Z Flip, la bienvenida a verdaderos plegables

No se engañen: se parece en tamaño al Startac de Motorola que tantos supimos amar, pero solo su apariencia es vintage. El Flip no es una pantalla más un teclado, como lo eran aquellos queridos Startac. Es una pantalla que se dobla sobre sí misma y que logra, en la mayoría de las experiencias, que el doblez pase desapercibido, o casi. Está ahí e indefectiblemente en las primeras horas de uso uno tiende a buscarlo con la mirada, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos y de los ángulos, el pliegue ni siquiera se ve.

Algunas consideraciones a tener en cuenta antes de profundizar en la tecnología y especificaciones de este nuevo Samsung. Los plegables constituyen una nueva categoría celular, como en su momento lo fueron las phablets (aunque con muchas más complejidades técnicas a la hora de desarrollarlo, en este caso). Por eso no tiene demasiado sentido comparar el Flip con cualquier otro teléfono, incluyendo los propios Samsung que, en sus modelos de alta gama como el S10 y S20, logran superarlo en ciertas especificaciones, sobre todo en lo relativo a resolución de pantalla y fotografía.

El tiempo y los consumidores dirán si esta categoría se asienta y prospera. Cuando las enormes phablets (también popularizadas por Samsung, sobre todo con la línea Note) salieron al mercado, despertaron burlas y alguna ironía. Ahora los celulares grandes, pero bien grandes, son la tónica general en todas las marcas, hasta el punto que la propia Apple decidió salir de su zona de confort del “pequeño” iPhone para proponer sus modelos plus.

El Flip es entonces uno de los primeros intentos por lograr que los plegables se impongan. A nivel usabilidad no se puede negar que cargar con un celular de la mitad del tamaño de los que ahora solemos usar, es buena cosa. Aquello de la cartera de la dama y el bolsillo del caballero tienen mucho que ver con este smartphone que se transforma en un cuadrado fácil de transportar. Pero es un cuadrado valioso: en Uruguay se vende por poco menos de 2000 dólares, lo que no impidió que la preventa se agotara. En temas de precios el comprador es el rey, así que no pierda el tiempo preguntando: ¿vale la pena gastar esa plata en un teléfono? Lo que vale o no vale algo depende, siempre, de cada persona.

En términos objetivos, los dos grandes elementos que deben analizarse en este celular es su pantalla (de vidrio plegable, vidrio de verdad) y la bisagra. En ambos casos el uso será el que confirme lo que describe la marca.

La pantalla está efectivamente construida con un vidrio tan pero tan fino (Ultra Thin Glass le llama Samsung, de 30 micrones, si es que alguien puede graficar una millonésima parte de un metro) que por eso se puede doblar. Esta es una innovación hasta hace poco tiempo impensable. Por esa misma razón hay que redoblar los cuidados que requiere y así lo advierte Samsung: ojo con objetos cortantes o punzantes y ojo incluso con apretar demasiado fuerte con el dedo y particularmente con la uña. El Z Flip ya viene provisto de una especie de protector de pantalla que suma una segunda capa, esta vez de plástico, pero que igualmente requiere de cuidados. Si se daña también se romperá la pantalla de OLED al punto de que no puede ser reparada.

La bisagra se siente firme y sólida en el uso que hice de este teléfono durante cuatro días. No se puede abrir con facilidad con una sola mano, y esto tiene sentido si el objetivo es que dure y aporte estabilidad. Permite dividir el dispositivo al medio (se le denomina Flex Mode), genera una especie de pie ideal para tomar fotografías, para hablar sin manos y hasta para poder usar dos aplicaciones al mismo tiempo, aunque son por ahora unas pocas las que permiten esta combinación. Se ha cuestionado si este pliegue, visible desde el exterior, permite el ingreso de polvo, pero esto también lo dirá el tiempo y el uso. El nuevo celular no es resistente al agua.

A la hora de usarlo doblado, el pliegue es tan imperceptible que termina desapareciendo. Con el paso del tiempo dejé de buscarlo y de verlo, sobre todo mientras miraba videos. En el uso diario tampoco molesta en absoluto a la hora de utilizar cualquier aplicación en este smartphone que viene cargado con Android 10 y una “capa” de Samsung llamada One UI, que es la que permite las funciones de pantalla “partida”.

Hay varios cambios importantes que requieren de una curva de aprendizaje por parte del usuario, al menos de una curva de acostumbramiento. El detector de huellas por ejemplo no está ubicado en la pantalla sino en el costado derecho (cercano a los botones de volumen). Luego de unos cuantos años apoyando el dedo sobre la pantalla para destrabar un celular, me costó bastante acostumbrarme a la nueva ubicación. Sin embargo, el dispositivo reacciona inmediatamente y sin problemas. Los zurdos tendrán que buscarle la vuelta.

En su formato cuadrado (cerrado) el Z Flip tiene una pequeño display táctil que muestra ciertas notificaciones parcialmente, entre ellas la hora, si tenés un nuevo mail o mensaje de texto o Whatsapp y el nivel de batería. Por más detalles hay que abrir el teléfono, pero al tocar una notificación con el Flip cerrado, al abrirlo va directamente a la app que la generó. También permite atender o rechazar llamadas sin desplegarlo y suma un chiche divertido: presionando dos veces el botón de volumen se puede tomar una selfie cuya preview se ve en el pequeño display.

En cuanto a los lentes de las cámaras de fotos, son una combinación buena, pero de menor resolución y calidad que los anteriores Samsung. No es de extrañar: toda innovación supone algún sacrificio. Próximas generaciones de plegables seguramente incluirán mejores cámaras.

En el Z Flip se combina un gran angular de 12MP con un super gran angular de la misma resolución. Aunque no tiene teleobjetivo, en conjunto logran imágenes bien definidas. También es posible usar el modo Flex para tomar una imagen con timer, lo que permite además ver un preview en el display externo. La cámara de selfies es de 10MP.

En el resto de sus prestaciones el Flip es sin dudas un alta gama: muy buena duración de batería, 8GB de RAM, un procesador Snapdragon 855 Plus y 256GB de almacenamiento que, a diferencia de sus compañeros de marca, no se puede expandir con memoria externa.

La innovación es el mejor condimento de este celular. Habrá que esperar un tiempo para evaluar hasta qué punto le damos una chance.

Por Carina Novarese