Tres Cruces recaba datos de pasajeros pero no realiza controles sanitarios

La terminal se limita a seguir las pautas que le impuso el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. “No hay nadie controlando a las personas que bajan de cada coche. No se les toma la temperatura ni se les hace un diagnóstico. Controlamos el documento, el nombre y el número de teléfono de cada una de las personas que suben a los vehículos, como ordenó el ministerio hace unas semanas”, dijo a El Observador Pablo Saraví, jefe de la torre de control de Tres Cruces.

Los datos personales se recaban para poder monitorear la trazabilidad de una persona en caso de que luego sea diagnosticada con covid-19 y así poder localizar a quienes viajaron en ese ómnibus. 

A su vez, el proceso de desinfección de los coches depende de cada empresa.

Con respecto a Rivera, según surge de la página web de la terminal hay tres empresas que trasladan pasajeros al departamento desde la capital y desde la frontera a Montevideo. En total hay 18 viajes diarios de ida, y 16 de vuelta. Si bien las frecuencias pueden sufrir modificaciones, Turil tiene nueve frecuencias diarias de Tres Cruces a Rivera y siete de regreso; Nuñez tiene cuatro viajes de ida y cada de vuelta por día y Agencia Central cinco y cinco. A esas frecuencias se suman algunas más de lunes a viernes.

Según datos aportados por Saraví, Tres Cruces “está trabajando un 70% por debajo de su capacidad”. Las medidas de flexibilización que fueron anunciadas por el gobierno tampoco generaron un impacto sustancial en el movimiento de la terminal. 

“Lo más bajo que llegó a trabajar la terminal fue en el entorno de un 75% menos. Cuando se reactivó la construcción se notó un leve incremento y llegamos a estar en un 72% por debajo en la cantidad de servicios. Eso sí, antes los ómnibus viajaban vacíos -con cinco o seis personas arriba- y desde que se retomó la construcción viajan con más gente”, detalló Saraví.