Leonardo Carreño

Tarifas públicas: “Los costos están y hay que bajarlos, pero no podemos hacer magia”

El ministro de Industria y Energía, Omar Paganini, dijo que en mayo se revisará de nuevo el precio de los combustibles; descartó un gasoil diferencial por sectores

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17 de abril de 2021 a las 05:02

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Por Miguel Noguez y Andrés Oyhenard

A pocas horas de anunciado el congelamiento transitorio de los precios de los combustibles, el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, repasó los cambios que se vienen en ese mercado. Aunque reconoce que se avanza algo más lento de lo que se había previsto antes de las elecciones, entiende que la reforma llegará a buenos resultados. Entre otros puntos, el jerarca explicó los motivos por los que se ha resuelto eliminar la mezcla de biodiésel en gasoil y mantener la de etanol en las gasolinas. También se refirió a la situación de las tarifas eléctricas, en donde según dice, la situación es “un poco más compleja” por los contratos de largo plazo que debe afrontar UTE con generadores privados de energía. “Siempre dijimos que queríamos una mejora de costos genuina, y eso no es algo que se logra decretando una tarifa. Una mejora de costos genuina se logra trabajando para que los costos sean menores”, afirmó Paganini. Lo que sigue es parte de la entrevista que el ministro concedió este viernes a El Observador.

Con el cambio de gobierno muchos agentes económicos y empresariales esperaban un cambio profundo en el mercado de combustibles y de  energía eléctrica. ¿Está conforme con lo que se hizo hasta ahora para reducir tarifas?
Sí y no. Sí, porque en el caso de los combustibles estamos en un proceso de cambio que creo va a terminar bien. Y no porque estamos avanzando a un ritmo que capaz no era el que pensábamos antes de las elecciones. Entre otras cosas, porque hubo que acordar con todos los integrantes de la coalición un camino, hubo que votar la ley de Urgente  Consideración. Todo eso llevó tiempo, y en un año de pandemia más tiempo. En el caso de los combustibles estamos avanzando tal vez a un ritmo menor del previsto, pero ahora ya tenemos un plan que creo vamos a poder cumplir. En el caso eléctrico la situación es un poco más compleja, lo veníamos diciendo antes de las elecciones. UTE tiene cierto nivel de costos asegurado por los contratos de largo plazo con una cierta sobrecontratación, que además es en dólares, y que le pesa. La solución de mediano y largo plazo es aumentar la demanda, y también están las exportaciones como gran alternativa. Se ha avanzado en esa dirección, pero no se pueden hacer milagros. Hay algunos intentos de ajustes en las tarifas que me parecen buenos. La hora de pico se achicó, se deja a las personas que tienen medidor inteligente  –ya son 400 mil–, elegir el horario mejor para el pico o sea que de hecho la tarifa el resto del doble horario está bastante más baja. Y se pudo exportar bastante a Brasil, lo que genera algunas compensaciones de caja. No obstante, estamos funcionando con gasoil casi todo el tiempo cuando exportamos, lo que tampoco es el mejor negocio, pero alguna plata se gana. Lo de UTE va a ser más lento. En ambos casos hay que resaltar que siempre dijimos que queríamos una mejora de costos genuina, y eso no es algo que se logra decretando una tarifa. Una mejora de costos genuina se logra trabajando para que los costos sean menores, y generando un esquema de incentivos que haga que todos los actores  de la cadena impulsen costos menores. En el sistema uruguayo cuando uno tiene monopolios normalmente es más difícil. Entonces estamos generando reglas de juego. En el caso del combustible es muy claro para incentivar que los costos se intenten controlar en cada uno de los sectores y no simplemente trasladarlos a una paramétrica.

Leonardo Carreño
El ministro de Industria Omar Paganini.

 Algunos sectores del agro y de la industria cuestionan la lentitud de ese proceso, y dicen que no pueden esperar tres años para tener un gasoil o una tarifa de energía más barata. ¿Qué responde a eso?
Que lamentablemente los costos están, que hay que bajarlos, y que no podemos hacer magia. Por otro lado, creo que no pueden estar demasiado disconformes, sobre todo en el caso del agro, porque estamos haciendo un sacrificio a nivel del gobierno y de Ancap para no trasladar costos en este momento tan especial. El gasoil lleva más de tres años y medio de precio congelado en pesos. Y por otro lado, hay que decir que los cultivos agropecuarios han mejorado mucho sus precios a nivel internacional. En el caso de la industria, lo veo como un problema un poco más serio dentro de todo el paquete de la competitividad, que es tratar que los costos nacionales en general sean más competitivos. No hay magia, hay que trabajar, hay que arremangarse.

¿Cómo viene el tema  relacionado a la eliminación de biodiésel en gasoil?
El $ 1,8 de sobrecosto que tiene el gasoil debido a la mezcla con biocombustibles de materia prima nacional no es negocio, en el sentido que lo que tiene de beneficio no compensa lo que tiene de efecto pérdida. Si uno sube el costo del transporte lo que en realidad hace es achicar la zona cultivable del país, porque cualquier commoditie agrícola le pesa mucho el costo de transporte para el llegar  a puerto, para ser viable económicamente. Siempre se dijo que a 400 kilómetros de Nueva Palmira se puede plantar soja, más allá no. Eso tiene que ver con el costo del gasoil directamente. Desde el punto de vista de la producción, lo que trae de positivo  mezclar biodiésel nacional es menos de lo que traería de positivo no mezclar. Las materias primas nacionales que usa el biodiésel son oleaginosas que son todas exportables. Por el lado de la producción primaria no habría pérdidas, porque los agricultores que están plantando soja y/o canola la podrían exportar o pueden plantar soja en vez de canola. Sí hay un problema cuando uno habla de la caña de azúcar y el etanol. También es cierto que dejar de mezclar implica aumentar las emisiones por la combustión del gasoil. Estamos buscando un proyecto de ley que mitigue ese aumento de emisiones para que el país se mantenga en un camino de reducción. Hay un grupo en el Poder Ejecutivo integrado por los ministerios de Industria, Economía y Ambiente  trabajando en un texto, y en algunas medidas mitigadoras para poder eliminar la mezcla de biodiésel.

¿La decisión política es cortar con la mezcla?
Está la decisión de cortar con la mezcla y de mandar un proyecto de ley para eso. Será en el correr del año, espero antes del segundo semestre.

¿Qué posibilidades hay de resarcir el contrato de molienda de largo plazo con Cousa sin que al  Estado le implique un monto oneroso?
El Estado cumple los contratos. Los contratos tienen cláusulas de rescisión, de  renovación. Una vez tomada la decisión política firme de enviar el proyecto de ley conversaremos con la empresa para ver cómo se sale de ese contrato, de manera de cumplir con las condiciones y no tener un juicio. Ese contrato es uno de los tantos costos que tiene el biodiésel, y creemos que hay que avanzar igual.

¿Qué va a pasar con la mezcla de bioetanol en naftas, se va a bajar?
La mezcla de etanol en gasolinas se va a mantener. El derrame productivo de producir etanol es mucho más en términos de puestos de trabajo, y la materia prima no es colocable en otro lado, sobre todo la caña de azúcar. Además, la mezcla de gasolina y etanol mejora la calidad, mientras que con el biodiésel eso no sucede. Incluso Ancap está mezclando más de lo que pide la ley, y eso genera un sobrecosto adicional al Precio Paridad Importación (PPI), por mezclar alrededor de 9% en vez de 5%. Sí vamos a tratar de que sea más eficiente la mezcla, la producción de etanol en general, de caña de azúcar, para que ese sobrecosto sea menor.

Camilo dos Santos
El ministro de Industria Omar Paganini.

¿Está en consideración crear un fondo de estabilización de precios para mitigar volatilidades en los precios internacionales del petróleo? El problema para los fondos de estabilización es que primero requieren llenarse. Uno genera el fondo y después lo usa. Es lo que hacemos con UTE, que se llena con una pequeña sobrecarga en la tarifa y cuando se precisa se usa. Eso implicaría subir aún más el combustible para generar ese fondo. Eso está descartado. En el futuro veremos. Lo que sí es cierto es que vamos a un esquema con más transparencia en la fijación  de precios y con un poco más de volatilidad. Habrá que acostumbrarse a una nueva dinámica, donde el combustible de repente sube y baja durante el año varias veces.

A principio de mayo se va a evaluar qué hacer con las tarifas de los combustibles. ¿Qué elementos van a considerar para definir si se extiende el congelamiento por un mes más o no? ¿La pata económica, el avance de la pandemia, los precios del petróleo?
Lo más importante es qué va a pasar con la pandemia en el sentido de los impactos económicos que vamos a estar viendo. Sabemos que subir los combustibles repercute en toda la economía. También hay que poner en la balanza todos los costos que está incurriendo el Estado, ver cómo estamos en general, y también cuánto evolucionó el petróleo. Nuestra expectativa ahora es más bien de estabilidad del petróleo en este nivel alto en el que está, pero el mundo es muy volátil, y uno no sabe qué puede pasar. Entendemos que se puede llegar a estabilizar entorno a US$ 65, y hay que ver la evolución del dólar.

 Una suba no sería lo mismo para todos los sectores. La agricultura en particular tiene precios de commodities bastante por encima del promedio de los últimos tres o cuatro años. ¿Se podría pensar en un aumento y  después dar algún tipo de reducción para sectores más golpeados como el transporte de pasajeros o sería engorroso de implementar?
El transporte tiene el subsidio que sale del fideicomiso, el que dan las intendencias, y después aportes especiales que se hicieron por la pandemia. En realidad  no creo que el camino sea subsidiarles el combustible más que eso.  Y no me parece posible empezar a discriminar precios de combustibles de acuerdo al sector, no es demasiado viable. Lo que sí es que vamos a un sistema bastante transparente, en donde de acuerdo a cómo evoluciona lo que publica  Ursea, uno más o menos sabe lo que va a ir pasando con el combustible. Cuando arranquemos con el sistema va a ser una cosa bastante previsible y transparente. Puede tener subidas y bajadas, pero será entendible a qué se deben. Se van a deber a la evolución del PPI que es básicamente la evolución del petróleo.

Combustibles.

La nueva metodología de cálculo incluye el PPI (proyectado al consumidor) más un factor X fijo para manejar los sobrecostos de Ancap. Ese X de $ 2,97 será el mismo para todos los productos o va a tener diferencias?
Por ahora va a ser el mismo, aunque podría tener algún sentido diferenciar por producto.

 UTE hizo el año pasado algunos cambios en el plan inteligente con tarifas más convenientes para varios miles de consumidores. ¿Se está trabajando en algún otro cambio relacionado con las tarifas residenciales.
Estamos trabajando en un plan social. Un plan para las familias que más lo necesiten. Hay algunas tarifas que son al barrer muy económicas por el consumo de electricidad. Queremos focalizar un poco mejor los subsidios para que la tarifa residencial –que hoy es muy cara– no esté cargando con ese subsidio al barrer.

 El director de UTE por Cabildo Abierto, Enrique Pées Boz, sostiene que de cierta forma con la exportación a precios reducidos de excedentes de energía a Argentina se está subsidiando a empresas y familias de ese país. ¿Comparte eso?
Siempre dijimos que hacer contratos de largo plazo para  bajar el riesgo comercial a la energía renovable era una buena idea, porque permitía conseguir financiamiento privado para esos proyectos, pero lo que nos pareció mal era el tamaño del contrato. Se sobrecontrató mucho en energías que se podían ir contratando gradualmente. Hoy tenemos un excedente de 300 MW aproximadamente y se está pagando por una energía que no siempre se necesita, sobre todo en algunas horas de la noche.  Eso se tira o se coloca donde uno pueda, y como el otro sabe que uno la tiene de clavo le paga poco. Creo que la consecuencia peor sería que no le paguen nada. Son excedentes variables y no se tiene ningún compromiso, por lo tanto esa energía vale poco. Es una energía que está o no está según el contexto y en el  mercado eso nunca vale mucho.  Discutir si es un subsidio a familias argentinas es tirar un poco de los pelos.

¿Pero hubo un error estratégico al momento  de realizar las contrataciones de energía?
Sí, hay un error estratégico de base inicial de la administración anterior, que fue sobrecontratar energías renovables más allá de lo necesario desde el punto de vista de planificación. Y sobre todo porque si se va escalonando se consiguen mejores precios en estas cosas que van evolucionando. Cuando Uruguay contrató los precios eran buenos. Cinco o siete años después ya son precios bastante altos para el mercado. Los contratos son de largo plazo. En general Uruguay respeta los contratos, y ahora hay que buscar la forma de optimizar esos costos.

Industria en niveles prepandemia

“Hoy estamos en niveles prepandemia en términos de volumen físico de la producción industrial.  Lo que sí sucede es que son bastante menos las horas trabajadas y ahí el empleo se siente fuerte”, admitió el ministro de Industria, quien destacó al avance del proyecto de Ford con la contratación de 120 trabajadores.
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