Por qué consultar a un nutricionista
Cuando se quiere cambiar de hábitos, pero no se sabe cómo comenzar, un especialista en nutrición puede ser de gran ayuda.
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08 de diciembre de 2016 a las 06:52
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Cuando se trata de salud, generalmente se distinguen 4 etapas en el proceso de cambio de comportamiento: la contemplación, la preparación, la acción y el mantenimiento.
En la etapa de contemplación el nutricionista puede contribuir explicando los beneficios que dichos cambios de hábitos implican para la salud. Puede anticipar los posibles obstáculos que se presentan en el camino y planificar las comidas para la etapa de preparación. Las etapas de acción y mantenimiento pueden abordarse con visitas cortas para mantener la motivación y continuar adelante.
Siempre es bueno informarse y quitarse las dudas con un profesional, ya que un nutricionista educado mantiene siempre actualizada la información basada en evidencia científica.
Hoy por hoy abundan las enfermedades asociadas a los malos hábitos alimenticios y de vida, como son la diabetes, la obesidad y la hipertensión arterial, para las cuales resulta fundamental tener un asesoramiento nutricional. Otro problema común son las alergias alimentarias, que pueden convertir la alimentación en algo monótono cuando no se cuenta con el consejo de un profesional.
Un informe publicado en setiembre del 2010 en la revista "Medicina Académica", señaló que la educación nutricional en la carrera de medicina es a menudo insuficiente, por lo que, un médico de atención primaria puede no ser capaz de dar la profundidad de orientación nutricional que el paciente necesita. Lo ideal es que, en el sistema de salud, el médico y el nutricionista trabajen conjuntamente para contribuir a optimizar los aspectos dietéticos de la atención médica.
Para visitar al nutricionista es bueno tener en cuenta ciertos aspectos:
1. Empezar una semana antes: con un registro de alimentos y cantidades que se comen y se beben durante el día. Esto permite al profesional tener una visión general de la calidad de la dieta habitual de su paciente. Si se padece diabetes o sobrepeso, el nutricionista será capaz de observar los efectos de los alimentos que se consumen. En el registro se puede además incluir otros tipos de datos como el nivel de hambre, de ansiedad, de humor, etc. Si se tienen alergias alimentarias también será útil incluir los síntomas, la hora que se padecen y el tiempo que duran.
2. Tampoco se debe olvidar de llevar:
· Cualquier medicamento que se esté tomando, vitaminas, probióticos, suplementos, etc.
· Un listado de preguntas que se tenga.
· Registro de glicemias en caso de ser diabético.
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