Premios Nobel de la Paz defendieron a Lula da Silva

Dos premios Nobel de la Paz defendieron este jueves en Uruguay al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva –condenado a 12 años y un mes de prisión por un delito de corrupción pasiva– en sus discursos de apertura del encuentro internacional Voy por la Paz.

El primero en hacerlo fue el activista argentino Adolfo Pérez Esquivel, que promueve desde hace unas semanas que Lula sea postulado al mismo premio Nobel que ostenta. Acusó al gobierno de Michel Temer de estar al frente de una dictadura y definió al líder del Partido de los Trabajadores como un "preso político".

"En Brasil no hay democracia, sino un golpe de Estado, como lo hubo en Honduras, en Paraguay, y como hubo cuando derrocaron a (la expresidenta de Brasil) Dilma Rousseff sin ningún tipo de acusación ni hechos concretos". Y más adelante fue más duro: "No hay ninguna justificación judicial sobre lo que está pasando, (...) están haciendo todo lo posible para evitar que se presente a las elecciones".

Consultada por lo mismo, la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú destacó los "programas ejemplares que favorecen a los niños y a los pobres" que desplegó Lula durante su mandato, y pidió que "los tribunales brasileños sean justos" so pena de que este caso se transforme en un "crimen político". "La politización de la Justicia –sostuvo– ha sido una práctica en este continente".

Pérez Esquivel también se refirió a las escisiones que sufrió el viernes la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ante las dificultades que presentaba el bloque. Para el activista, la salida de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú destruye "todo lo que se había construido durante mucho tiempo de integración regional, y eso es grave, porque los gobiernos no están teniendo en cuenta los derechos de los pueblos".

Las jornadas Voy por la paz, que se extenderán desde este jueves hasta el sábado, son coordinadas por la Fundación para la Democracia Internacional, una organización que, según su presidente, Guillermo Whpei, tiene como propósito poner en agenda "temas incómodos", como la consideración de América Latina como un continente en que "no hay democracia", o que si existe "no soluciona los problemas de la gente".

Sobre el cierre del las conferencias –de las que también participaron los premios Nobel Shirin Ebadi y Lech Walesa–, Whpei dijo que otro de los objetivos de la Fundación es "cambiar" los sistemas democráticos vigentes, de modo que la gente pueda "participar" y "enriquecer" las instituciones". Ese, dijo, "es el gran compromiso" de la organización: "Dejar un mundo más justo, solidario y equitativo para los que vienen".