La entrada de Edgardo Novick pasó casi desapercibida. Se mezcló entre la gente como uno más y se quedó parado en el medio, con las manos en los bolsillos. Era miércoles de noche, el frío apretaba, y con el jingle que sonaba en toda la sala el precandidato estudiaba la escena a su alrededor: cerca de cien militantes esperaban a que el diputado Daniel Peña diera inicio al acto de lanzamiento de su sector, que es el más popular del grupo político. Novick empezó entonces a saludar a quienes se fueron dando cuenta de su presencia. Empezó a entonar el jingle e incluso lo acompañó con las palmas cuando se sentó cerca del estrado.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá