En un momento en el que mantener una vida saludable es un objetivo complejo de alcanzar por el mismo ritmo de la rutina moderna, cada vez se habla más de las hierbas adaptogénicas con fines curativos. Son plantas no tóxicas comercializadas que sirven para combatir el estrés.
Durante siglos, los adaptógenos fueron utilizados en China como parte de las tradiciones curativas milenarias que se utilizan en ese país. Hoy renace su uso.
Una de ellas es la albahaca santa, que se puede consumir como parte de una comida, como suplemento o en tés.
Brenda Powell –directora adjunta del Centro de Medicina Integral y de Estilo de Vida en el Instituto de Bienestar de la Clínica Cleveland– explicó a Time Health que sirve principalmente para "ayudar al cuerpo a manejar el estrés".
Estas hierbas generan un efecto en el cuerpo similar al que se deriva de hacer ejercicio. "Cuando hacemos ejercicio es un estrés para nuestro cuerpo. Pero a medida que continuamos entrenando se convierte en una herramienta para lidiar con el estrés. Ya no nos cansamos ni nos sube tanto el ritmo cardíaco", explicó Powell.
En esta línea, al ingerir adaptógenos se entrena el cuerpo para que pueda lidiar mejor con los efectos del estrés
Cuando se consume esta u otras hierbas se genera una interacción entre el sistema simpatoadrenal y el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), que determinan la respuesta del organismo al estrés.
A pesar de los beneficios que el boca a boca comenta, aún faltan investigaciones científicas que permitan entender cabalmente cómo inciden sobre la salud. Hasta el momento, los estudios se realizaron en animales o en muestras de células humanas
Clases de adaptógenos
Cada hierba tiene una función levemente diferente a las otras. Todo dependerá de la necesidad específica de la persona.
Para el estrés a largo plazo, Powell recomienda la ashwagandha. Para calmar las fuentes de estrés y los desequilibrios hormonales es mejor el ginseng asiático.
Si la persona padece estrés agudo y trastornos de ansiedad, es aconsejable utilizar el ginseng siberiano, también llamado eleutherococcus senticosus.
Para aprender a mediar en las respuestas de estrés, lucha o huida pueden ser de ayuda la rhodiola y la schisandra.
El ginseng siberiano también sirve para estimular el sistema inmunológico, la resistencia física y la salud sexual.
La rhodiola mejora la energía, el rendimiento físico y la memoria; y la schisandra colabora con la función hepática y los problemas gastrointestinales.
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