Regulación de emisiones en EEUU busca impulsar expansión de vehículos eléctricos

Los reguladores ambientales de EEUU propusieron el miércoles estrictos límites de emisiones que obligarían a los fabricantes de automóviles a que el 67 por ciento de sus modelos estadounidenses sean eléctricos para 2032.

El administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EEUU, Michael Regan, describió a las normas como "los estándares de contaminación más ambiciosos hasta la fecha para automóviles y camiones". Aumentaría significativamente la participación de los coches y camiones eléctricos en el mercado de vehículos nuevos, que se situó en alrededor del 7 por ciento en 2022.

La regla propuesta limitaría las emisiones del tubo de escape en todos los vehículos de la flota de un fabricante de automóviles, lo que obligaría a las empresas a fabricar más vehículos que funcionan con baterías para cumplir con el nuevo estándar. Afectará a los modelos fabricados a partir de 2027 hasta 2032.

La propuesta también reduciría la contaminación del aire, lo que aumentaría la posibilidad de que EEUU cumpla su promesa del Acuerdo de París de reducir las emisiones entre un 50 y un 52 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para 2030. Las reglas también obligarían a los fabricantes de automóviles a acelerar sus cronogramas de electrificación y, al hacerlo, así que incline el mercado de automóviles de EEUU hacia los vehículos eléctricos, incluso cuando siguen siendo más caros que los vehículos con motores tradicionales.

General Motors, Ford y Stellantis se han comprometido a hacer que entre el 40 y el 50 por ciento de sus ventas en EEUU sean eléctricas para 2030, y han invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de nuevos modelos y la construcción de fábricas. Pero hay dudas sobre si los fabricantes de automóviles pueden construir vehículos eléctricos más baratos, que siguen costando más que los vehículos propulsados por gas.

La regulación "es un objetivo ambicioso en un período de tiempo bastante corto", dijo Michelle Krebs, analista de Cox Automotive.

"La gran pregunta es: '¿Los consumidores lo aceptarán?'", dijo. “Puedes exigirlo, pero la gente tiene que comprarlos. Mucho de eso dependerá de si los fabricantes de automóviles pueden producir autos asequibles y a la vez rentables”.

El transporte genera más gases de efecto invernadero que cualquier otro sector en EEUU. “Si tomas en serio los problemas del cambio climático, entonces debes abordar el sector del transporte”, dijo Howard Learner, director ejecutivo del Environmental Law & Policy Center.

El presidente Joe Biden emitió una orden ejecutiva en agosto de 2021 pidiendo que la mitad de todas las ventas de vehículos nuevos en EEUU sean de coches y camiones eléctricos para fines de la década. Si bien esa orden no era legalmente aplicable, la regulación de la EPA que establece un umbral de emisiones más estricto sí lo sería.

El objetivo del gobierno federal sigue la regulación de California ocho meses antes de prohibir las ventas de vehículos a gasolina en el estado para 2035. El estado es un peso pesado en el mercado de vehículos estadounidense, con el 13 por ciento de todas las ventas de automóviles y camiones el año pasado, que le ha permitido influir en la política medioambiental durante décadas.

John Bozzella, director ejecutivo de Alliance for Automotive Innovation, un grupo comercial que representa a los fabricantes de automóviles y baterías, calificó el nuevo estándar como "agresivo en cualquier medida", y señaló que superó la meta que la administración Biden estableció hace sólo 20 meses.

“La pregunta no es si se puede hacer esto, sino qué tan rápido se puede hacer”, dijo.

A corto plazo, la regla beneficia a fabricantes como Tesla que sólo fabrican autos eléctricos. Pero pasar a la energía verde requerirá varios fabricantes de automóviles exitosos, dijo Krebs. “El pastel se hará más grande, así que necesitas más rebanadas de pastel”.