De Ximo Puig a Mónica García: quiénes podrían llegar al gabinete de Sánchez

En Moncloa piden calma y la frase más repetida en el Congreso es que el único que sabe a quién elegirá es el propio Sánchez. Pero el futuro de muchos de los ministros actuales está en juego y hay pocas certezas más allá de que repetirá la vieja guardia del presidente en un Gobierno que tendrá menos carteras y nuevos nombres para una etapa política que se antoja aún más complicada que los últimos tres años y medio de la coalición.

Suenan con fuerza, a priori, el descenso de la agrupación Podemos; el ascenso de Sumar y de la líder de Mas Madrid, Mónica García, además del ex presidente valenciano, Ximo Puig.

El Ejecutivo está compuesto actualmente por 22 carteras, el número más alto de todos los gobiernos que se han formado en la última etapa democrática de España. Esto le costó muchas críticas al presidente, que ahora sí parece que reducirá carteras para hacer un Gobierno más cohesionado y funcional.

Son cuatro los nombres que se quedarían seguro junto a Sánchez.

Entre ellos, Teresa Ribera, actual vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, con la que Sánchez está muy contento por su papel y también su relevancia en Europa. Sin ir más lejos, consiguió que los 27 acordaran la reforma del mercado eléctrico.

También María Jesús Montero, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE. Es decir, es la número dos de Sánchez en el partido. El presidente podría recuperar la figura de la vicepresidenta política, una figura que serviría como parapeto para el jefe del Ejecutivo y que se perdió cuando cesó a Carmen Calvo en 2021

Para este puesto también suena Félix Bolaños, el 'hombre para todo'. Actualmente ejerce como ministro de la Presidencia, aunque podría saltar a Justicia. Con las críticas de las asociaciones judiciales arreciando, es una tarea complicada para la que Sánchez quiere un perfil de su confianza. También porque está pendiente la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) —que ya acumula casi cinco años en funciones—, una de las tareas de Bolaños.

La continuidad de Pilar Llop, actual notaria mayor del Reino, está absolutamente descartada. Asimismo, el futuro de Pilar Alegría, portavoz del partido, parece igualmente ligada al del presidente, aunque quizá en una cartera con más peso —actualmente lleva Educación—.

En la cuerda floja

Entre las incógnitas, la más destacada es la de Nadia Calviño. La actual vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos es candidata a liderar el Banco Europeo de Inversiones (BEI), un puesto incompatible con el actual. No obstante, no es seguro pese a que el canciller alemán Olaf Scholz le haya dado su apoyo y podría repetir para, en pocas semanas, dejar el Ejecutivo en caso de terminar siendo la elegida para el órgano europeo. El otro gran economista del Gobierno, José Luis Escrivá, tampoco tiene asegurada su continuidad.

Isabel Rodríguez, actual portavoz, podría repetir al frente de Política Territorial o de cualquier otro ministerio, pero dejar de ser la voz del Gobierno. 

José Manuel Albares, titular de Exteriores, podría ir a Defensa en sustitución de Margarita Robles, cuya continuidad —al igual que la de Fernando Grande-Marlaska— pende de un hilo. De hecho, estos dos son de los ministros que más tiempo han estado en el gabinete del presidente.

Para sustituir a Marlaska, se escuchan los nombres Antonio Hernando u Óscar López, viejos conocidos y actuales colaboradores del presidente.

En cuanto a Luis Planas, ministro de Agricultura, cuenta con el respeto y el reconocimiento del presidente, pero fuentes cercanas hablan de una posible jubilación política. U

na incógnita también es el futuro de Héctor Gómez y José Miñones. Ambos fueron nombrados ministros de Industria y Sanidad, respectivamente, a comienzos de este año para lanzar a sus antecesoras como candidatas en las elecciones municipales, pero no se sabe si Sánchez valora su actividad en el poco tiempo que han tenido para desarrollar su trabajo —apenas unos meses—. Y Sanidad, además, se perfila como uno de los ministerios que podría entrar en la cuota de Sumar.

Miquel Iceta y Raquel Sánchez, titulares de Cultura y Transportes, son la cuota del PSC que ahora peligra. En su lugar podría entrar Eva Granados, portavoz del PSOE en el Senado, o alguna de las 'Nurias', tanto Marín —alcaldesa de l'Hospitalet— como Parlón —de Santa Coloma de Gramanet—. Estas últimas son fijas en las quinielas desde hace años.

Para contentar también a la federación valenciana podría llegar a un ministerio Ximo Puig, expresident de la Generalitat. Esto facilitaría su relevo en el territorio, a lo que parece estar llamada Diana Morant, ministra de Ciencia.

Además, el presidente es muy dado a los golpes de efectos y se da por descontado que tire de otro para esta elección. En esta terna entra el nombre de Carmen Castilla, actual secretaria general de UGT Andalucía.

Las expectativas de Sumar

En Sumar, por el contrario, el reparto de los ministerios parece mucho más claro. Nadie quiere dar por cerradas las cosas hasta que Sánchez anuncie la composición definitiva de su gabinete, y, de hecho, el entorno de Yolanda Díaz evita confirmar cualquier nombre y se limita a calificar de "quinielas" las informaciones que corren estos días.

Pero otras fuentes de varios de los diferentes partidos que componen Sumar confirman que la coalición quiere mantener los cinco ministerios que consiguió en 2019 Unidas Podemos, así como la vicepresidencia de Díaz.

El departamento que más claro está que seguirá en manos de Sumar es Trabajo, punta de lanza de las políticas llevadas a cabo la pasada legislatura por la propia Díaz, que además será de largo el ministerio más potente de los que previsiblemente controlará la formación. De hecho, los movimientos de Díaz en los últimos días revelan que da por hecho que seguirá siendo ministra de esa área: la líder de Sumar, por ejemplo, ha anunciado que convocará de inmediato a los agentes sociales —sindicatos y patronal— para abordar una nueva subida del salario mínimo interprofesional a partir de 2024, una competencia que es precisamente del Ministerio de Trabajo.

El Ministerio de Sanidad es uno de los departamentos que más probablemente irán a parar a manos de la coalición la próxima legislatura, y para dirigirlo las fuentes consultadas coinciden en que el nombre que cuenta con más opciones es el de la líder de Más Madrid, Mónica García, médica de profesión y actualmente portavoz de su partido en la Asamblea de Madrid.

Otro de los dirigentes de Sumar más próximos a Díaz, el portavoz Ernest Urtasun, se perfila por su parte como nuevo ministro de Cultura, un cargo que le obligaría a dejar su actual puesto de eurodiputado.

Y para el Ministerio de Derechos Sociales —el único que, junto a Trabajo, mantendrá Sumar con respecto a los conseguidos por Unidas Podemos en 2019— el nombre que suena con más fuerza, según las fuentes consultadas, es el de pablo Bustinduy, especialista en política internacional y que en su día militó en Podemos, partido que abandonó hace cuatro años.

Por tanto, la actual titular de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, quedaría despojada de su cartera, y los morados pasarían de controlar dos ministerios a quedarse a cero.

Y también ha perdido fuerza en los últimos días la opción de que la sucediera en su puesto el actual número dos del departamento ministerial, Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos pero cuya cercanía a Sumar le ha alejado en los últimos meses de Belarra. No obstante, nadie da por imposible un cambio de guion al respecto en las próximas horas.

El quinto ministerio de Sumar está en el aire, puesto que la intención del PSOE era reducir el tamaño del Gobierno y ello requeriría achicar también la cuota de ministerios que corresponden a Sumar. De que sean cinco y no cuatro finalmente los departamentos que controle Díaz dependerá que IU mantenga su presencia en el Consejo de Ministros, aunque no con Alberto Garzón, que ha sido los últimos cuatro años ministro de Consumo, sino con la eurodiputada Sira Rego, que podría pasar a ocupar una cartera de nueva creación: Juventud. IU, por su parte, la designó formalmente hace unos días como su candidata para ser ministra ante esta posibilidad.