Camilo dos Santos

Semántica, apoyo insuficiente y ansias de más protagonismo llevaron a Talvi a activar plan que pensaba hace un mes

El canciller transmitió que desde otro rol podrá tener un “mejor vínculo” con el presidente Luis Lacalle Pou

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12 de junio de 2020 a las 05:02

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La decisión de Ernesto Talvi de abandonar la cancillería a la brevedad generó un sismo en la Torre Ejecutiva, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Partido Colorado y su sector Ciudadanos.

El anuncio sorprendió a la plana mayor del gobierno, pero también a los legisladores colorados, que hasta la noche de este jueves seguían intentando comprender el por qué de semejante medida. La decisión también causó impacto en los integrantes de su gabinete en la Cancillería, aunque había diplomáticos que en los últimos días habían encendido las alarmas porque veían una ausencia inusual de un hombre que acostumbra dedicar buena parte del día a los asuntos del Palacio Santos.

Pese a lo intempestivo del anuncio, el canciller venía analizando renunciar al cargo desde hace un mes, de acuerdo a lo que supo El Observador con fuentes del sector. 

Talvi se lo manifestó al “núcleo duro” de Ciudadanos en reuniones y llamadas telefónicas desde mitad de mayo, y su idea inicial era abandonar el cargo de un día para el otro. Tras varias conversaciones, los dirigentes más importantes del sector (Adrián Peña y Ope Pasquet, entre otros) lo persuadieron de plantearle al presidente una solución que, sin convencerlos del todo, le parecía mejor: una salida acordada y programada. El plazo podía ser de un año como máximo y uno o dos meses como mínimo.

Camilo dos Santos

Al fundamentar los motivos, Talvi les manifestó que desde ese otro lugar podría tener un “mejor vínculo” con Lacalle Pou. El presidente y el canciller tienen una relación de respeto, pero con diferencias que han quedado de manifiesto. Lacalle Pou le vetó el nombre de Sergio Abreu para ser embajador en Argentina, y lo desmintió tras decir que el presidente de Colombia, Iván Duque, había ofrecido utilizar Bogotá como un hub para repatriar a todos los ciudadanos de América del Sur varados por la emergencia sanitaria. 

El jerarca también dijo a su entorno que no se sintió lo suficientemente respaldado en la ejecución y realización de la Operación Todos en Casa, llevada adelante por la Cancillería. Subrayó que el apoyo había sido insuficiente, y que había tomado la iniciativa de hacer descender a los pasajeros del Greg Mortimer pese a la desconfianza del ministro de Defensa Nacional, Javier García, y el de Salud Pública, Daniel Salinas, y les dio a entender que “si era por el gobierno, no salía”. Las acciones humanitarias llevadas adelante en la emergencia sanitaria lo enorgullecen hasta las lágrimas, como se ha visto más de una vez.

Leonardo Carreño

La intención de los dirigentes del sector era postergar y terminar de masticar la drástica decisión, cuyas consecuencias advertían similares a un terremoto en la coalición. Pero las repercusiones de la entrevista con El Observador publicada este sábado, en la que anunció que en su rol de canciller no dirá que Venezuela es una dictadura, aceleraron los trámites. El presidente le hizo saber que él sí estaba dispuesto a decirlo, y este lunes el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, señaló públicamente que Venezuela era una dictadura.

Los mensajes fueron interpretados como un desaire. Este martes, Talvi se ausentó por segundo día en la cancillería, y de forma sorpresiva llegó solo a la Torre Ejecutiva para reunirse con Lacalle Pou. Dijo a los periodistas que a la salida no sabía si haría declaraciones, porque íntimamente desconocía cuál sería el desenlace de la propuesta de “cambiar de rol” que le haría al mandatario. El encuentro se extendió por aproximadamente 40 minutos, y ambos concluyeron que estaban alineados en el pensamiento sobre Venezuela y Lacalle Pou entendió los motivos por los que el canciller evitaba pronunciar ese sustantivo, según la versión que Talvi dio a la prensa. 

Al salir afirmó en rueda de prensa: “Estamos 100% alineados, más allá de la semántica”. A su entorno dijo que había sido una “muy buena” reunión. 

Pero en la mañana de este miércoles registró una nueva ausencia. Esta vez faltó al Consejo de Ministros en el que el presidente brindaría los lineamientos generales para la elaboración del presupuesto quinquenal. El faltazo sorprendió a los jerarcas políticos de la cancillería, que sabían que era su cumpleaños, pero no terminaban de comprender que delegara un asunto de tal responsabilidad. La representación quedó en manos de la vicecanciller Carolina Ache y del director general de Secretaría, Diego Escuder, la “persona relevante” en este tema de acuerdo a lo comunicado por su entorno. 

En la tarde reunió a todos los directores de la cancillería para explicarles y fundamentar cuál era la posición sobre Venezuela. El encuentro terminó sobre las 20 horas. En ningún momento les mencionó la posibilidad de dejar el cargo. Tras la sesión, en una charla mano a mano, Ache le hizo saber de su incomodidad con la declaración sobre Venezuela, de acuerdo a fuentes diplomáticas, que aseguran que en ese momento el canciller le comunicó su intención de alejarse del cargo. 

La jerarca, en su rol de prosecretaria de Derechos Humanos del Partido Colorado, ha suscrito declaraciones que califican al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura. Ella misma lo ha dicho en tertulias, entrevistas y publicaciones en Twitter. El canciller terminó el día celebrando su cumpleaños número 63 en familia, aunque debió interrumpirlo por las numerosas llamadas que recibió, en las que desmintió una renuncia inmediata. 

Camilo dos Santos

Este jueves llegó sobre las once de la mañana al Palacio Santos y a media tarde se trasladó al Parlamento para reunirse con la bancada de Ciudadanos. La explicación sobre Venezuela estuvo en el principio de su exposición. Dijo que como era una “decisión compleja” optó por decir que en el país caribeño se violan “los derechos humanos y se esclaviza al pueblo”. “No ha sido ambigua, y de ninguna manera nuestra posición es igual que la del Frente Amplio”, agregó llevando el tono de voz a una altura suficiente como para escucharlo desde el ambulatorio. 

Luego explicó los motivos de la decisión. Les dijo que sentía la necesidad de tener un mayor protagonismo, poder opinar acerca de la coyuntura política y que había advertido que el trabajo en la Cancillería le insumía tanto tiempo que le era imposible conducir políticamente al partido y al sector. Particularmente entiende que por la situación económica y de crisis social en la que queda el país pospandemia es “más útil” en otro rol, sin el corset de ser la única persona que puede hablar por el presidente en el exterior. 

Los legisladores del sector tienen dudas acerca de la conveniencia de la decisión, pero le dieron el "beneficio de la duda" y lo respaldaron. Todavía no definió si irá al Senado, aunque lo más probable es que permanezca sin cargo durante unos meses. La intención es ejecutar la renuncia luego de relanzar la diplomacia comercial, y que la ley de urgente consideración sea aprobada. 

En una rueda de prensa dijo que no se habían puesto plazos y que dependerá "de las necesidades que tenga el país".

Las declaraciones fueron escuchadas con atención en los despachos de Lacalle Pou y Delgado, en el piso 11 de la Torre Ejecutiva. El presidente interpretó que las declaraciones estaban “alineadas” y expresaban el “sentir” de la Presidencia de la República, además de representar “fielmente” los hechos ocurridos.

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