El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, brindó precisiones sobre el proyecto de reforma laboral y confirmó que las modificaciones se aplicarán a la totalidad de los contratos de trabajo y no solo a los que se celebren luego de la sanción de la ley.
Además, el funcionario detalló los cambios en el régimen de indemnizaciones y en el mecanismo de financiación de un nuevo Fondo de Asistencia Laboral (FAL). Explicó que la nueva normativa busca dar previsibilidad a las relaciones laborales y reducir la litigiosidad.
Uno de los puntos más sensibles de la reforma se centró en las indemnizaciones por despido sin causa. El funcionario sostuvo que el monto base de la compensación de “un mes por año de trabajo” se mantuvo. Sin embargo, aclaró que la ley buscó “precisar los grises” en el cálculo para evitar interpretaciones judiciales amplias.
El texto de la reforma excluyó componentes salariales como el sueldo anual complementario (aguinaldo), las vacaciones y premios del cálculo de la base indemnizatoria. Esta precisión, de hecho, tendrá como consecuencia una reducción en los montos finales que percibirán los trabajadores despedidos, independientemente del tamaño de la empresa.
Al respecto, el ministro citó la preocupación empresarial: “En nuestras conversaciones los empresarios grandes o chicos nos decían que no era un problema la indemnización sino las actualizaciones de los jueces”. En línea con esto, la ley busca ser precisa “para que no haya tanta creatividad y a su vez que no haya tanto incentivo de las personas para todo llevarlo a un litigio”.
La norma también estableció un tope para la actualización judicial de los montos, limitándola a la inflación más un interés del 3% anual, y habilitó su pago en hasta doce cuotas.
El nuevo fondo para las contingencias laborales
Otro de los puntos centrales que precisó Sturzenegger fue la composición del Fondo de Asistencia Laboral (FAL), un sistema de ahorro previo para costear futuros despidos. Confirmó que el fondo se integrará con el aporte del 3% de las remuneraciones que sirven de base para las contribuciones patronales. Lo relevante es que este porcentaje provendrá de una reducción de tres puntos porcentuales en las cargas sociales que actualmente pagan los empleadores.
De esta forma, este dinero que antes integraba la masa destinada al pago de jubilaciones y otras contingencias, ahora se canalizará al FAL. El ministro afirmó: “Es plata que está poniendo el Estado, porque le baja las cargas sociales. De lo que pagaba el empleador hay una parte que el Estado no se lleva y le queda para hacer frente a esas contingencias (despidos)”.
El fondo sería administrado por el empleador y colocado en elementos considerados seguros y regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Si bien esto otorga seguridad relativa, existe la posibilidad de que se invierta en Fideicomisos o Fondos Comunes de Inversión, lo que implicaría un riesgo potencial para el trabajador ante fluctuaciones del mercado.
Flexibilidades horarias, salariales y plataformas
La reforma contempló cambios en la modalidad de las vacaciones y una nueva figura de Banco de Horas para flexibilizar la jornada laboral. En cuanto a las vacaciones, el funcionario explicó que la ley actual obliga a tomarlas en un periodo particular del año. La modificación, en cambio, permite que las licencias anuales “se pueden fraccionar de mutuo acuerdo” entre el trabajador y el empleador.
“Hoy la gente pide una cosa totalmente diferente una cosa muy flexible Te puedes tomar una semana un día te puedes tomar otra semana otro día Y entonces me parece que permitir ese tipo de flexibilizaciones en beneficio del trabajador es un poco lo que también se está reclamando; sobre todo los jóvenes”, detalló.
La figura del Banco de Horas tiene por objetivo permitir que las partes diseñen una estructura más flexible. Según explicó el ministro, esto permitiría que un empleado trabaje una mayor cantidad de horas en una o varias jornadas (incluso superando el máximo legal diario) y que luego esas horas se compensen con tiempo libre en otros días, sin generar el pago de horas extra, siempre y cuando no se supere el tope semanal establecido por convenio (48 horas es el máximo legal).
Por ejemplo, “el lunes trabajas 12 horas y el viernes entonces venís mediodía”. Si bien el acuerdo debe ser voluntario, el ministro Sturzenegger no precisó cuál sería el resguardo efectivo del trabajador ante la insistencia de la empresa.
En el ámbito salarial, la ley habilitó la posibilidad de que el salario se pacte tanto en pesos como en dólares. Sturzenegger aclaró que, aunque se mantiene la calificación de "especie", esta no se refiere a tickets de supermercado o comida, sino a otro tipo de prestaciones comunes en ciertas actividades.
Adicionalmente, se permitirá la negociación de salarios a nivel de la empresa, adecuándolos a las realidades regionales. Según el ministro, es fundamental que exista la capacidad de “diseñar digamos tu propia relación laboral” a nivel regional, provincial o por empresa. El argumento central es que si se impone el mismo nivel salarial que en centros de alto costo como Zárate o Campana en una provincia con un costo de vida significativamente inferior, las empresas locales pueden enfrentar dificultades.
Finalmente, la reforma incluyó la regulación de los vínculos entre las plataformas de servicios (como delivery y transporte de pasajeros) y sus colaboradores. El proyecto blanquea el vínculo entre las empresas y sus “prestadores independientes”, excluyéndolos de la Ley de Contrato de Trabajo. El ministro aseguró que estas plataformas representan “un gran ejemplo de lo que buscan el mercado y la gente”.
