Veinte años de cambios en el empresariado uruguayo según sus referentes

Ana Inés Echavarren - CEO de Infocorp

Dicen que 20 años no es nada, pero en la tecnología y servicios financieros digitales, es una vida. Hace 20 años yo entraba a Infocorp, y si bien en algunos mercados comenzábamos a hablar del celular como un canal a través del cual los clientes harían sus consultas, pensar en transaccionar por allí, o que fuese el canal principal de uso diario, era inimaginable. 20 años después, somos Mobile Only, Mobile First, y también tenemos WhatsApp Banking, o Chatbots a través de los que transaccionamos por diversas redes sociales. En el 2000 no se había creado todavía Facebook o WhatsApp.

Hace 20 años, el usuario se adaptaba a la usabilidad de las aplicaciones que los bancos tenían disponibles, esperaba si las consultas demoraban y realizaba el 90% de sus transacciones y consultas en la sucursal. En la actualidad, el usuario es cada vez más exigente, quiere que la app de su banco sea como la de Amazon, que sabe lo que está buscando y necesita; propone productos relevantes y va aprendiendo de tu comportamiento. La usabilidad juega un rol fundamental, y la experiencia de compra es más importante quizás que el producto propiamente dicho. 20 años después, nuestra misión de “Helping People Love Their Bank” sigue más vigente que nunca. 

Gabriel Rozman - CEO and Chairman Tokai Consulting

Recuerdo haberme mudado a Uruguay en el año 2001 para comenzar un proyecto de centros de desarrollo de software y crear TATA Consultancy Services (TCS).

Pusimos un aviso para reclutar ingenieros de sistemas y recibimos aproximadamente 200 currículums vitae de personal calificado, para elegir los 15 primeros integrantes de TCS. Hoy si hiciera lo mismo recibiría, con suerte 10 candidatos calificados.

Recuerdo asimismo que en el texto del aviso de la oportunidad de empleo, pusimos que los seleccionados los enviaríamos a India para ser entrenados, lo que seguramente ayudó a la difusión. Pero también pusimos que TCS era una empresa que no discriminaba por género, raza o religión. Al lado de nuestro aviso salió uno de una empresa del Estado que pedía mujeres de buena presencia de 18 a 30 años. Recibí varios correos de mujeres que me hicieron notar la diferencia.

¡Como ha cambiado el mundo en esos dos aspectos!

Patricia Lussich - Directora de Lussich Advertising

En estos 20 años en el mundo de la publicidad, tanto a nivel global como local, han existido muchísimos cambios. La publicidad siempre es un reflejo de lo que pasa en la sociedad y por eso todas las transformaciones ocurridas con la llegada de las nuevas tecnologías  y en la vida de las personas han  impactado en la comunicación publicitaria. Desde la forma de trabajar y las facilidades que la tecnología nos trajo hasta los cambios importantes en el comportamiento de los consumidores nos han desafiado profesionalmente.

En este tiempo, la comunicación en general y la publicitaria especialmente se ha “democratizado”  en cuanto al feedback que se recibe y se considera y en cuanto al rol de los receptores de los mensajes. Por otra parte, el aumento de egresados universitarios y de mujeres en la profesión ha sido muy importante y valioso, aportando una mirada más cercana y realista. Sentimos hoy que los cambios suceden mucho más rápido de lo que podemos interpretarlos, hace 20 años el tiempo parecía que corría más lento y las certezas eran mayores. En un balance tal vez perdimos reflexión y profundidad en la publicidad en estos 20 años y ganamos en  adaptación , rápidez y  capacidad de respuesta. 

Juan Martínez - Presidente de la Cámara de Turismo

En el año 2000 el sector turístico todavía era poco dinámico, poco profesional, con poco desarrollo en los distintos puntos del país. Recién a partir del período 2000-2005 es cuando toma fuerza el hecho de empezar a generarse polos turísticos en distintos centros más allá de los tradicionales, que hasta ese momento eran muy puntuales.

La idea fue empezar a fomentar el turismo en todo el país. En ese camino se genera la Marca País, Uruguay Natural y el país empezó a promocionarse al mundo y tener fuerte participación en ferias internacionales, muy impulsado por un ministerio con mucha mirada puesta en marketing como fue el de Pedro Bordaberry. Eso permitió ir posicionándolo de otra manera. Luego empezaron muchos sectores empresariales a ir invirtiendo en mejoras de calidad, tanto a nivel gastronómico como en transporte. Hubo una movida inicial que fue muy interesante y que generó que a través de la Cámara de Turismo saliéramos a recorrer no solo el país, sino toda la región promocionando, haciendo rondas de negocios y presentaciones en los distintos destinos. Esto empezó a movilizar al sector, a unirlo y a mostrar una oferta distinta y variada del país. En 2007, con la ley de inversiones empezaron a tomar fuerza nuevos proyectos, sobre todo en el rubro hotelero.

Comenzaron a generarse proyectos e inversiones de mejora de calidad e infraestructura de servicios en distintos puntos del país, y aparecieron también alojamientos nuevos, de mejor nivel y calidad, que era un debe que teníamos. En general, entre 2000 y 2015 se fueron produciendo inversiones e incorporaciones de cadenas hoteleras internacionales que fue muy relevante para la oferta; no solo la expansión dentro de Montevideo y el este, sino también en destinos como Colonia y termas, que pusieron foco en propuestas de alto nivel de calidad y cinco estrellas. Luego se fueron consolidando todos los destinos que no eran tan tradicionales, que nos llevan a tener hotelería de primer nivel en Rivera y por qué no Durazno, Florida o Flores. Todo el país se ha aggiornado en inversiones, calidad de servicios, profesionalización y capacitación de su gente. Eso ha puesto al turismo entre una de las tres primeras actividades, después de la productiva, en generación de empleo y divisas en Uruguay.

Se ha posicionado también un sector como el de congresos, eventos y reuniones, que ubica a Uruguay entre uno de los 70 primeros destinos para organizar eventos en el mundo.

Por otra parte, tomó impulso el turismo rural, que estaba algo bajo. Hoy los espacios entre la naturaleza son sin dudas la salida que tenemos para reactivar la economía turística.

Elvira Domínguez - Representante de empresas en el BPS

Los años pasan muy rápido, pero es un gran logro mantenerse durante tanto tiempo en una línea editorial profesional y equilibrada atendiendo, informando y alentando los intereses del mundo empresarial.

¿Cómo era el Uruguay en el año 2000?. ¿Que explica una caída tan abrupta en el número de patronos cotizantes en el año 2002?

A partir de 1999, tras un auge económico de más de un lustro, nuestra economía entró en una fase contractiva, tras la devaluación del real en enero de ese año. La actividad empresarial estaba en crisis, prácticamente no había sector que no estuviese impactado negativamente. Entre 1998-2002 el PIB había caído un 17,5%. En ese contexto surge un movimiento denominado “concertación para el crecimiento” que pretendía encontrar el camino del desarrollo productivo, participaron las pymes, el agro, la industria, sindicatos y algunos intelectuales.

En marzo del 2000, asume un nuevo gobierno con un plan ambicioso, sin embargo la situación macroeconómica de los países vecinos empeora durante ese año, y en abril de 2001, la epidemia de aftosa obliga al gobierno a cambiar sus planes, aumenta el déficit público, al final se baja la presión fiscal y se toman medidas muy novedosas, pero el daño en las pymes ya era irreversible, muchas cerraron y otras se pasaron a la informalidad. Empezaba a mejorar y al año siguiente en el 2002. Felizmente, buenas decisiones y una sucesión de acuerdos stand-by nos dieron la liquidez para que el país pudiese despegar.

Después de esta maestría pragmática de los inicios del siglo XXI, muchos de aquellos empresarios que sobrevivieron esa crisis, tomaron conciencia de la importancia de prepararse en planificación estratégica.

Obviamente el sector empresarial no es un universo homogéneo, y no todas vivieron en forma positiva, ese período de casi 10 años de auge. En este período se fortaleció el mercado interno, por la vía de la mejora del salario y las transferencias, y eso fue positivo para la mayoría de las pymes,  hasta que llegó la inclusión financiera, en el año 2015. A partir de ese momento además del “socio Estado”, al empresario se le sumo el “socio sistema financiero” que participa en un porcentaje de sus ventas.

Llegamos al 2020, y esta vez una crisis sanitaria global, sin fronteras, nos reta en lo socio-económico. De pronto, aparece un factor exógeno, inesperado, incomprensible que nos hace ver aspectos que no estaban funcionando bien en el mundo del trabajo. Las empresas, en particular las micro, las pequeñas y medianas empresas, con pocas reservas para subsistir incluso durante breves períodos de inactividad, se encuentran ante una gran incertidumbre. 

Los empresarios somos naturalmente optimistas, confiamos en nuestras fuerzas y, si nos dejan hacer, seremos capaces de transformar la realidad y crear esos empleos del futuro.