Una fiesta de Navidad, una copa de despedida, vino y queso al sol... El gobierno de Boris Johnson está acusado de celebrar una docena de fiestas en pleno confinamiento mientras imponía a los británicos reducir drásticamente sus contactos personales debido al coronavirus.
Estas son las fiestas a las que se le acusa al primer ministro británico de haber asistido en plena pandema:
Una foto publicada por la prensa muestra al primer ministro, a su esposa Carrie (entonces su prometida) y a colaboradores del gobierno compartiendo queso y vino en el jardín de Downing Street. En ese momento el país estaba en pleno primer confinamiento y los encuentros sociales estaban prohibidos, pero Johnson aseguró que se trataba de "gente en el trabajo, hablando del trabajo".
Un centenar de personas son invitadas, mediante un correo electrónico enviado por el secretario privado de Johnson, Martin Reynolds, a "disfrutar del buen tiempo" tomando unas copas "con distancia social" en los jardines de la residencia oficial del primer ministro.
Por entonces, los británicos sólo podían ver legalmente a una única persona, al aire libre y en un lugar público.
Boris Johnson se disculpó en el Parlamento por haber pasado 25 minutos en esa reunión, y afirmó que pensaba que se trataba de un encuentro de trabajo.
La prensa habla de una fiesta con colaboradores en la residencia oficial de Johnson. El dirigente asegura que "las normas se cumplieron en todo momento". En ese momento, el Reino Unido estaba en su segundo confinamiento.
A pesar del confinamiento, se habría celebrado, según testigos anónimos citados por la prensa, una fiesta de despedida para una empleada de Downing Street, durante la cual el primer ministro pronunció un discurso. El encuentro habría reunido a unas 50 personas en una sala.
El ministerio de Educación confirmó que el 10 de diciembre celebró una fiesta en la que se reunieron unas 20 personas para degustar "bebidas y canapés". Tras el final del segundo confinamiento en Inglaterra, seguían aplicándose en Londres restricciones que prohibían a personas de distintos hogares reunirse en el interior.
Tras la publicación de una foto en la prensa, el Partido Conservador reconoció la celebración de una fiesta no autorizada en su sede de Londres, organizada por el equipo del entonces candidato a la alcaldía de Londres, Shaun Bailey. Desde entonces este ha dimitido como presidente de la comisión de policía y delincuencia de la alcaldía de Londres.
El Sunday Mirror publica una foto del primer ministro, flanqueado por dos colaboradores, participando en un concurso de preguntas en línea. Downing Street admitió que Johnson había participado "brevemente" en el acto, subrayando que era virtual.
El ministerio de Transportes pidió disculpas por una fiesta de Navidad "inapropiada" celebrada en sus oficinas.
Una cercana colaboradora de Johnson dimitió tras bromear en un vídeo que se hizo viral sobre una fiesta de Navidad a la que habrían asistido unas 40 personas ese día en Downing Street.
El primer ministro dijo que estaba "furioso" y que desde que comenzó el asunto le habían "asegurado repetidamente" que "no había habido ninguna fiesta" y que no se había infringido "ninguna regla".
Según el Daily Telegraph, dos reuniones de despedida "con alcohol" se organizaron en Downing Street la víspera de los funerales del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, que tuvo que sentarse sola, alejada de sus familiares y allegados, en sus exequias en la capilla del castillo de Windsor.
Boris Johnson afirma que no estuvo presente en esas reuniones, en las que el alcohol fue introducido de manera clandestina en una valija, porque se encontraba en su residencia campestre de Chequers. Downing Street pidió disculpas a la reina.
El Mirror afirma que todos los viernes los empleados de Downing Street terminaron su semana de trabajo compartiendo una copa de vino, una "tradición de larga data" que continuó a pesar de la pandemia.
Dominic Cummings, el muy influyente exasesor de Johnson y cerebro de la victoriosa campaña del Brexit, admitió en la primavera de 2020 que había infringido las normas al viajar con su familia en pleno confinamiento, lo que estaba prohibido.
El pasado junio, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, dimitió por incumplir las reglas al mantener un romance con una colaboradora.
AFP
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