Los partidos deben conseguir en la interna al menos 500 votos.

Nacional > Elecciones 2024

Surgen al menos cinco partidos nuevos antes de la próxima elección: ¿quiénes son y qué proponen?

Hay límites de registro de partidos hasta 170 días antes de las internas
Tiempo de lectura: -'
12 de abril de 2023 a las 05:00

En un año, dos meses y 18 días —salvo que haya un aplazamiento inaudito— los ciudadanos uruguayos estarán convocados a las urnas para la primera cita del ciclo electoral. Ese domingo de junio, de voto no obligatorio, los partidos políticos medirán sus fuerzas, definirán sus candidatos presidenciales y las nuevas colectividades se jugarán sus chances de competir en los comicios de octubre. Y todo apunta a que la contienda convocará a varios nóveles aspirantes.

Porque en el Uruguay de dos grandes bloques que se disputan el poder y en el que, a juzgar por las últimas encuestas de opinión pública, hay poco espacio para nuevas alternativas, yace un extraño fenómeno: ya hay 11 partidos políticos con personería para competir en las internas —siete de los cuales cuentan con representación parlamentaria, siendo récord—, hay otras dos nuevas colectividades que ya iniciaron el trámite de registro ante la Corte Electoral, y hay tres más que presentarán las firmas en las próximas semanas.

Jorge Bonica, director de El Bocón e integrante del Partido de la Gente, fue el primero en presentarse para la competencia con su movimiento Basta Ya. Entre sus principios figuran la persecución de la corrupción, la reducción de los viajes oficiales, la limitación de la publicidad oficial y la promoción de la “ley de ficha limpia” que inhabilitaría la ocupación de cargos públicos a aquellas personas que cuenten con antecedentes penales.

Gustavo Salle —antes líder del Partido Verde Animalista— fue el segundo en anticipar el registro de su nueva colectividad política: Identidad Soberana. Como indica el nombre del partido, sus ejes se central en la defensa de los recursos propios del país, la mirada antiglobalista y un énfasis en la protección ambiental.

Con una filosofía similar, su excompañero en las manifestaciones de antivacunas del covid-19, el médico Javier Sciuto, está reuniendo las firmas para inscribir ante la Corte Electoral “a fines de abril” al partido Patria Alternativa. La génesis de este colectivo es, según su cuenta de Twitter, una “respuesta al atropello de quienes han entregado nuestra soberanía y libertad al gobierno global”.  Y en esa línea entra también la defensa del ambiente.

El diputado Eduardo Lust renunció a Cabildo Abierto y el 31 de julio, en el mes en que se conmemora la primera constitución uruguaya, registrará el Movimiento Constitucional Ambientalista. “A los partidos ya establecidos no les interesan los asuntos ambientales. Si realmente les interesase hubieran hecho algo. El Frente Amplio presentó un proyecto excelente de delitos ambientales, tenía los votos y no lo aprobó. El Partido Nacional creó un ministerio de Ambiente, pero luego no aplica normas ambientales”, explicó Lust. Con ese énfasis se presentará esta colectividad que, según el legislador, “no es de izquierda ni de derecha”.

Por su parte, Richard Read, exdirigente sindical, apuesta a conformar su propio partido político que, “si bien tiene coincidencias con el Frente Amplio, en algunos aspectos tiene sus discrepancias”. Este colectivo, por tanto, funcionará como una estrategia similar al Encuentro Progresista-Nueva Mayoría. O, al decir de Read, un nuevo “sombrillón” que abarque más que el Frente Amplio.

Cualquiera de estos tres partidos que aún no presentaron sus credenciales, así como otros que puedan surgir, tienen para oficializar el registro hasta 170 días antes de las internas (hasta la segunda semana de enero).

“Es probable que la próxima elección quede más polarizada que la anterior y, por consiguiente, habrá menos espacio para votar a partidos testimoniales”, explicó el cientista político Antonio Cardarello. Porque en los pasados comicios coincidió “un descontento con el Frente Amplio de electores que, a lo mejor, no estaban dispuestos a darle su apoyo directo a los principales socios de la coalición… eso llevó a una representación parlamentaria de muchos partidos”. Pero ahora, en que la alternancia sería el partido de coalición de izquierda y no la coalición de partidos “la cosa queda más dividida entre dos bloques”.

Los historiadores y politólogos refieren a que Uruguay tuvo, durante buena parte del siglo XX, dos sistemas de partidos. Había un régimen bipartidista entre blancos y colorados que se disputaban el poder y cuyo ganador conseguía la mayoría parlamentaria. Y luego había el partido de ideas que, sobre todo, representaban a comunistas, socialistas y cívicos.

Por entonces surgían con escaso éxito electoral colectivos testimoniales: Autóctono Negro, De la Concordia, Democrático Feminista y un largo etcétera.

“Con la fundación del Frente Amplio empezó a cambiar el sistema: blancos y colorados sumados ya no tenían el 90% y bajaron a comienzos de los 70 a un 80% de los votos, por lo que se habla de dos partidos y medio”, recuerda Cardarello.

Tras la dictadura, poco a poco, los dos partidos y medio devinieron en un tripartidismo y luego en dos bloques o “familias ideológicas”. Eso sí: los partidos testimoniales no acabaron y tuvieron su esplendor en 1994 con la presentación de 15 partidos.

La reforma electoral de 1996 cambia esa lógica y obliga, con la instancia de internas, a que los partidos testimoniales tengan un filtro en el que deben conseguir 500 votos como mínimo, es decir, deben contar con al menos 500 miembros de la convención.

¿Qué esperar para 2024?

Cabildo Abierto sorprendió en los últimos comicios pese a ser una colectividad nueva, pero ahora las encuestas lo sitúan muy por debajo de su performance. Los colorados también están en una intención de voto inferior, a juzgar por esas mismas encuestas. El Frente Amplio está igual o con una mejora mínima. Y el Partido Nacional también estable o un leve descenso, dependiendo la consultora.

Un nuevo clivaje, asociado al cuidado del ambiente, parece estar presente y no contemplado en los partidos tradicionales. Por eso, en parte, el surgimiento de partidos políticos con ese énfasis. Cardarello concluye: "En Uruguay no hay distinción partidaria por religión, etnia, feminismo u otros clivajes como en varios países. Más bien los grandes partidos nuclean la diversidad y surgen nuevos colectivos por aspectos ideológicos (como los Trabajadores o Unidad Popular) y otros por movimientos ciudadanos del estimo ambiente".

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...