I. Guimaraens

Testimonio implica a Fernández Huidobro con tupabandas

Un policía que encerró a los miembros de las bandas criminales dio detalles hasta ahora desconocidos

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18 de junio de 2017 a las 13:54

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Bastante se ha dicho ya en libros y entrevistas acerca de las bandas formadas supuestamente por integrantes del movimiento tupamaro que en la década de 1990 se dedicaba a robar bancos. Se decía que era para financiar el movimiento y que la suma robada fue más de US$ 20 millones, según el libro Eleuterio Fernández Huidobro. Sin remordimientos, de la periodista María Urruzola.

Eduardo Vica Font, un funcionario policial retirado que en esa época detuvo a los implicados en esos crímenes, descartó en una entrevista con el diario El País que la suma fuera tal. Si se calcula la cantidad de robos y la capacidad de las cajas de los bancos no llega a esa cifra.

Este nuevo testimonio, además, agrega un detalle que hasta el momento había sido evadido: que el dinero proveniente de los robos iba a parar a un comité de base del MLN-T ubicado en la calle Ejido, a cuyo frente estaba Eleuterio Fernández Huidobro, exministro de Defensa.

Hasta el momento, las voces que decían que Fernández Huidobro y José Mujica habían estado al frente de las bandas criminales habían sido acalladas o desmentidas. Sin embargo, Vica Font lleva su testimonio a 1994: luego de un tiroteo en un motel en que un colombiano de apellido Santander (guerrillero de las FARC y refugiado de Acnur) terminó muerto, y una mujer de 19 años con un balazo en el estómago, ciertos bienes incautados llevaron a la declaración de la novia de Santander, quien delató a sus compañeros, ya que estos habían intentado asesinarla por no integrarse en buena forma a la banda.

Vica Font también menciona a la banda del extupamaro Luis Alberto Oriol, que frecuentaba el bar Pedrín, ubicado en República Argentina casi Grecia (del que Oriol era socio junto con Carlos Otero, hijo de un tupamaro). Según su testimonio, allí se reunía la banda para repartir el botín y coordinar otros atracos. Según "versiones de interrogatorio policial", a esas reuniones asistían Fernández Huidobro y Mujica, pero esas declaraciones cambiaban ante el juzgado.

El oficial siguió con ese rastro durante los tres años siguientes con el fin de dar con la información que le permitiera procesar a Fernández Huidobro. Las bandas (que, según describe, eran seis) habían quedado todas tras las rejas, por lo que quedaba por determinar el paradero de la plata robada. Si bien se había dicho que había sido utilizada para comprar ropa y drogas, Vica Font dice que no cree que haya sido así, ya que en los allanamientos que realizaron no encontraron un solo objeto nuevo.

La investigación de Vica Font quedó trunca debido a una llamada que recibió por el año 2000 (luego de haber sido ascendido a jefe de Hurtos y Rapiñas en 1998) de parte de una autoridad del momento que le dijo que no continuara con la investigación del destino del dinero. Vica Font no se anima a decir el nombre de quien lo llamó, dado que el único testigo que tenía de esa conversación está muerto, pero asegura que era alguien importante.


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