y dos veces presidente Julio María Sanguinetti, con quien Novick se disputaba gran parte de su electorado.

“Hubo colorados que se habían ido con él y que retornaron a su partido, pero sobre todo al sanguinettismo”, dijo Pomiés, ya que Ernesto Talvi, el ganador de la contienda del partido de Rivera, tiene un perfil muy diferente. Quienes estaban con Novick y ahora se fueron “son votantes tradicionales del Partido Colorado”, sostuvo Poimiés. 

Cardarello está de acuerdo con ese punto, pero cree que el problema de Novick es en realidad con todo el Partido Colorado.

“Ese partido estaba alicaído, desahuciado” luego de las elecciones pasadas, dijo el docente, pero ahora, con una interna competitiva tras el retorno de Sanguinetti y el surgimiento de la figura de Talvi –que hoy incluso pretende disputar el liderazgo de la oposición a Luis Lacalle Pou– generó una renovación importante de los colorados y, así, “le sacaron el electorado que Novick pensaba recoger” a partir de 2016, cuando se fundó el Partido de la Gente, sostuvo el analista. 

El anuncio de que el senador Pedro Bordaberry analiza cambiar sus planes y mantenerse en política solo hace que el escenario para Novick sea más complejo, agregó Cardarello.

Nueva estrategia

Adolfo Garcé, también docente e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Udelar, aporta la incidencia de un actor político que no mencionaron los otros: Larrañaga, y su estrategia de centralizar su discurso también en el combate a la delincuencia.

El senador blanco, analizó Garcé, pasó a liderar el “mercado de la mano dura” con su campaña Vivir sin Miedo, que promueve la reforma constitucional para combatir mejor a la delincuencia y que se plebiscitará en octubre. 

“Entonces, todo el tema de la tolerancia cero de Novick perdió terreno”, agregó Garcé.

Precisamente, ese ha sido hasta ahora el eslogan de campaña del Partido de la Gente, aunque en las últimas semanas viró de la inseguridad a temas como la corrupción. Pero la figura del empresario sigue asociándose a la seguridad, ya que, por ejemplo, su principal propuesta programática son sus cincuenta medidas para reducir los niveles de inseguridad, presentadas a fines del año pasado.  

Y eso, a su vez, para Cardarello generó un efecto de “saturación” temática, algo que en política nunca ha dado resultado. 

“Como pasó con el (nacionalista) Juan Andrés Ramírez, que fue precandidato a presidente en 1999 y en su campaña habló solo de corrupción… Cuando llega el momento de votar, el elector suele preguntarse qué otra cosa tiene el político para decir”, puso de ejemplo.

Por eso, coinciden los analistas, Novick tiene el desafío decambiar su estrategia y profundizar el cambio de su discurso. Eso si quiere incidir en octubre y que no se hagan realidad encuestas como la que divulgó Radar esta semana, en la que mostró que Novick tiene 0,4% de intención de voto.

“Tiene que pensarse de otra manera”, aconsejó Pomiés, sobre todo luego de la salida de importantes dirigentes a fines de marzo, y que significó la peor crisis del partido en su corta historia.

Fue el caso del diputado Guillermo Facello, líder del magurnismo y con una estructura política de relevancia, y la del exfiscal Gustavo Zubía, que si bien no tenía estructura era una figura mediática de peso. Ambos se fueron a fines de marzo, luego de que Novick cesara del cargo de vicepresidente a Facello por haberse reunidos con políticos colorados; y Zubía, del sector del diputado, optara por seguir sus pasos, primero como precandidato colorado, y ahora como dirigente del sanguinettismo.

No obstante, Novick cambió su estrategia de campaña antes de las elecciones internas, con una comunicación que apuesta a la honestidad del político o la intolerancia a cualquier clase de corrupción.
“Intenta salir menos enojado”, dijo Cardarello, pero eso no alcanza si pretende generar un cambio radical.

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