La ministra de Economía y Finanzas Azucena Arbeleche argumentó este lunes que un momento extraordinario, dada la situación generada por pandemia, era “necesaria una respuesta extraordinaria” para apoyar a las empresas y la ciudadanía en general.
La decisión de mantener congeladas las tarifas tendrá un costo de US$ 30 millones solo por abril para el sector público, y significa además una carga extra para las cuentas de Ancap. La ministra también aclaró que no se trasladarán al próximo ajuste de tarifas los ingresos que ente petrolero dejó de percibir en el primer trimestre (unos US$ 30 millones). “Lo que ya pasó, eso se hace cargo el gobierno”, afirmó Arbeleche.
¿Cómo se compensará ese rezago en los números de Ancap? El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) están analizando un conjunto de medidas que servirían como apoyo para las finanzas del ente. Hoy la preocupación principal pasa por asegurar que la empresa no tenga problemas de caja para poder hacer frente a sus obligaciones.
MEF Los ministros Pagani y Arbeleche en conferencia de prensa.
Una de las alternativas manejadas es que suspendan temporalmente las transferencias de Ducsa a la caja del Estado, según dijo Arbeleche en la conferencia de prensa.
En la misma línea, el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, dijo este martes a radio Carve que una de las acciones pasa por dejar sin efecto un pedido realizado anteriormente por la OPP para que el 100% de los dividendos de la empresa Ducsa pasen a Rentas Generales. Ese dinero volvería a estar dentro de las disponibilidades financieras del ente. En el ejercicio anterior esta colateral reportó ganancias por US$ 21,8 millones, según el último balance, y es por lejos la empresas del grupo Ancap que mejores números ha mostrado en los últimos 20 años.
En segundo lugar se buscará ampliar una línea de contingencia con el Banco República (BROU), como herramienta de respaldo ante un eventual descalce en los costos de la materia prima.
Y una tercera línea de trabajo apunta a renovar créditos bancarios por un monto de US$ 40 millones. Este año el ente canceló préstamos por un monto similar, y en 2020 lo hizo por US$ 75 millones. “El Poder Ejecutivo nos va apoyar para renovar crédito bancario, de forma tal que sin aumentar el pasivo tengamos una liquidez necesaria para afrontar las obligaciones”, señaló el jerarca.
“Tenemos una angustia financiera, pero no prevemos una situación de default ni por asomo. (…) Hay que mirarlo todo con una perspectiva. Son muchas las empresas que están pasando por una situación bastante más angustiante de la que podemos ver en Ancap. La situación es seria, pero no es dramática ni preocupante”, añadió Stipanicic.
El petróleo crudo Brent (referencia de Ancap), pasó de valer en promedio US$ 50 en diciembre de 2020 a US$ 65 en marzo de 2021, con lo que registró un aumento de 30% en el período referencia.
Entre enero y marzo la diferencia no recaudada respecto a la paridad de importación ascendió a $ 1.504 millones (unos US$ 34 millones al tipo de cambio actual), según un informe al que accedió El Observador. Ese apartamiento entre lo propuesto por Ancap en sus informes tarifarios y el ingreso obtenido fue de $ 72 millones en enero, $ 435 millones en febrero y se amplió a $ 997 millones en marzo.
El presidente de Ancap dijo que los ingresos que se han dejado de percibir desde enero hasta el presente por esa diferencia “es un efecto excepcional” por la pandemia y así será expuesto en los resultados contables.
La empresa terminó el 2020 con pérdidas anuales por US$ 12 millones. Si bien su resultado operativo fue positivo por US$ 34 millones, se registró una pérdida en resultados financieros de US$ 71 millones. De todas formas, el resultado final estuvo bastante por debajo de los US$ 80 millones proyectados en el primera parte de ese año cuando la economía se frenó por la pandemia.
“En Ancap se ha actuado con seriedad y los resultados creo que lo avalan. Esa confianza que tiene el Poder Ejecutivo de tomar una medida que es tan severa con Ancap es una confianza que se expresa en el sentido de: ‘Sabemos que ustedes lo pueden hacer y les vamos a pedir el esfuerzo´. No estamos condenando a Ancap a algo irreversible. Se va a manejar”, afirmó Stipanicic.
El factor "X"
La decisión de congelar precios implica también una postergación temporal en la implementación del nuevo esquema que impulsa el Poder Ejecutivo para el mercado de los combustibles, y que estaba previsto implementar desde abril.
Lo que sí se sabe ahora es el criterio que seguirá el Poder Ejecutivo todos los meses para definir los precios. Para eso se utilizará como base el Precio Paridad de Importación (PPI) que calcula Ursea, es decir, el precio (teórico) que asumiría un privado si importara y vendiera los mismos combustibles que vende Ancap, más un factor X fijo de $ 2,97 por litro para manejar los sobrecostos del ente.
Si bien el PPI se calcula en la planta de Ancap, también se proyecta al precio final, incorporando los demás costos de la cadena. Y con relación al factor de ajuste (X) irá disminuyendo su valor en pesos hasta converger de manera gradual a los valores de PPI en un plazo máximo de tres años, y cumpliendo hitos de avances mínimos anuales.
“Al comenzar el nuevo sistema tendremos transparencia y previsibilidad, se sabrá cuánto valdrá el combustible, y se podrá trabajar en los sobrecostos nacionales para bajarlos”, escribió ayer en su cuenta de Twitter el ministro de Industria y Energía, Omar Paganini.
“Pero, independiente del modelo usado para las tarifas, insistimos, de mantenerse el precio del petróleo será necesario un ajuste. Se ha postergado en apoyo a los sectores productivos y a la población en general, en esta difícil coyuntura”, añadió.