Qué alternativas explora Ancap para diversificar su cuestionado negocio de producción de cal

La empresa analiza alternativas para la planta de Treinta y Tres que hoy depende casi enteramente de un contrato con Brasil

Tiempo de lectura: -'

07 de julio de 2021 a las 05:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

La planta de cal de Cementos del Plata -subsidiaria de Ancap-  ubicada a 25 kilómetros de Treinta y Tres exporta a Brasil desde hace unos 11 años. En el municipio de Candiota está su principal cliente, la Compañía de Generación Térmica de Energía Eléctrica (CGT Eletrosul–), que se queda con casi la totalidad de la producción.

El año pasado tras una reñida licitación y con apelaciones de por medio, la empresa logró cerrar un nuevo contrato hasta diciembre de 2024, con un piso de 120 mil toneladas anuales y precios inferiores a los que cobraba anteriormente. Ese contrato logró mantener a flote un emprendimiento cuestionado desde sus inicios que de otra manera tenía todos los boletos para el cierre, y en el que se invirtieron en el orden de US$ 120 millones.

El representante de Cabildo Abierto en el Directorio de Ancap, José Luis Alonso, señaló  a El Observador que este emprendimiento es un ejemplo de inversiones “heredadas”, en donde no se “respetaron reglas básicas de una buena administración” al momento de llevarlas adelante. Entre ellas mencionó análisis de mercados, potencial de crecimiento, sostenibilidad del modelo de negocios y amortización de la inversión, entre otros puntos. Además dijo que en administraciones anteriores no hubo acciones para conseguir nuevos clientes y no tener que seguir dependiendo de uno solo.

¿Qué horizonte tiene este emprendimiento? Para Alonso es necesario buscar alternativas para poder extraer “el mayor potencial posible” de las instalaciones industriales existentes. “Hay que terminar de amortizarla y hay que tener utilidades porque salió del bolsillo de la gente pagar esa obra”, dijo.

La cal viva que es lo que se entrega a Candiota es un producto de la piedra caliza. El producto se utiliza en la desulfuración de gases de combustión. Pero hay otros productos y subproductos que podrían comercializarse. Por ejemplo, de cada tonelada que se extrae de la cantera de piedra caliza en bruto, 55% en promedio entra al proceso industrial para producir la cal y el 45% queda como producto de descarte que no da para el proceso de quemado y producción de la cal viva.

“Esos son subproductos y estamos tratando de abrir mercados para los mismos. En Uruguay se precisa encalado de suelos (como acondicionador), hay un mercado. Y Brasil tiene  no menos de 50 millones de hectáreas que necesitan carbonatado. El encalado de esos suelos lleva unas 5 toneladas  por año por hectárea. El mercado potencial es de esa magnitud. Hay alternativas que estamos explorando”, afirmó Alonso.

También está la posibilidad de un nuevo contrato con Eletrosul por 15 años, pero que depende del éxito que tenga la brasileña en dos licitaciones para abastecimiento de energía de las que tiene previsto participar este año.

La explotación del yacimiento ubicado en Cerro Méndez pertenece a Ancap y el proceso industrial, de extracción y de venta es de Cementos del Plata. La calera emplea a unas 70 personas.

En 2020 las ventas de cal cayeron un 30% en volumen con respecto a 2019, con 83.611 toneladas., de las cuales 65.178 toneladas fueron exportadas a Brasil, según datos de Ancap. El remanente fue comercializado en el mercado local. El menor volumen colocado se debe en su totalidad a que la central de Candiota detuvo sus actividades entre julio y mitad de noviembre por rotura de sus instalaciones y no consumió cal en ese período. También se comercializaron 99.226 toneladas de piedra caliza en el mercado interno.

Durante 2021 se proyecta vender aproximadamente 156.000 toneladas de cal, de las cuales 132.000 toneladas serían para abastecer a Eletrosul. A su vez, se analiza generar nuevos negocios relacionados con la cal, piedra calcítica y sus derivados.

Por otro lado, un factor de peso durante los últimos años ha sido el costo de los fletes que el ente debía pagar para trasladar el producto hasta territorio norteño. El año pasado y tras un llamado a licitación el servicio de transporte pasó a manos de dos empresas y se logró reducir alrededor de 20% el precio por tonelada. Anteriormente el transporte era realizado por una empresa privada uruguaya que utilizaba camiones brasileños. Desde la oposición se advirtió en 2015 que el precio de US$ 85 por tonelada que se pagaba estaba 30% por encima del mercado.

Ancap también tiene en carpeta la posibilidad de que a futuro el transporte de la cal  a Brasil (distancia de unos 300 kilómetros) se realice con camiones bitrenes o tritrenes de mayor capacidad  de carga. Eso podría ayudar al negocio de la cal, dado que los márgenes son muy bajos, había dicho a El Observador el director nacionalista Richard Charamelo tiempo atrás.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.