¿Qué tan innovadoras son las empresas uruguayas?

Estas son algunas de las conclusiones de una encuesta realizada por Estudio de Innovación, liderado por Josefina Maisonnave y María Martha Passadore.

Al constatar una realidad dispar en el mercado uruguayo a través de los procesos de innovación en los que trabajan, Maisonnave y Passadore decidieron llevar adelante el primer relevamiento de este tipo en el país. El objetivo fue sondear la percepción de empresarios y gerentes pero también profundizar en sí verdaderamente la innovación está instalada en la cultura organizacional y es parte de la estrategia.

Algunos de los resultados más relevantes fueron:

• 80% entiende la innovación como la implementación de algo nuevo que genera valor a su negocio.
• 75% considera que trabajan en una empresa innovadora.
• El 84% de los encuestados coincide en que innovan para crecer de forma sostenida o diferenciarse de la competencia.
• El 97% opina que se puede aprender a innovar.
• El 93% dice que contar con tecnología no es suficiente para innovar.
• 49% considera que es poco o nada importante “tener a alguien dedicado específicamente a innovar
  dentro de la organización”.
• El 99% considera que “tener un equipo creativo“ y “conocer a fondo las necesidades de mi cliente/usuario“, son los factores de mayor importancia a la hora de innovar.
• 62% señaló a la falta de tiempo es el principal obstáculo para innovar.

Del estudio se desprende que el factor más importante a la hora de incentivar la innovación es contar con personal creativo. Sin embargo, la creatividad es una de las habilidades menos valoradas en los equipos.

Se recibieron 255 respuestas en más de 240 empresas consultadas.

Maisonnave y Passadore pensaron a priori que la definición de innovación que tuvieran los empresarios iba a ser más diversa, pero se llevaron una sorpresa: por abrumadora mayoría señalaron la definición más cercana al concepto.

Las directoras de Estudio de Innovación comentaron que si bien conocen el concepto está claro y la mayoría piensa que trabaja en compañías innovadoras, "si se rasca un poco uno se da cuenta que no es tan así, y que todavía falta poner a la innovación como una prioridad".

Apuntaron a una ausencia de formalización y que un 34,4% no evalúa a sus equipos en base a objetivos vinculados a innovar. "Si cuando te sentas con tu jefe no te pregunta ni te mide en base a esos resultados, ¿que motivaciòn vas a tener para innovar?", comentó Passadore.

Además gran parte no tiene un órgano de innovación y las iniciativas son empujadas por personas en forma aislada.

Destacaron que, antes que el presupuesto, el principal obstáculo mencionado para innovar fue el tiempo. Señalaron que, aunque sea real, ésto habla de que la innovación no está entre las prioridades ni en la estrategia.

Otro freno importante es que no se tengan procesos formales establecidos

Passadore recomendó que, para revertir esta situación, se empiece por abrirse a traer innovación:  "Esa apertura es el primer paso y es el más dificil, Abrirme en la forma de trabajar, de interactuar entre las personas. Está muy relacionado con que haya
tolerancia al fracaso, con que se incorpore la colaboración. Es un cambio de mentalidad", explicó.

Según Maisonnave, resulta vital que los altos mandos se involucren en este cambio para que permee al resto de la organización. "Si lo que falta es tiempo, ¿quién te lo da? Hemos tenido diferentes experiencias en las que funciona porque viene desde arriba. o queda en la nada, porque no hay un involucramiento".