Un asado gigante, bien jugoso y frío que dejó caliente a mucha gente

Luego de que Argentina le quitara en 2011 el record Guiness del país que había logrado el asado más grande del mundo en 2008, en Uruguay decidieron buscar revancha. Este sábado y domingo, más de 45 mil personas se acercaron al Parque Rodó de Minas para ser partícipes de la segunda obtención de este título en la historia del país. Sin embargo, más de uno volvió a su casa no solo con una porción de asado -algunos con las manos vacías- sino también con varias quejas hacia a la organización.

Blanca Toledo es de Minas y el fin de semana recibió a dos matrimonios amigos que se trasladaron desde Montevideo para concurrir al evento. Luego de varias horas al rayo del sol en largas filas para recibir la comida, algunas personas del grupo decidieron retirarse y probar suerte en el restaurante que se encuentra en el mismo predio. Como también estaba lleno, volvieron a sus casas sin probar el asado.

María del Rosario Doson también asistió junto a su marido y dos matrimonios amigos. "Pasadas las 13:00 horas empezamos a hacer la fila y comimos sobre las cuatro de la tarde. El asado llegó frío y era tanto el caos en la fila que ni siquiera escuchamos cuando dijeron que habían cumplido la meta", contó a El Observador.

Uno de los organizadores, Ariel Martínez, dijo a El Observador que hubo inconvenientes a la hora de distribuir la comida pero que desde el punto de vista del objetivo- que era lograr el récord Guiness- el evento estuvo "espectacular".

Martínez contó que utilizaron 15.510 kg de carne cruda para lograr el récord que terminó en 10.530 kg de asado. La cocción de la carne comenzó el sábado a la medianoche y finalizó al mediodía del domingo. Para eso, 150 voluntarios con experiencia de asadores ofrecieron su servicio. No obstante, de los 150 que se habían anotado en un principio, solo asistieron 90, por lo que hubo que conseguir más voluntarios ajenos a la gastronomía.

Parte de la carne fue donada por el Frigorífico Minas y el resto fue adquirida por la organización con la ayuda de sponsors y la venta de tickets que valían $150 e incluían un pedazo de asado, una porción de ensalada rusa y pan.

Martínez dijo que el Ministerio de Turismo también aportó dinero para cubrir gastos que toda la operativa demandaba. Por ejemplo, debieron contratarse camiones para trasladar la carne desde el frigorífico y containers para conservar la cadena de frío. En cuanto a la leña, una parte de los 70 mil kilos que se utilizaron fue donada por el Parque de Vacaciones UTE-ANTEL.

Además de las quejas por la tardanza en comer, varias personas manifestaron en las redes sociales que el asado estaba crudo por dentro y quemado por fuera.

Martínez se defiende. "Nosotros sacamos el asado a punto y casi jugoso porque no podíamos perder la cantidad de líquido y peso dado que estábamos buscando un record Guiness. Si lo sacábamos demasiado cocido perdíamos gran cantidad de agua que contiene la carne y perdíamos kilaje", sostuvo el organizador y agregó que podían llegar a perder hasta el 40% del kilaje que querían alcanzar. No obstante, expresó que la carne no estaba cruda. "La calidad del producto tiene que estar bien porque si no, no puede pasar el testeo de Guiness", aseguró. Para obtener el récord, la organización internacional exige que haya un escribano presente y dos testigos.

Sin embargo, la escribana Consuelo Urruela- quien ejerce en la Intendencia de Lavalleja- dijo que no probó la carne porque ella se ajustó a lo que se le pedía en el acta y ahí no se hacía mención a eso. "Yo me ajusté al acta que me presentaron los organizadores", dijo Urruela.

Martínez expresó que hay "falta de conocimiento de la gente" ya que ese color oscuro por fuera que puede verse en las fotos se debe a que el asado con cuero "solo se cocina de una sola cara y al darlo vuelta queda así".

En Facebook circuló un video en el que pueden verse restos de asado en un camión y comentarios haciendo referencia al desperdicio de alimentos. Martínez dijo que lo que se ve en el video es el momento del traslado de desperdicios de cuero que fueron desechados en el Vertedero Municipal. "En algunas redes sociales se dice que se tiraron 20 vaquillonas. Pero sobraron cuatro o cinco vaquillonas de un total de 120 y eso fue donado a hogares de ancianos, escuelas y algunas ONGs", expresó el organizador.

Los documentos que dan fe del récord ya fueron enviados a la organización Guiness y en menos de 30 días Uruguay debería recibir el diploma.