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Solo el tiempo dirá si es cambio o fue dislocación

Solo el tiempo dirá si es cambio o fue dislocación. Por Alejandro Fantino
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21 de noviembre de 2023 a las 07:55

El término ‘cambio’ es amplio y se refiere a cualquier alteración de un estado a otro. Puede ser gradual, rápido, planificado, espontáneo, superficial o profundo. El cambio puede ocurrir dentro de los parámetros existentes en un sistema. Ahora bien, ¿qué es la dislocación? La palabra ‘dislocación’ sugiere una alteración más drástica y fundamental. La dislocación implica ruptura y desplazamiento de las estructuras existentes. En el contexto de la teoría social, la dislocación connota un cambio que desafía, transforma o subvierte las normas, los sistemas de poder o los marcos de conocimiento establecidos.

En el pensamiento historiográfico clásico, aquello que mutaba no necesariamente arrastraba con todo lo pasado. Podía mantener algunos de sus elementos. La dislocación, en cambio, se lleva puesto todo. Se lleva puestos saberes, discursos, elementos culturales, costumbres, modas, etcétera. O sea, la dislocación no deja absolutamente nada de lo que estaba antes. El panorama cambia completamente cuando una sociedad se disloca.

¿Lo que ocurrió en Argentina fue cambio o dislocación? ¿Es más fácil ver cambios o dislocaciones en la historia humana?

La respuesta a la primera pregunta sólo la sabremos con el tiempo. En relación con el segundo interrogante, considero que es mucho más común ver cambios (y no dislocaciones) en la historia humana.

Cuando se produce una discontinuidad o un quiebre de una capa de pensamiento, como dice Foucault, hay un vacío que necesita ser completado por nuevas formas discursivas. El discurso, de acuerdo con Foucault en ‘La arqueología del saber’ (1969), es el conjunto de enunciados que provienen de un mismo sistema de formación. Un sistema de formación es un aparato o motor que genera discursos o ideales para una sociedad. ¿Qué ocurre cuando ese motor que genera discurso se disloca, se rompe, se quiebra y se sustituye un motor por otro?

 ¿Estamos hoy en condiciones de determinar qué ha pasado?

Por más que nos apuremos y pongamos todas nuestras energías en el análisis, por más que nos esforcemos, va a ser muy difícil mostrar que esta discontinuidad o dislocación no es un vacío monótono e impensable entre dos acontecimientos: el peronismo y la llegada de Milei. No hay que apurarse a llenar este espacio con la triste plenitud de la causa. El juego que se abre es el juego que tenemos que entender.

“Toda sociedad dice, sabe y conoce sólo lo que su época le permite”

La frase precedente resulta interesante y podría ser aplicada a la política. Toda política dice, sabe y conoce solo lo que su época le permite decir, saber y conocer. Diríamos, entonces, que toda política será lo que la época en la que está inmersa le permita ser y hacer. Si se disloca la sociedad, se disloca la política. Esto es muy diferente a pensar que si se disloca la política, se disloca la sociedad.

En este momento es complicado determinar si lo sucedido en Argentina el domingo 19 de noviembre representa un mero cambio o una dislocación (aunque estoy inclinado a pensar que fue una dislocación). Sin embargo, en un contexto más amplio, creo que la sociedad ha sufrido una dislocación significativa; ha expresado su cansancio y ha provocado un giro abrupto en las estructuras políticas argentinas. Esta mutación implica una transición desde un peronismo asistencialista, con un Estado omnipresente, hacia un Estado más reducido, encabezado por alguien diametralmente opuesto a las ideas predominantes en las políticas implementadas durante los últimos 40 años en Argentina.

“No hay diferencia entre un loco que se cree rey y un rey que se cree rey” (Jacques Lacan)

Tomando esta frase como disparador, entiendo que, después de muchísimos años, gran parte de la sociedad argentina (sobre todo los más desposeídos), se dio cuenta de que ellos no eran lo que eran “por la política”, sino que la política y los políticos eran “por ellos”. Muchos ciudadanos se dieron cuenta de que aquellos que se creían reyes lo eran solo porque ellos los hacían reyes.

Significantes flotantes‟ en la sociedad: ¿Nos brindarán alguna clave para saber si hubo cambio o dislocación?

Para cerrar esta reflexión, dejaré arrojados en el aire algunos significantes para que el lector los ubique donde lo desee. Esta columna será leída tanto en Uruguay como en Argentina y será un ejercicio interno de cada uno entender qué significan cada una de las siguientes palabras. Según lo que cada uno interprete de estas palabras, que Lacan y también Žižek llamarían ‘significantes flotantes’, se puede pensar a una sociedad: la uruguaya o la argentina. Le dejo una tarea de interpretación en torno a los siguientes términos: ‘lenguaje inclusivo’, ‘público’, ‘privado’, ‘planes sociales’, ‘derechos laborales’, ‘sindicalistas’, ‘subsidios’, ‘medios de comunicación’, ‘periodistas’ y ‘pauta’.

Según lo que usted le haya agregado a estas palabras de acuerdo con su forma de pensar, según lo que usted haya relacionado con estos significantes, usted vive en una cultura o en otra aun cuando nos separen tan solo 60 kilómetros de agua.

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