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Refuerzan controles para desmantelar "mercado negro" de bailes en Canelones

Vecinos denunciaron la organización de varias fiestas prohibidas por la pandemia y fueron clausurados seis locales

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23 de julio de 2020 a las 11:58

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Desde hace algunos fines de semana los vecinos de Atlántida denuncian a través de redes sociales la organización de fiestas clandestinas de las que participan entre 200 y 300 personas.

La habilitación de espectáculos públicos que firmó el presidente Luis Lacalle Pou el 24 de junio no incluye los bailes con aglomeraciones por lo que de constatarse este tipo de situaciones intervienen la Intendencia de Canelones y el Ministerio del Interior en operativos en conjunto.

En los últimos dos fines de semana, la Dirección de Contralor de la Intendencia de Canelones clausuró seis locales en el departamento, y en estos días hará lo mismo en Atlántida.

El director general de Contralor, Álvaro Suárez, dijo a El Observador que si bien antes de la pandemia se inspeccionaban varias zonas para controlar los lugares donde se realizan fiestas, se reforzaron los equipos que salen a fiscalizar a partir de la prohibición establecida por la emergencia sanitaria.

"En las primeras salidas notificamos y poníamos al tanto a los empresarios, sobre todo los que ya están instalados que conocíamos hace muchos años", explicó.

Sin embargo, desde hace algunas semanas, surgió un "mercado negro" de los bailes, que se realizan en lugares donde normalmente la Intendencia no hacía un control rutinario. 

"Trabajamos con Jefatura de Policía de Canelones, ahí interviene un trabajo de inteligencia", señaló. Muchas de estas convocatorias son organizadas por redes sociales, pero a través de usuarios con cuentas privadas, a las que accede un número restringido de participantes con determinado perfil.

Se controlan que estos lugares cumplan con la habilitación, aunque el panorama que han encontrado los inspectores no es el óptimo. "Hay fiestas en galpones con una sola puerta de entrada, baños insuficientes, sin circulación de aire", señaló.

En tanto, la Policía complementa el trabajo por la "capacidad de presión" y en caso de desacato al momento de la clausura pueden intervenir.

Investigaciones

La Dirección de Investigaciones de la Policía trabaja con información referida a reuniones masivas, en la que los asistentes reciben indicaciones sobre el lugar y la hora.

Suárez contó que los municipios también reciben denuncias de vecinos, y destacó la importancia de alertar a las autoridades antes de que se concreten las fiestas, para incluir estos lugares en los recorridos del fin de semana, "Si podemos impedir antes de que se realice la actividad es más eficaz y no tenemos situaciones de violencia que se pueden generar al clausurar una actividad de este tipo".

Por ejemplo, vecinos denunciaron que en Instagram se anunció la realización de una fiesta en Atlántida para el 24 de agosto -Noche de la Nostalgia-, en el mismo lugar que ya ha recibido varias denuncias de los vecinos. Suárez explicó que si bien ahora están prohibidas, la situación "es muy cambiante" y hay que esperar cuáles son las decisiones del Poder Ejecutivo.

La Intendencia y la Policía tienen un protocolo de actuación conjunto para inspeccionar las fiestas. "Si verificamos que hay actividad bailable se hace un acta por parte de los inspectores. Si la Policía considera que amerita, se convoca a fFscalía, y probablemente el propietario del padrón o de la empresa vaya a declarar. Si resolvemos una clausura, se notifica a Jefatura y si no se cumple se notifica a fiscalía que puede intervenir por desacato", explicó.

Según supo El Observador, las fiscales de Atlántida no intervinieron en ninguna denuncia por fiestas clandestinas hasta el momento.

Por otra parte, se implementan multas que se dirigen al organizador de la fiesta o al dueño del padrón, que van dese las 20 Unidad Reajustables (unos $ 25.000) por funcionar sin habilitación comercial, a los que se suma media UR por cada persona que concurrió.

En cuanto a la actuación de la Policía, si la fiesta es en un local comercial, se le pide al responsable del evento que lo cancele, se solicita identificación a los asistentes para elaborar un registro que es útil en caso de que algunos de los presentes tengan coronavirus para hacer el seguimiento epidemiológico.

En Montevideo, durante el último fin de semana se realizaron 11 intervenciones, y la policía actuó en otros departamentos.

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