10 de febrero 2025 - 19:52hs

Lo que importa

  • Argentina registró superávits gemelos en 2024, un fenómeno que no ocurría desde 2010 y que solo se dio ocho veces en los últimos 31 años.
  • El superávit fiscal primario superó los $13.700 millones (pesos constantes de 2004), revirtiendo el déficit de $17.800 millones de 2023.
  • La balanza comercial cerró con un superávit de U$S 11.300 millones, impulsado por un aumento de las exportaciones y una fuerte contracción de importaciones.
  • El ajuste del gasto público fue clave, con una caída real del 27% en el gasto primario, impulsada por el freno de la obra pública y el recorte en erogaciones corrientes.

Contexto

¿Cómo logró Argentina los superávits gemelos?

El cierre de 2024 marcó un hito en las cuentas públicas argentinas. Después de 14 años, el país logró cerrar el año con superávit fiscal y comercial, una combinación que solo se ha registrado en ocho oportunidades en los últimos 31 años. Este resultado responde principalmente a una fuerte reducción del gasto público y una recuperación de la balanza comercial.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) explicaron que el cambio de administración en diciembre de 2023 trajo consigo una nueva estrategia económica, basada en la eliminación del déficit fiscal y la corrección de los desequilibrios monetarios. Uno de los principales objetivos del Gobierno fue cortar la emisión de dinero para contener la inflación, que en diciembre de 2023 había superado el 25% mensual. Para alcanzar el equilibrio en las cuentas, el ajuste fue drástico, con una contracción significativa del gasto público y una reducción en la inversión estatal.

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¿Qué pasó con las cuentas fiscales en 2024?

El superávit fiscal primario alcanzó los $13.700 millones, el mejor resultado desde 2008, y contrastó con el déficit de $17.800 millones del año anterior. A su vez, el resultado financiero, que contempla el pago de intereses de deuda, dejó un saldo positivo de $2.700 millones, el primero desde 2010.

Durante 2024, casi todos los meses presentaron números positivos, algo que contrasta con 2023, cuando se registraron déficits tanto primarios como financieros en cada período. Sin embargo, hubo dos excepciones: en julio, el impacto de los pagos de intereses de la deuda generó un déficit financiero de $675 millones, y en diciembre, la estacionalidad de los pagos de aguinaldos y bonos extraordinarios llevó a déficits de $1.250 millones en el resultado fiscal y $1.500 millones en el financiero.

¿Cómo se logró el equilibrio fiscal?

El ajuste fiscal no se produjo gracias a un aumento de los ingresos estatales, sino por una reducción del gasto. De hecho, los ingresos totales del Estado cayeron un 5,6% en términos reales debido a la recesión, que afectó la recaudación del IVA, el Impuesto a las Ganancias y los aportes a la seguridad social.

Para compensar esta caída en los ingresos, el gasto primario se redujo un 27% en términos reales. La mayor parte del ajuste se concentró en el freno de la obra pública, que cayó un 77% interanual, el nivel más bajo desde 2002. A su vez, el gasto corriente, que incluye salarios, jubilaciones y subsidios, se redujo un 23%. En términos históricos, el gasto público en 2024 fue el más bajo desde 2008, y su distribución cambió drásticamente: el 97% del presupuesto estatal se destinó a gasto corriente, dejando solo un 3% para inversión en infraestructura y desarrollo.

Desde la BCR destacaron que, si bien este esquema permitió alcanzar el superávit, también representa un riesgo a futuro si no se logra una reactivación económica que impulse los ingresos fiscales.

¿Cómo impactó el comercio exterior en el resultado fiscal?

En paralelo al ajuste fiscal, el comercio exterior también tuvo un rol clave en el equilibrio de las cuentas. Argentina cerró el 2024 con un superávit comercial de U$S 11.300 millones, el más alto desde 2019. Este saldo positivo fue posible gracias a un crecimiento del 16% en las exportaciones, que alcanzaron los U$S 48.000 millones, y a una caída del 20% en las importaciones, lo que redujo la salida de divisas en U$S 9.100 millones.

El sector agroindustrial fue el principal motor de las exportaciones. Las manufacturas de origen agropecuario (MOA) aumentaron un 21% interanual, mientras que los productos primarios, como granos y materias primas, crecieron un 23%. También hubo una recuperación en las exportaciones de combustibles y energía, con un alza del 19%, y un leve incremento en las manufacturas industriales, del 4%.

Por el lado de las importaciones, la caída se concentró en los bienes de consumo y maquinarias, reflejando el impacto de la recesión y la menor demanda de insumos para la producción.

El saldo comercial positivo se mantuvo a lo largo de todo el año, con mayo como el mes de mayor superávit, cuando se registraron casi U$S 1.600 millones, impulsados por las exportaciones del sector agrícola tras la cosecha gruesa.

¿Cuáles son los desafíos para consolidar el superávit?

El logro de los superávits gemelos marca un hito en la economía argentina, pero su sostenibilidad no está garantizada. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario advirtieron que mantener este equilibrio dependerá de varios factores.

Uno de los principales desafíos es la evolución de la recaudación fiscal. Si la actividad económica no se reactiva, los ingresos del Estado podrían seguir cayendo, lo que haría más difícil sostener el superávit fiscal sin profundizar el ajuste del gasto. Además, el freno en la obra pública y la inversión estatal podría afectar el crecimiento a mediano plazo, impactando en la generación de empleo y en la competitividad de las empresas.

En el sector externo, la clave será la consolidación de las exportaciones. Si bien la recuperación agroindustrial impulsó las ventas externas en 2024, la balanza comercial podría verse afectada si la demanda global cae o si los precios internacionales de los commodities se deterioran.

Otro punto crítico es la sostenibilidad del ajuste fiscal. Si bien el Gobierno logró reducir drásticamente el déficit en 2024, este resultado se basó en recortes excepcionales y en una postergación de pagos e inversiones clave. Sin una estrategia a largo plazo para mejorar la eficiencia del gasto público y fortalecer la recaudación, el equilibrio alcanzado podría ser difícil de mantener.

Cómo sigue

El Gobierno de Milei logró una combinación inédita en más de una década: equilibrio fiscal y superávit comercial. Sin embargo, la clave ahora será sostener estos resultados sin afectar la recuperación económica.

En los próximos meses, la administración deberá decidir si continúa con el ajuste del gasto o si busca alternativas para reactivar la actividad productiva sin comprometer el superávit. Mientras tanto, la estabilidad de las exportaciones y la evolución de la recaudación serán determinantes para definir si Argentina podrá mantener el equilibrio alcanzado en 2024 o si enfrentará nuevos desafíos fiscales en 2025.

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