Dante Fernández / AFP

Una respuesta política

En pleno auge de la temporada estival aumentan los casos de covid-19 y se abre un nuevo desafío

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19 de enero de 2022 a las 05:04

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La temporada estival nos está ofreciendo un contraste propio de estos tiempos de pandemia. Por un lado, muchas personas disfrutando en restaurantes, boliches y grandes eventos musicales con capacidad colmada. Por otro, también una concurrencia masiva, pero a los centros de hisopado, a lo cual se suma una sobrecarga del primer nivel de atención en salud. El contraste no hace otra cosa que reflejar la renovada disyuntiva que se le presenta al gobierno. 

La fuerte aceleración en el ritmo de contagios por la nueva variante ómicron batió récords, llegando a un promedio de 6.800 contagios diarios en enero y 54 hospitalizados en CTI, hasta el momento en que se redactó esta nota. No obstante, la encrucijada que se presenta entre la situación sanitaria y la económica, requiere ser analizada bajo nuevos lentes. 

El avance en el plan de vacunación lleva a que, si bien la propagación es elevada, la misma se da con menor agresividad respecto a lo que vimos en el trimestre abril-mayo-junio de 2020, según señalan los expertos. Es que Uruguay presenta un 76% de la población con el esquema completo de vacunación y está próximo a alcanzar el 51% con tres dosis. Ese dato fue el argumento central de la conferencia del 10 de enero encabezada por el presidente y secundado por el ministro de Salud Pública Daniel Salinas y el subsecretario de la cartera José Luis Satdjian. “La gran defensa que ha tenido el país fue la importante cantidad de vacunados”, dijo al comienzo de la conferencia Lacalle Pou. Luego expresó que “a veces no tomar medidas directamente es una medida” en alusión al no cierre de fronteras y control de aglomeraciones.

Además del plan de vacunación, para el cual ahora se habilitó la vacunación en niños, pesa la reactivación económica, y en particular la del sector turístico. Con los datos de la economía para el tercer trimestre de 2021 marcando un crecimiento de 2,7% respecto al trimestre anterior se alcanzaba el nivel de cierre de 2019. Para el cuarto trimestre, ese crecimiento se estima que puede rondar un acumulado del 4%, cifra superior a las estimaciones de los analistas privados y del propio equipo económico. Es un dato auspicioso luego de la abrupta caída de 5,9% del 2020 producto de la pandemia. Dicho crecimiento se manifestó en todos los sectores; comercio, servicios, salud y educación, transporte y almacenamiento, industria manufacturera, agropecuario, construcción. 

No es nada nuevo advertir que el sector turístico particularmente tiene la peculiaridad de que comenzó a reactivarse más tarde (en noviembre se reabrieron fronteras) y su zafra principal es la temporada estival. Por ende, es mucho lo que se juega hoy, luego de estar prácticamente paralizado desde marzo de 2020. Para ilustrar parte de su impacto en la economía, podemos ver el reciente informe del Instituto Uruguay XXI sobre exportaciones por rubro. El informe da cuenta de un notable crecimiento generalizado de las exportaciones, pero que tiende a ser más moderado para el sector servicios. Ello se explica -dice el informe- por la retracción del sector turístico, el cual tiene un alto peso en venta de servicios al exterior y recibió el impacto por el cierre de fronteras. 

Todos estos aspectos -sanitarios y económicos- se traducen en un fuerte desafío para las autoridades. Y con ello, podría ser necesario una respuesta política que acompañe las medidas ya tomadas. 

Si nos vamos nuevamente al trimestre abril-mayo-junio, para tomar referencia de un momento donde el sistema de salud estuvo sobrecargado, vimos que, a nivel político, derivó en una mayor polarización respecto a la forma en que se gestionaba la pandemia, con fuertes contrapuntos entre oficialismo y oposición. En esta instancia seguramente sea deseable para la población una mayor cooperación en este tema en particular. Más aun cuando las propias intendencias -y en especial las costeras- tienen cometidos y potestades que pueden contribuir, en conjunto con los ministerios, a limitar el aumento exponencial de contagios. El reto, nuevamente pasa por la respuesta política que se le planta a esta nueva ola.

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