Un plan para reducción de daños en fiestas masivas

Los eventos musicales masivos no son nuevos en Uruguay, pero se han vuelto más recurrentes en el último tiempo. Este viernes, por ejemplo, la Creamfields llevará la música electrónica a Punta Carretas; en diciembre, la ciudad tendrá el Montevideo Rock y el Montevideo Tropical; en enero, el rock se moverá a La Paloma en la Fiesta de la X. El aumento de estas fiestas viene acompañado de un aumento en el consumo de drogas y en la Junta Nacional de Drogas, conscientes de que la prevención no ha sido el camino más acertado a la hora de combatir el consumo, comenzarán a apostar por un plan de reducción de daños.

Diego Olivera, titular de la Secretaría Nacional de Drogas, dijo a El Observador que si bien el organismo no interviene de forma directa en fiestas que no sean organizadas por organismo públicos (las Llamadas, por ejemplo), sí asesoran a los organizadores "para que el evento se desarrolle lo mejor posible".

Uno de los objetivos principales para evitar los daños, explicó Olivera, es identificar aquellos eventos que puedan presentar riesgos y evaluar cuál es la droga de mayor consumo en cada caso. Olivera puso como ejemplos que, para la Patria Gaucha se enfocará más en el alcohol; para las fiestas electrónicas, el consumo de drogas sintéticas como el éxtasis; para los festivales de rock, las drogas como la marihuana o la cocaína.

En la Creamfields, por ejemplo, fiesta que se desarrollará este viernes en el faro de Punta Carretas a partir de las 22 horas, se especificó a la organización que debía existir buena disponibilidad de puestos de hidratación, así como una buena señalización para que los asistentes los encuentren de manera sencilla.

Esto es esencial en fiestas como estas, donde la deshidratación es una de las consecuencias más recurrentes por el consumo excesivo de drogas sintéticas. También, se capacitó a personal de la fiesta para que puedan reaccionar en caso de que se produzca algún accidente por el mismo motivo.

Donde sí participa la Junta es en la fiscalización de las fiestas, operación que se realiza junto a la policía y el INAU, cuyo cometido es evitar el ingreso de menores y prevenir cualquier tipo de disturbios.

Otra de las patas que forman parte del plan de reducción de daños en fiestas masivas se apoya en la publicidad. En las últimas semanas, el organismo ha realizado una campaña a través de redes sociales como Instagram e impulsado algunas estrategias interactivas en plataformas de streaming. En Spotify, por ejemplo, dependiendo del tipo de música que el usuario escuche, el tipo de publicidad que aparece.

Dentro del plan de la Junta también está previsto el análisis de aguas cloacales que se emitan desde estas fiestas, de manera de identificar de forma más precisa el tipo de drogas que se consumen en cada evento. Sin embargo, eso no se implementará para la Creamfields.