D. Vila

Yimeng Duan: el ejecutivo chino que llegó a Uruguay en 2014 y no piensa irse

Yimeng Duan se instaló en Uruguay en 2014 de la mano de Lifan; destaca la amabilidad con la que lo recibieron y cree que está en un país "genial"

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26 de marzo de 2021 a las 05:03

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En el 2014, Yimeng Duan, vio un aviso de la empresa automotriz Lifan en donde se ofrecía un puesto ejecutivo. Uno de los requisitos, era tener la posibilidad de residir en Uruguay. 

Duan, que vivía en una ciudad china de poco más de 4 millones de habitantes llamada Kaifeng, decidió postularse. Hacía poco que había terminado los estudios y estaba buscando una oportunidad laboral de ese tipo, por lo que tenía poco por perder. 

Días de después de haber aplicado, recibió una llamada para coordinar una entrevista virtual. Al poco tiempo, le comunicaron que era el nuevo director de Ventas de la empresa, por lo que juntó sus pertenencias y se instaló por estas latitudes. 

La operación de Lifan se enfoca sobre todo en tratar de captar parte de los mercados regionales. Uno de los objetivos que están en el horizonte, es poder recuperar la demanda desde Brasil, pese a que desde hace algunos años se presentan algunas complicaciones. "Esa es una de las tareas en la que me he estado enfocando desde hace algún tiempo", comentó Duan. 

Por otra parte, siente que Uruguay es un muy buen país para vivir. Entiende que la pandemia ha sido bien manejada por las autoridades nacionales, más allá de que en las últimas semanas ha habido un repunte de casos. 

El único punto en donde centra las críticas, es en el costo de vida. Duan ha tenido la posibilidad de estar durante algunos meses en países como Brasil o Argentina, y asegura que la diferencia de gasto con Uruguay es notoriamente menor. 

¿Cómo ha visto el manejo uruguayo de la pandemia?

Al principio estaba bien, con pocos casos activos. Pero después de determinado tiempo, es normal que la gente se descanse, yo creo que eso -más allá de razones científicas- explica el auge que en este momento está teniendo el virus. 

En China, por ejemplo, para reducir la movilidad las personas se tuvieron que quedar meses en sus casas. Yo el año pasado no fui, pero sé que mi familia se tuvo que quedar mucho tiempo adentro para prevenir los contagios. Es por eso que China ahora está mejor y viven con normalidad. Uruguay todavía está peleando con el virus. 

¿Cómo se ha sentido en Uruguay estos años?

Por experiencia personal, a mí me gusta Uruguay. Es realmente un país genial. Primero que nada, por la amabilidad de todos sus habitantes, que queda claro ni bien uno llega. Luego, a nivel económico, es un país próspero y eso creo que también suma para que uno tome la decisión de instalarse. 

¿Qué cosas mejoraría entonces? 

Me parece que el costo de vida. Es un poco caro, si se compara con los países vecinos como Argentina y Brasil. 

¿Cómo encuentra el rubro en el cual Lifan se desenvuelve?

Está complicado, pero no solo en Uruguay, sino a nivel regional. Nosotros trabajamos desde aquí, pero con un fuerte énfasis en mercados regionales, principalmente Brasil. Si ellos se enferman, nosotros nos refriamos, como dicen ustedes. 

Justamente, en los últimos tres años Brasil viene teniendo problemas económicos y se suma la desvalorización de la moneda. Ese es el motivo principal que desencadena el resto de los problemas, por lo menos en el caso puntual de la empresa. 

¿Extraña Kaifeng?

Sí y no. Sí, porque toda mi familia está en China y uno los extraña. Pero no, porque a mí me gusta Uruguay y es un sitio que para vivir está bien. A modo de ejemplo, yo soy un carnívoro por naturaleza y la carne de acá me encanta. 

Más allá de la lejanía que hay entre los dos países, estoy pensando que cuando la pandemia llegue a su fin, ellos pueden venir a visitarme y también conocer el país. 

¿Piensa volver? 

Eso depende del trabajo, pero por el momento no está en los planes irme. Sin tener una fuente de ingreso fijo, realmente, no veo que sea posible vivir aquí. Por eso, no sé dónde está mi futuro pero seguro va a ir de la mano con cómo esté la empresa. Después será el destino, como siempre, que me deparará nuevos rumbos o no. 

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