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Procesado por tráfico de monos y tucanes
Una encomienda que llevaba desde Paysandú hasta la terminal de Tres Cruces una caja con un simio sedado adentro, despertó las sospechas de la empresa que denunció el hecho y terminó con un hombre procesado por receptación.
La jueza penal Mariana Mota procesó sin prisión al hombre responsable del tráfico de animales exóticos, luego de probar que venía comercializando animales exóticos desde meses atrás.
De las declaraciones del indagado y de otros testigos y de escuchas telefónicas realizadas, se constató que el procesado recibe de personas, cuya identidad aún no se pudo establecer, tucanes, diferentes especies de aves, monos, entre otros.
“Estos animales los comercializa a particulares interesados en conformar una reserva particular o en ocasiones efectúa canje por otras especies en las reservas y zoológicos estatales”, afirmó Mota en el auto de procesamiento.
Pero no sólo traficaba monos y aves. También concretó el canje de dos ciervos axis y un muflón macho por un par de tucanes, dos urracas azules y un loica, provenientes de la reserva de flora y fauna Dr. Roberto Talice del departamento de Flores. Ese intercambio había sido acordado previamente por teléfono con el veterinario de la reserva, quien declaró en el juzgado que este tipo de canjes se ha realizado en otras ocasiones, previa autorización del intendente de Flores. El veterinario dijo que los canjes se hacen con el objeto de “dotar a la reserva de otras variedades de especies y que no recibe beneficio económico ni de ningún tipo” por las transacciones.
La Policía filmó el canje y se realizó por medio de un “acta de canje” en la que se detallaba los animales que se intercambiaban, y la identificación del capataz de la reserva pero el procesado falsificó su identidad en el acta.
La jueza también realizó una inspección en una chacra en Las Brujas, Canelones, donde se encontraron animales exóticos variados. El propietario admitió haberle comprado monos al procesado. El hombre tenía en su poder actas de canje con los zoológicos de Villa Dolores y de Minas, con el Parque Lecocq y con la estancia presidencial de Anchorena.
El procesado comercializó además especies autóctonas protegidas por hallarse en peligro de extinción como el coatí, el cisne de cuello negro, ñandú, loica, urraca azuil, cardenal de copete amarillo, rey del bosque gris, torcaza, dragón, entre otros.
“Como se desprende de las conversaciones telefónicas interceptadas, existe un evidente interés económico en la comercialización de estos animales”, concluyó la jueza que lo procesó por un delito continuado de receptación y falsificación de documento privado y lo mandó a hacer tareas comunitarias por 60 días por ser primario.
La jueza consideró que los monos o los tucanes que comercializó no son autóctonos por lo que su ingreso es necesariamente ilegítimo, al carecer de los permisos correspondientes, mediante contrabando. La investigación continúa para determinar otras responsabilidades.
