Venta de empresas uruguayas: las mayores transacciones y perspectivas hacia fin de año

Para los actores del sector, desde el punto de vista financiero, el 2020 y el primer semestre del 2021 vienen siendo buenos meses. Los rubros en los que se dan mayormente las ventas y fusiones son variados, pero hay uno que se ha sostenido: el inmobiliario. 

Los motivos de este fenómeno son varios, pero en primera instancia es la intención que manifestaron los ciudadanos argentinos de llegar a residir a Uruguay.  Esto motivó diversas inversiones de empresas y proyectos inmobiliarios tanto en Montevideo como en el este del país. 

En esta misma línea, el real estate uruguayo sigue generando desarrollos, los cuales se venden a un muy buen ritmo. “Siempre digo lo mismo, somos poco más de 3 millones de uruguayos, pero construimos como si fuéramos siete”, sostuvo Nicolás Piaggio, socio de Guyer & Regules. 

Priscila Pelusso, socia de Exante,  explicó: “Es muy difícil saber exactamente cuánto hubo en materia de transacciones el año pasado, fundamentalmente porque en nuestro mercado es común que no se divulgue el monto de las operaciones”.  La venta de empresas familiares no suele superar el monto de los US$ 3 millones. 

Grandes movidas

En el correr del 2020 se dieron una serie de movimientos grandes. El primero fue la venta de Petrobras, adquirida por el grupo DISA, operación que rondó los US$ 60 millones. 

Otro de los grandes movimientos fue la compra por parte de Prosegur del 100% del capital social de Nummi SA. Esta es la sociedad que opera en Uruguay la actividad de pagos y cobranzas bajo la marca Redpagos y Mi Dinero. 

En el mundo de la tecnología también se dieron grandes movimientos, marcados sobre todo por la venta de Infocorp a Constellation Software y Paganza al Grupo Santander.  En el primer caso, fue adquirida por un grupo canadiense que cotiza en la bolsa de Toronto y genera ingresos que superarán los US$ 3.000 millones anuales. 

Paganza fue vendida al Grupo Santander, por alrededor de US$ 3 millones, según informó en su momento El País. Tanto Inforcorp como Paganza vendieron el 100% de sus acciones.

La pandemia no significó un parate para el rubro, aunque en los primeros meses algunos de los negocios se vieron enlentecidos ante la imposibilidad de realizar viajes. 

Pelusso afirmó que en el segundo semestre del año pasado se vio un dinamismo mayor, y ya entrado el 2021 las operaciones aumentaron a pesar de que fueron por un valor inferior.
Fuentes del mercado, que prefieron no ser mencionadas, consignaron que a nivel mundial el mercado está “mostrando tasas de crecimiento inéditas”. 

Esto motiva que el segundo semestre de 2021 se vea con mayor optimismo y con ello las transacciones locales sigan con el ascenso sostenido que traen desde el año pasado. “Seguramente lo veamos más marcado hacia el 2022 pero, salvo que suceda algo inesperado, se puede decir que es casi un hecho”, sostuvieron. 

Gigante que se vendió remoto 

El año pasado, el grupo español DISA, anunció su desembarco en Uruguay a través de la compra de Petrobras. La operación se cerró en alrededor de US$ 67 millones y fue una negociación que se dio 100% remota por la imposibilidad de salir de Uruguay. 

La uruguaya que estuvo a cargo de llevar adelante el proceso fue Agustina Bomio, del estudio de abogados Bragard. “Durante todo el proceso interino, donde debían aprobarse algunas cuestiones, yo era la única representante de DISA en Uruguay”, rememoró en diálogo con Café y Negocios.

Recién en febrero llegó a Uruguay el actual CEO del grupo español, Arístides Bonilla, pero en los meses anteriores fue Bomio quien lideró las negociaciones. La abogada integró un comité de transición, desde el 2 de octubre del 2020 al 5 de febrero de 2021, que llevó las riendas de la compra.

Por fuera de la relevancia del monto, que transforma a la operación en una de las más grandes de todo el año pasado, ahora DISA tiene presencia en Uruguay. “Lograron entrar en un servicio esencial como es el de combustible, algo que no es menor y puede llegar a cambiar un poco las reglas del juego”, explicó Bomio. 

La empresa española llegó a tierras uruguayas en un momento fundamental, dado que el gobierno ha manifestado la necesidad de optimizar los precios de los combustibles. Para eso se marcó una nueva hoja de ruta, algo que para DISA  es un atractivo porque están acostumbrados a un mercado dinámico y de libre competencia. 

“En lugar de sentirse amenazados por el cambio, fue un aliciente para apurar el paso y desembarcar cuanto antes en el país”, sostuvo Bomio. 

Un año movido 

Tal como explicó  Pelusso, el mercado de venta y fusiones de empresas no se vio afectado por la pandemia.  Para Bomio “estuvo movido”, de la mano de las operaciones de empresas familiares. 

Esto se conjugó con la “corriente interesante” que tienen los argentinos de invertir en Uruguay. Si bien no siempre implicó la compra del 100% de las acciones o montos que superaran los US$ 20 millones, le dio dinamismo al mercado. 

Nicolás Herrera, socio de Dentons, fue en la misma línea y consideró que no han sido meses de “grandes negocios” pero sí de mucho movimiento. Junto con Petrobras, la venta de Redpagos a Prosegur Cash fue una de las transacciones que más “ruido” hicieron. 

Herrera explicó que en este tipo de negocios suceden dos factores: los montos suelen ser mayores a lo que acostumbra el mercado y los efectos del cambio de mando tiene implicancias en la sociedad. 

La gestión que el gobierno uruguayo tuvo de la pandemia también impulsó a que los extranjeros fueran potenciales compradores en algunas industrias. En donde se vieron estos efectos fue a nivel de tecnología, dado que muchos inversores regionales comenzaron a apostar por el software local. 

Este sector terminó siendo una de las novedades durante el 2020, apoyado por el avance que provocó la pandemia. Herrera comentó que allí se dieron muchas operaciones que, si bien fueron pequeñas, marcaron un ritmo interesante dentro del mercado local. 

“Uruguay tiene una estabilidad económica que siempre es interesante y termina llamando la atención de nuestros vecinos”, añadió el especialista. 

A la espera de argentinos

Como pasa en tantos otros sectores de la economía, el mercado de ventas y fusiones está a la espera de que se reabran las fronteras para que lleguen argentinos. Herrera consideró que, en los últimos meses, se “enlenteció” la llegada de personas desde la otra orilla del Río de la Plata. 

Pero algo que ha continuado, son las inversiones que los argentinos realizan en el sector inmobiliario. Nicolás Piaggio, de Guyer & Regules, comentó que muchos de los grandes desarrollos que se han hecho en el último año móvil han sido captados por parte de estos inversores. 

Esto impulsó que el mercado inmobiliario siguiera al alza en medio de la crisis, además de que a los desarrolladores locales los motivó a seguir construyendo. Se espera que esta tendencia siga en ascenso, sobre todo de cara al año próximo, cuando la pandemia esté más cerca de su fin. 

Sobre esto, Herrera fue un poco más cauto, dado que entiende que lo mejor es esperar porque “algo que trajeron estos meses fue incertidumbre, por eso es mejor no afirmar nada de forma rotunda”, consideró. 

Lo que viene

Tanto el 2020 como el primer semestre de 2021 vienen siendo muy positivos. Esto genera buenos presagios en los actores del rubro, que creen que sin dudas el segundo semestre promete. 

Uno de los principales motivos es que a nivel mundial se siguen dando operaciones, y se espera que tenga un efecto catarata por estas latitudes. Bomio entiende que en la medida en que la región se vea como “una piedra de salvaguarda para las inversiones”, Uruguay se podrá posicionar con más fuerza aún. 

En este sentido, el rubro del cannabis aparece como prometedor. A modo de ejemplo, dentro de Bragard hay un departamento que se encarga exclusivamente de las operaciones dentro de este sector. 

Aquí los efectos de inversores extranjeros han tenido una implicancia directa, acompañados también del crecimiento exponencial que viene teniendo la industria. Las operaciones tienen un promedio de US$ 10 millones, y los compradores provienen sobre todo de Europa. 

Herrera afirmó que conoce muchos inversores que están estudiando poner dinero en Uruguay, para eso están evaluando cuál es el sector que más les conviene. Si bien no pudo adelantar nada, porque los términos son confidenciales, sostuvo que son personas que piensan residir en el país. 

De cara a lo que viene, todos los consultados coinciden en que Uruguay “está fuerte” para captar más inversiones. Piaggio subrayó que no hay nada que aparezca como una traba para frenar esta tendencia. 

Herrera complementó que muchas veces, “estos frenos” no aparecen por incapacidades del mercado local, sino por parte de los inversores. “Hay decisiones económicas que, en determinados países, son difíciles de tomar”, explicó. 

Por otra parte, se prevé que los meses pospandemia traigan aparejados nuevos negocios en rubros tradicionales. 

Fernando de Posadas –de Posadas, Posadas & Vecino– comentó que conoce clientes que están pensando en comprar algunas empresas para transformarlas. “Por ejemplo, hay varios interesados en sumarse a la oferta de oficinas. Ese es un tema que cambió a raíz de la pandemia y hay varios buscando sumar innovación, a través de la compra de compañías”, explicó. 

De Posadas explicó que los números “arrojan positividad”. En su estudio, hacen el balance anual en junio y el del 2020 fue el mejor desde 2018. Consideró que “salvo que pase algo”, el impulso seguirá y se verá el salto en los meses que vienen. 

“Uruguay se está posicionando muy bien y sin dudas esto seguirá así, porque se han captado inversiones interesantes”, concluyó.