Su postulación era un hecho sin confirmación oficial. Fueron varias las veces que dirigentes colorados se acercaron a su casa de Punta Carretas a pedirle que regresara. El año pasado volvió a recorrer el país, a hacer actos y sumó las redes sociales para tener un contacto más directo con la militancia. Finalmente, Julio María Sanguinetti anunció que por primera vez en su historia política competirá en una interna, 34 años después de haberse puesto la banda presidencial por primera vez luego de 12 años sin democracia.
“Vení, Marta”, le dijo Sanguinetti a su esposa mientras los periodistas lo rodeaban en una rueda de prensa en la que hizo el anuncio, que también transmitió por Facebook Live. A Marta Canessa, su esposa desde hace casi seis décadas, no la convencía pararse al lado del dos veces presidente y opinar sobre su vuelta a la primera línea de batalla política a sus 82 años.
La insistencia de su marido le ganó por cansancio y allí estaba de nuevo, con su casa llena de cámaras y micrófonos. “No me lo esperaba para nada”, dijo Canessa ante la pregunta de los periodistas. Según contó, la decisión de Sanguinetti llegó “de golpe” y cuando en su casa daban por sentado de que las giras de campaña y los discursos políticos de este año electoral iban a seguirse por la televisión. “Hubiera preferido la Presidencia de Peñarol”, bromeó.
Sanguinetti aseguró que la decisión fue tomada hace muy poco y que su vuelta al ruedo político fue variando con el paso de los meses. “Yo empecé como un deber de conciencia. En el estricto deber de conciencia de que veía que mi partido se deshilachaba y que no contribuíamos a ese cambio que estamos buscando”, dijo.
Pero la caída en desgracia de su colectivo empezó hace 15 años cuando tocó fondo con la expresión electoral más flaca de su historia. Para entonces Sanguinetti ya había tenido sus dos presidencias y era uno de los dos líderes históricos del partido.
El ahora precandidato reconoció que convencerse por completo sobre su vuelta al ruedo “no ha sido cosa sencilla” pero que hizo una “campaña de precalentamiento, de pretemporada el año pasado, que salió bien”. “La gente respondió y se me vino una avalancha que es la que me lleva hoy hasta aquí. Esa marea me trajo hasta aquí. Vamos a ver hasta dónde me lleva la marea en el futuro. Pero acá estamos, estamos con ánimo y alegría”, agregó.
Pese a que decidió lanzarse, el precandidato no le “conmueve la interna” pero sí “el cambio en el país”. “Presidente o no presidente esa es otra historia”, agregó. No en vano, a principios de diciembre se sentó junto al precandidato Luis Lacalle Pou en la redacción del semanario Búsqueda -para una actividad de la escuela de periodismo de ese medio- y trató al líder blanco como “prepresidente”, confiado en que con alianzas entre partidos el Partido Nacional llegará al gobierno y que será Lacalle Pou quien gane la interna de ese partido.
Sanguinetti y su sector están convencidos de que la oposición debe comenzar a negociar previo a las elecciones internas y por eso Batllistas prepara documentos sobre varias líneas programáticas que compartirá con otros dirigentes.
Seguridad, educación, inserción internacional, relaciones laborales. La lista sobre los temas de la campaña que Sanguinetti incluía abarcaban esas áreas. Pero, por sobre todo, para el precandidato colorado lo que definirá quién gobernará a partir del 1° de marzo del año que viene, será Venezuela.Sanguinetti reveló de esta manera qué tema usará para golpear políticamente al Frente Amplio.
“Va más allá de lo internacional. Es una definición de principios sobre todos los valores. Es la definición sobre la libertad, la economía, la inserción internacional. El desastre de Venezuela divide aguas y el balotaje va a ser de un lado los que creen que es una democracia y, del otro, los que creemos que es una dictadura”, sostuvo.
Con el “sí” a la precandidatura de, el expresidente se suma a la oferta colorada en la que ya competían desde hace varios meses el economista Ernesto Talvi (Ciudadanos) y el senador José Amorín Batlle (Uruguay Batllista). Talvi se había negado a integrara a su agrupación a lo que el llama “el sanguinettismo”.
En una entrevista con el diario El País afirmó que no buscaba tener “compromisos con la vieja organización política que lo acompañó toda la vida”. “Sanguinetti sí, el viejo aparato electoral sanguinettista no. Sanguinetti sí, el sanguinettismo no”, dijo.
Las encuestas de opinión pública -que miden la intención de voto con diferentes metodologías y muchas veces preguntan de diferente manera- han mostrado disímiles resultados para la interna colorada. En todos los casos lidera Sanguinetti pero, en función de la encuesta, se disminuye la distancia con Talvi que aparece en segundo lugar. Amorín Batlle se coloca en tercer lugar.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá