Tras dos alargues y en un partido increíble, en el que Uruguay lo tuvo en dos ocasiones y no lo pudo liquidar, el Seven de Punta del Este finalmente se fue a manos de Japón, que le ganó 5-0 la final a los celestes.
Fue una final dramática, de muchas defensas y pocas ideas en ataque. A pesar de la derrota, fue un resultado mucho mejor que lo esperado para Uruguay, que nunca había pasado de cuartos de final de la Qualy. Por primera vez en mucho tiempo se trabajó con un plantel estable, de buena calidad y con competencias para ir subiendo el nivel, y el resultado quedó a la vista. El desafío será ahora mantenerlo hasta octubre, cuando se juegue la final del circuito en Hong Kong, luego de la postergación por el coronavirus.
Los Teros habían tenido un día con altibajos el sábado: un debut con mucha entrega y muchos errores ante Papúa Nueva Guinea (victoria 26-10), caída clara 26-10 ante Alemania en un partido donde movieron el plantel, y victoria contundente y previsible ante México (34-5) con la tranquilidad de saber que eran amplios favoritos.
Precisamente, el DT Ivo Dugonjic pudo hacer lo que no se pudo en Viña al caer en el grupo de la muerte: administrar el plantel sabiendo que la clave estaba el domingo. Y por eso mostraron su mejor juego hasta ese momento en los cuartos de final ante Tonga. Una semana después de caer 10-0 en Viña, Los Teros VII dominaron todos los aspectos de juego ante los oceánicos: controlaron la posesión, movieron la pelota con inteligencia y paciencia hasta encontrar el espacio ante un rival fuerte pero que sueñe desordenarse tras un par de fases, y defendieron con un orden y método notable, hasta cortarles todos los caminos a los rivales.
En cambio Alemania, que había sido primero en el grupo de Uruguay, cayó en cuartos de final ante Chile 17-12, ratificando que el seven es un juego de administración de esfuerzos físicos y mentales, y que lo importante es llegar entero al domingo.
Con esa victoria, Uruguay se aseguró su lugar en la Qualy de Hong Kong, que disputarán los ocho mejores de la tabla general de ambas. Y además, por primera vez que se juega la segunda división (desde 2012 a 2019 siempre fue con un torneo en aquella ciudad asiática), se metió entre los cuatro mejores del torneo. Fue una forma, además, de sacarse un peso de encima, ya que el 9º puesto de Viña los había puesto sin margen de error en Montevideo.
En la semifinal Uruguay dio una clase magistral de defensa para ganarle a Hong Kong 12-0, en un duelo que históricamente ha favorecido a los asiáticos. Fue tan buena la defensa que el rival recién cruzó la mitad de la cancha a falta de un minuto para el final del primer tiempo, en una jugada que terminó con otra gran defensa y la pelota yéndose por el touch.
Antes, los celestes ya habían construido la victoria con dos tries de excelente factura, con el pie de Felipe Echeverry, que jugó un partidazo y con su talento abrió a la cerrada defensa de Hong Kong dos veces, para habilitar a Viñals y Amaya, dos velocistas que este fin de semana mostraron que tienen nivel internacional. Además de eso, Uruguay fue firme en el breakdown ofensivo, tanto para ganar duelos como para en los apoyos al ir al suelo.
El segundo tiempo fue una defensa monumental, siempre lejos de las 22 rivales, con obsesión por el orden en la pared y con tackles agresivos y certeros, que no le dieron ni una chance al rival.
Faltó dolorosamente poco, sí. Esa es la primera sensación que queda luego que Los Teros 7s perdieran la final del Seven de Punta del Este en el segundo alargue ante Japón 5-0, en un partido dramático (debe ser inédito en torneos de World Rugby llegar al segundo alargue 0-0). Más porque Los Teros tuvieron al menos 3 oportunidades para llevárselo, que terminaron a centímetros del try.
Pero mirando más en perspectiva, el balance de la actuación uruguaya en este torneo no podría ser más auspicioso: desde que se juega la segunda división del Circuito Mundial, en 2012 en la Qualy de Hong Kong, nunca antes Uruguay había pasado más allá de los cuartos de final. Acá llegó a la final, con autoridad, y hasta podría haber ganado.
Y fue una muestra de hasta donde se puede llegar con un buen trabajo. Es cierto que la localía ayudó, pero afortunadamente es parte del paisaje de Los Teros en los próximos años. Pero más allá de eso, los cierto es que por primera vez en mucho tiempo se trabajó con un plantel estable, de buena calidad y con competencias para ir subiendo el nivel, y el resultado quedó a la vista. El desafío será ahora mantenerlo hasta octubre, cuando se juegue la final del circuito en Hong Kong, luego de la postergación por el coronavirus.
En el Charrúa, Uruguay encontró una identidad. No es un equipo lujoso, que regale show. Es un equipo sacrificado, con la defensa como bandera, que tacklea a destajo y que es inteligente para saber cuándo pelear en el suelo y cuándo ponerse de pie y armar la pared. Tiene perros cimarrones como los hermanos Ardao, o como Lijstenstein o Della Corte o McCubbin, que tacklean lo que haya enfrente. Guapos de buen físico como Della Corte o McCubbin que ponen el equipo adelante, talentosos como Echeverry o García que abren espacios con su talento (léase pie, especialmente Tite) y definidores veloces como hace tiempo no aparecían: Amaya y Viñals. Jugadores de rol como Pastore, Ubilla, Kigel o Brazionis, que mantienen el nivel cuando entran. Ante todo es un equipo, en el que el todo es más que la suma de las partes. Y que mostró que cuando tiene eso claro, puede pelearle a cualquiera.
La final
Fue una final dramática, de muchas defensas y pocas ideas en ataque. Quizás el único reproche sean los 3 lines perdidos en ataque, o los dos penales en cinco yardas. Faltó un poquito de paciencia para manejar la posesión antes de que apareciera el espacio, pero también es cierto que enfrente había un equipo que aunque haya descendido el año pasado, sigue siendo de circuito mundial. También hubo una defensa gigante, incluso en 5 yardas, hasta que un quiebre a los 23 minutos de partido definió la historia.
El sábado
Los Teros habían tenido un día con altibajos el sábado: un debut con mucha entrega y muchos errores ante Paìúa Nueva Guinea (victoria 26-10), caída clara 26-10 ante Alemania en un partido donde movieron el plantel, y victoria contundente y previsible ante México (34-5) con la tranquilidad de saber que eran amplios favoritos.
El domingo
Precisamente, el DT Ivo Dugonjic pudo hacer lo que no se pudo en Viña al caer en el grupo de la muerte: administrar el plantel sabiendo que la clave estaba el domingo. Y por eso mostraron su mejor juego hasta ese momento en los cuartos de final ante Tonga. Una semana después de caer 10-0 en Viña, Los Teros VII dominaron todos los aspectos de juego ante los oceánicos: controlaron la posesión, movieron la pelota con inteligencia y paciencia hasta encontrar el espacio ante un rival fuerte pero que suele desordenarse tras un par de fases, y defendieron con un orden y método notable, hasta cortarle todos los caminos a los rivales. En cambio Alemania, que había sido primero en el grupo de Uruguay, cayó en cuartos de final ante Chile 17-12, ratificando que el seven es un juego de administración de esfuerzos físicos y mentales, y que lo importante es llegar entero al domingo.
Con esa victoria, Uruguay se aseguró su lugar en la Qualy de Hong Kong, que disputarán los ocho mejores de la tabla general de ambas . Fue una forma, además, de sacarse un peso de encima, ya que el 9º puesto de Viña los había puesto sin margen de error en Montevideo.
La semi con Hong Kong
En la semifinal Uruguay dio una clase magistral de defensa para ganarle a Hong Kong 12-0, en un duelo que históricamente ha favorecido a los asiáticos. fue tan buena la defensa que el rival recién cruzó la mitad de la cancha a falta de un minuto para el final del primer tiempo, en una jugada que terminó con otra gran defensa y la pelota yéndose por el touch.
Antes, los celestes ya habían construido la victoria con dos tries de excelente factura, con el pie de Felipe Echeverry, que jugó un partidazo y con su talento abrió a la cerrada defensa de Hong Kong dos veces, para habilitar a Viñals y Amaya, dos velocistas que este fin de semana mostraron que tienen nivel internacional. Además de eso, Uruguay fue firme en el breakdown ofensivo, tanto para ganar duelos como para en los apoyos al ir al suelo.
El segundo tiempo fue una defensa monumental, siempre lejos de las 22 rivales, con obsesión por el orden en la pared y con tackles agresivos y certeros, que no le dieron ni una chance al rival.
4tos de final 9no puesto
Colombia 24-México 17
Zimbabwe 21-Brasil 15
Papúa Nueva Guinea 19-Portugal 17
Uganda 56-Paraguay 7
Semis puesto 13
México 22-Brasil 0
Portugal 26-Paraguay 10
Final puesto 13
México 7-Portugal 30
Semis puesto 9
Zimbabwe 33-Colombia 17
Uganda 22-Papúa Nueva Guinea 19
Final puesto 9
Zimabwe-Uganda
4tos de final Oro
Chile 17-Alemania 12
Japón 32-Jamaica 0
Uruguay 27-Tonga 7
Hong Kong 17-Italia 14
Semifinales 5to puesto
Alemania 40-Jamaica 5
Tonga 15-Italia 26
Final 5to puesto
Alemania-Italia
Semifinales Oro
Chile 10-Japón 31
Uruguay 12-0-Hong Kong
Tercer puesto
Hong Kong 12-Chile 7
Final Oro
Japón 5-Uruguay 0
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá