Una cabina inteligente para aislarse del murmullo urbano

Una empresa busca hacerse lugar en el diario vivir de los uruguayos instalando cabinas que se pueden utilizar tanto para trabajar como para mirar la serie del momento

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20 de septiembre de 2019 a las 05:04

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El trajín de la ciudad, la rutina y la monotonía que marca el reloj todos los días, esos son los argumentos con los que en la actualidad se instaló la necesidad de encontrar en el espacio urbano un lugar en donde descansar, distraerse o incluso trabajar con más privacidad. 

Con este lema nació My Own Space (MOS), un emprendimiento que busca instalarse en Uruguay y el resto del mundo. Si bien la empresa ya lleva más de 25 años fusionando tecnología con hospitalidad en casinos, hoteles y cadenas de restoranes, desde el año 2018 están incursionando en el negocio de cabinas inmersas en el espacio cotidiano. 

El primer paso que dio Ismael Carlos Micón, fundador de MOS, fue reunir al equipo de profesionales necesarios para hacer el sueño realidad. Una vez que todos los cabos estaban atados y podían vislumbrar un proyecto sólido y concreto, decidieron presentarse a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y así fue como pudieron dar lugar al primer prototipo de estas cabinas que son llamadas “full”. 

De igual modo, no es la única oferta que la compañía presenta ya que también tienen un servicio de salas de lactancias, llamadas MOM, que se pueden instalar tanto dentro como fuera de las empresas o instituciones estatales. 

Además, una vez que todo queda listo, la cabina de lactancia se puede mover dentro del espacio debido a que tiene ruedas y una personas la puede trasladar sin mayores dificultades. Hoy en día las cabinas MOM están instaladas en diversas empresas e instituciones del Estado.

Carlos dijo a El Observador que la devolución por parte de las madres ha sido muy buena porque, entre otras cosas, se genera un nivel de aislación del ambiente que es favorable tanto para la madre como para el bebé. 

“Una necesidad que la gente tiene, pero que no está buscando”

El fundador contó que la aceptación de las cabinas full por parte del público ha sido muy grata, ya que es una oferta que se instala fácilmente en la sociedad porque es “una necesidad que la gente tiene pero que no está buscando”, comentó. 

El cómo se adaptan estas instalaciones a la vida diaria de una ciudad puede ser una de las interrogantes pero para Carlos se pueden llegar a usar en múltiples circunstancias. Desde tomarse un descanso en medio de la jornada laboral así como ir a trabajar un rato el fin de semana porque no se encuentra un lugar con la suficiente capacidad y comodidad. No obstante, también se pueden utilizar porque presentan comodidades que no todos tienen en sus casas. 

Las cabinas que funcionan a través de la domótica -un conjunto de técnicas que automatizan un espacio- presentan desde videojuegos, wifi exclusivo para quien la esté usando, un servicio de streaming para ver películas, una mesa que funciona como escritorio y un sillón que adopta distintas posturas en donde se puede dormir, trabajar o estar relajado. 

Además, todo es controlado tanto por los trabajadores de MOS en caso de que surja algún inconveniente como por el propio usuario que tendrá en uno de los posabrazos un pantalla de siete pulgadas que le permite activar y desactivar las funciones.

Cómo se accede y cuánto cuesta

El modo de acceder este servicio será a través de una aplicación, en donde la persona podrá hacer el checkin y se le cobrará una tarifa de alrededor US$ 10.

Carlos aclaró que el precio puede variar, ya que dependerá de ciertas condiciones como ser el lugar en donde esté la cabina, si se llegan a acuerdos con el Estado para implementar políticas sociales o incluso si se instalan en espacios que tengan como prioridad al trabajador público. Desde la aplicación, se podrá personalizar algunas prestaciones del servicio desde el olor del ambiente, la temperatura, las luminocidad hasta el programa de televisión que se quiera ver. 

Los datos que requiere la aplicación son el mail, teléfono y nombre del cliente. Una vez que se recibe una clave, la persona puede salir y volver a entrar a la cabina cuanta veces quiera dentro del tiempo que tenga rentado. 

Camilo dos Santos

“Cuando lo ven (la gente), comienzan a pensar que esto le vendría bárbaro para esperar mientras se hace un trámite o mientras espera en la mutualista o cuando sencillamente no tienen en sus casa las prestaciones que tiene la cabina”, explicó. 

El fundador comparó este servicio con algunos que ya se daban pero en diferentes rubros, por ejemplo mencionó las cabinas de teléfono cuando en los hogares no había acceso a uno o los cibercafés cuando el Internet era un lujo. 

Acuerdos con las intendencias

Carlos aseguró que la empresa está comenzando algunos acuerdos, precisamente con la Intendencia de Montevideo y la de Canelones, ya que el tema de las ciudades inteligentes es algo que cada vez más está sobre la mesa de las comunas. 

“Muchas veces el tema de las smart cities comienza por el tema de la vigilancia, de sensores y demás. Cosa que el usuario no experimenta tanto pero que son necesarios (...) en este caso es algo mucho más visible y permeable al público directo”. 

De este modo, desde la IMM se está empezando un acuerdo para realizar un testeo urbano de las cabinas de MOS y así poder implementarlas en Montevideo. También en Canelones hay un interés tanto por las salas de lactancias -MOM- como también por las cabinas full. Carlos puntualizó que también se está trabajando con autoridades empresariales del departamento canario para poder colocar estos servicios en parques empresariales. “Estamos trabajando en los planos para la instalaciones de las cabinas”, especificó. 

Hay otros proyectos como en el departamento de Rivera en donde se está esperando por la inauguración de una nueva terminal de ómnibus. Y también se espera que las cabinas puedan ser un espacio de trabajo a través de un acuerdo con Sinergia. 

A nivel regional, en el mes de octubre se comenzará a colocar las cabinas en Sao Paulo y se cerró un acuerdo en donde queda por ver cuántas cabinas se instalarán en el aeropuerto de Natal. En tanto, se espera que a fin de año se pueda llegar a Brasilia.

En materia de expansión, Carlos aclaró que depende de alcance de tercerización de operaciones que logre la compañía. “Buscamos tener empresas, personas que repliquen el negocio afuera”, subrayó.

Agregó que el modelo de negocio es muy fácil, ya que se basa en tecnología donde la inversión es “bastante controlada” y los recursos humanos que se necesitan son casi nulos.   

Sin competencia (por ahora)

Carlos destacó que no hay competencia a nivel global pero se espera que en lo próximos años surjan, porque los países están abordando cada vez más este tema. 

“Hay una tendencia que es a la que respondemos, una tendencia que empieza en 1970 con los hoteles cápsulas japoneses”, dijo. Si bien hoy en día tanto Europa, Medio Oriente como Estados Unidos presentan empresas dedicadas a crear cabinas para descanso, se centran únicamente en el buen dormir de las personas y no presentan comodidades extras. 

También es creciente la oferta en cabinas para trabajar y se asemejan mucho a las cabinas de teléfono en donde hay solo un lugar para sentarse y una mesa. Estos sitios, según Carlos, buscan tranquilidad y no tanto privacidad, un lugar hacia donde el mundo va cada vez más.

Para el fundador, el diferencial es que “atienden todas las necesidades del usuario” y le permiten hacer lo que quieran dentro de ellas. De esta forma, uno de los objetivos es seguir trabajando para entender qué es lo que precisan los clientes en cada lugar y así poder agregar más aspectos a las cabinas. A modo de ejemplo, el fundador dijo que a principios del año que viene se espera agregar material antisísmico a las cabinas para que se puedan colocar en aquellos lugares donde las inclemencias del tiempo hacen que corra peligro la vida de los ciudadanos.    

Cómo se controlan las cabinas
Si bien el servicio nunca se había visto en Uruguay, uno de los aspectos a tener en cuenta es el control para que no ocurran situaciones determinadas dentro de las cabinas. Es así que cuentan con una combinación de cámara volumétrica y sensor de movimiento, por la cual se controla no solo la ocupación individual de la cabina, sino el posible olvido de bultos por parte del huésped.
En cuanto al control específico de la persona, la cabina hace un control volumétrico luego de realizado el check in. En caso de que se detecte más de una persona, se realiza una alerta a través de la televisión. Luego de 30 segundos, se hace otra lectura volumétrica y si persiste la presencia de más de una persona, se hace otro anuncio recordándole al cliente que existirán cargos extra tal como consta en las condiciones de servicio, y que en 30 segundos más la cabina será inhabilitada para su uso.
Luego de que pasa ese tiempo, “la cabina se apaga, la puerta se abre y mantiene abierta y se emite una alarma sonora molesta. Este último paso, dispara una alarma via mail y sms a nuestro inspector encargado y los funcionarios”, explicó Carlos.   
 
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