Rusia anunció este miércoles que su cápsula MS-22 del proyecto Soyuz, que se encuentra acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS) y había sido víctima de una espectacular fuga de refrigerante el mes pasado causado por el impacto de un meteorito, comenzará las maniobras de regreso a la Tierra sin tripulantes.
El anuncio, realizado por la agencia espacial rusa Roscosmos, señala que "los expertos concluyeron que la Soyuz MS-22 tiene que regresar a Tierra sin tripulación", al mismo tiempo que confirma que la fuga del refrigerante fue provocada por el choque con un pequeño objeto cósmico que dejó un agujero de menos de un milímetro de diámetro.
El líquido refrigerante es indispensable para asegurar que la temperatura al ingresar a la atmósfera terrestre no dañe a los tripulantes. Como la fuga de este líquido había sido casi total, era imposible que la cápsula transportara a los tres astronautas (los rusos Serguéi Prokopiv y Dmitri Petelin y el estadounidense Frank Rubio), que quedaron en la ISS.
Rusia enviará el 20 de febrero otra nave Soyuz, la MS-23 para traerlos a la Tierra sin riesgos.
El despegue de la Soyuz MS-23 estaba previsto para el 16 de marzo con otros tres astronautas, pero Roscosmos informó que, debido al percance de la MS-22, la nueva cápsula "será lanzada el 20 de febrero de 2023 sin pasajeros para asegurar el retorno de Prokopiev, Petelin y Rubio a la Tierra".