Tambalea el precio de las materias primas

Hasta ahora las exportaciones de materias primas han sido el gran motor de la economía uruguaya al punto que Uruguay XXI estima un salto espectacular de las exportaciones que sin contar la energía eléctrica pasarían de menos de US$ 11.000 millones en 2021 a más de US$ 14.000 millones este año, un aumento de 29%. Las exportaciones de carne vacuna superarían por primera vez los US$ 3.000 millones con luz, yendo a US$ 3.500 millones lo que significaría un aumento de 20%.

El mayor destaque en el crecimiento exportador lo tendrá la soja, que ha tenido una cosecha excepcional y que se pudo colocar en su gran mayoría antes de este fuerte ajuste de precios y que estará cerca de duplicar el valor exportado de US$ 892 millones el año pasado a  US$ 1.750 millones en este año. Una proyección relativamente modesta en base a una producción de 3 millones de toneladas, que algunos privados como Louis Dreyffus ubican en 3,3 a 3,4 millones lo que acercaría la facturación a los US$ 2.000 millones.

Desde el punto de vista de los fundamentos no hay cambios drásticos. Sí hay por ahora muy buen clima en los cultivos de EEUU, que un mes atrás estaban en riesgo por ser sembrados algo tardíamente. Hay por otro lado factores estacionales que pesan. Está en curso la cosecha de trigo del hemisferio Norte, que alivia los temores que causaba el desabastecimiento derivado de la guerra. También está en curso una muy buena cosecha de maíz en Brasil, que el año pasado había sido diezmada por la sequía. Igualmente se espera en setiembre una buena cosecha de colza en Canadá, que el año pasado había sido arrasada por una ola de calor.

Los meses más exigentes en el hemisferio Norte son julio y agosto, por lo que el mayor riesgo está empezando. Por ahora la baja en las materias primas es bastante generalizada. Por ejemplo, en el caso del cobre que también ha caído en picada en las últimas semanas. Incluso el petróleo ha pasado a tener una tónica mucho más moderada, ayudada por una decisión de los exportadores de aumentar sus volúmenes de producción en unos 650 mil barriles por día durante julio y agosto.

Un escenario de precios más bajos y tasas más altas, de confirmarse es un cambio importante en el marco económico de Uruguay. Porque además Brasil ha dejado depreciar a su moneda en forma sostenida y así ha generado un estímulo adicional a una nueva siembra de soja que será récord y que -si logra buenos rendimientos- puede ser otro factor bajista en el mercado.  Confirmando la expansión agrícola de Brasil, las importaciones de fertilizante del país vecino fueron en junio 19% más que en 2021.

Todavía es temprano para saber si el ciclo de precios muy altos de 2021/22 ha terminado. China parece haber sofocado los focos de Covid y ha abierto sus fronteras. El grano de Ucrania sigue sin poder salir y especialmente el clima puede volver a golpear y generar pánico.

Pero el escenario de las materias primas ha cambiado y en particular la zafra agrícola fue sembrada con los costos de los tiempos de euforia por lo que la obtención de buenas cosechas pasa a ser decisivamente importante. En ese sentido, las lluvias que llegaron este viernes han sido providenciales. La mayor siembra de cultivos de invierno de Uruguay, recién sembrada logra consolidar un gran arranque.

Como para ayudar a sostener la inercia de ese crecimiento que este año puede llegar a un 5% aún con un cambio de viento que parece ponerse ahora de frente.