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Cerro Largo le ganó 1-0 a Peñarol en el Ubilla
Peñarol salió de licencia antes de los previsto. Dejó la sensación de no haber asistido a Melo. Pareció jugar con displicencia pese a que su técnico Diego López reconoció la derrota y dijo que no hay excusas.
Peñarol se fue de Melo no solo con la derrota sino con la preocupación de que sus perseguidores le descontaron unidades en la tabla de posiciones.
Fénix quedó a tres puntos en la Anual al tiempo que Nacional, Danubio y Cerro Largo –todos gandores el fin de semana– quedaron a cuatro unidades
En el primer tiempo Cerro Largo sorprendió a Peñarol de movida. Salió dispuesto a imponer su condición de local. Se plantó en terreno aurinegro, presionó y llevó a la visita a cometer errores.
A los 7 minutos encontró el gol. Matías Tellechea recortó de la derecha al medio y cuando ingresó al área el argentino Lema lo bajó. El árbitro Matonte no dudó y sancionó el penal. Sosa lo cambió por gol para poner en ventaja a los arachanes.
El partido era todo para Cerro Largo. Dominaba pelota y terreno. Llegaba por las bandas y Peñarol no le encontraba la vuelta al juego.
Pero como por arte de magia el local se retrasó y se metió solo en la cueva.
Peñarol avisó a los 19 minutos con una pelota que el Toro Fernández le bajó a Giovanni González, cuyo remate se perdió apenas afuera.
Fue una especie de inyección anímica para un Peñarol que hasta ese entonces era dominado. Cambió el viento. Se paró unos metros más adelante y fue en procura del empate.
A los 22 el campeón tuvo la más clara. Centro de Rojo desde la izquierda y cabezazo de Fernández que devolvió el palo.
Cerro Largo había perdido la pelota. Peñarol jugaba a placer. Recuperaba rápidamente el balón en zona central y se tiraba por las bandas enviando centros que generaron inquietud.
Sobre el cierre del período inicial el local contó con dos nuevas chances de gol. La primera un cabezazo de Rodrigo Díaz a la salida de un tiro de esquina y la segunda a los 41’ en un contragolpe que tomó mal parado al aurinegro. Graví se demoró en definir y el zaguero Izquierdo le terminó quitando la pelota. Cerro Largo se retiró en ventaja.
El complemento fue tedioso, malo, con mucha pierna en el mediocampo intentando cortar en lugar de generar.
Debido a que Peñarol era incapaz de destrabar un juego al que nunca le encontró la vuelta, su técnico Diego López movió piezas.
A los pocos minutos de iniciada la parte complementaria, mandó a la cancha a dos hombres más frescos para abrir y ocupar el ancho de la cancha.
Los ingresos de Estoyanoff y Canobbio tenían el claro mensaje de atacar por afuera para aprovechar la potencia y el juego aéreo del Toro Fernández y el argentino Viatri.
Pero no hubo forma. Peñarol se reiteró en centros intrascendentes, incluso frontales, que fueron de sencilla solución para la defensa rival y el golero Washington Aguerre que fue cobrando importancia cortando varios envíos.
El campeón del Apertura no generó una sola situación clara de gol en todo el complemento. Es más, la única fue de Cerro Largo en un tiro de esquina que alcanzó a peinar Sosa y sacó el golero Dawson.
El juego entró en la recta final entre la intrascendencia de un Peñarol –que, incluso, fue perdiendo el humor lo que nubló más sus ideas–, y el control del local.
Cerro Largo se quedó con el gol. Lo defendió. No tomó demasiados riesgos. Se percató de que su rival comenzaba a perder piernas lo que hizo más sencilla su gestión defensiva.
De esa forma Cerro Largo mantuvo su condición de inexpugnable en el Ubilla. Lleva un año sin perder en su escenario (19 de mayo de 2018 fue la última derrota).
Peñarol, pese a que su entrenador Diego López le quitó trascendencia a la derrota, se fue dejando preocupaciones.
Sus escoltas se le pusieron a tiro en la Tabla Anual. Fénix, su más inmediato perseguidor, quedó a tres puntos, al tiempo que Nacional, Danubio y Cerro Largo recortaron la ventaja a cuatro unidades.
