El sector energético argentino se encuentra en estado de alerta ante la posibilidad de que la empresa malaya Petronas se retire del ambicioso proyecto de Gas Natural Licuado (GNL) que desarrolla junto a YPF. La inversión proyectada, que alcanza los 30.000 millones de dólares, es fundamental para la Argentina, ya que el objetivo final es resolver un déficit estructural en la balanza comercial del país al convertirlo en exportador neto de GNL.
Según declaraciones del presidente de YPF, Horacio Marín, la petrolera malaya aún no tomó una decisión definitiva sobre su participación. "En ese momento, Petronas tiene la opción de continuar o no con el proyecto. Hay que desdramatizar la situación, son decisiones empresarias. Yo no tengo información sobre cuál sería la decisión de Petronas", señaló Marín en una entrevista radial con El Observador. Además, fue enfático en afirmar que "si Petronas no continúa, YPF va a seguir adelante. Es un proyecto que tiene mucho interés. El proyecto no depende exclusivamente de Petronas, pueden ingresar otras compañías".
Marín destacó que la fase actual del proyecto involucra la competencia de diseño de las unidades flotantes de licuefacción de gas (FLNG), una etapa clave que definirá los costos y el diseño de dos barcazas, con una inversión inicial de 200 millones de dólares. Se espera que esta etapa concluya en noviembre, cuando Petronas deberá decidir si mantiene su compromiso o se retira.
Una inversión estratégica para la Argentina
El proyecto de GNL que desarrollan YPF y Petronas es una pieza central en la estrategia de la petrolera estatal para los próximos años. Su implementación permitirá no solo abastecer el consumo interno de gas sino también exportar volúmenes significativos al mercado global. De acuerdo con Marín, para el año 2030 el proyecto podría generar exportaciones anuales por unos 15.000 millones de dólares.
La planta de GNL estará ubicada en Punta Colorada, en la localidad rionegrina de Sierra Grande, luego de que se descartara la opción inicial de construirla en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. La infraestructura incluye, además de la planta, la modernización de un puerto en desuso, estratégico por sus características para el acceso de buques de gran tamaño. La elección de Río Negro fue respaldada tras un estudio realizado por una consultora internacional, que consideró las ventajas logísticas y técnicas del emplazamiento.
El gobernador de la provincia de Río Negro, Alberto Weretilneck, también intervino para calmar los rumores, asegurando que la planta se construirá con o sin Petronas. "Si no es con Petronas, será con otra empresa, pero que se hará, se hará", declaró el mandatario provincial.
Petronas: un socio clave, pero no indispensable
La relación entre YPF y Petronas comenzó en 2014, cuando ambas empresas firmaron un acuerdo para desarrollar el bloque La Amarga Chica en Vaca Muerta. Desde entonces, la compañía malaya invirtió 1.500 millones de dólares en ese yacimiento no convencional. Sin embargo, el memorando de entendimiento firmado en septiembre de 2022 entre las dos petroleras para el proyecto de GNL no implica un compromiso definitivo.
Petronas deberá decidir en noviembre si avanza con la inversión en la ingeniería de detalle de las unidades FLNG. Esta fase es crucial para el desarrollo del proyecto, pero Marín aclaró que la fecha clave para tomar la decisión final de inversión (FID) será en 2025. En ese momento, se abriría la puerta a desembolsos por 6.000 millones de dólares, lo que permitiría iniciar las exportaciones de gas licuado en 2027. En una primera etapa, se prevé que la producción alcance los 6 millones de metros cúbicos diarios (mm3/d), con planes de expansión a 40 mm3/d para 2029 y 80 mm3/d en las etapas finales.
A pesar de la incertidumbre, Marín destacó que hay "mucho interés en el mundo por el proyecto Argentina LNG". Según explicó, se mantuvieron conversaciones con otras grandes empresas del sector, y si Petronas decidiera retirarse, YPF ya estaría en condiciones de sumar nuevos socios. El objetivo a largo plazo es que Argentina se convierta en un exportador clave de GNL a nivel mundial, lo que permitiría ingresar divisas por hasta 30.000 millones de dólares anuales en 2030.
Proyección y futuro del proyecto GNL
El proyecto Argentina LNG es parte de un plan más amplio de YPF, conocido como Plan 4x4, que busca transformar la matriz energética del país y hacer de Vaca Muerta un motor de crecimiento económico. Además del desarrollo del GNL, el plan incluye la desinversión en activos convencionales y una mayor eficiencia en las operaciones de downstream y upstream.
La infraestructura necesaria para transportar el gas desde los yacimientos de Vaca Muerta hasta la planta de licuefacción incluye un gasoducto de 620 kilómetros que permitirá procesar hasta 25 millones de toneladas de gas por año (MTPA) en las etapas finales del proyecto. Para 2031, YPF planea operar una planta de GNL terrestre, que permitirá aumentar la capacidad de producción en 40 mm3/d adicionales, logrando así una capacidad total de 80 mm3/d junto con otras compañías del sector.
El objetivo del proyecto no solo es cubrir la demanda interna de gas, sino también generar un superávit que permita exportaciones sostenibles en el tiempo. Esto sería un cambio estratégico para la economía argentina, que en la actualidad depende de la importación de combustibles y sufre un déficit crónico en la balanza energética.
Reunión entre Milei y TotalEnergies en busca de nuevas inversiones energéticas
El presidente Javier Milei se reunió en la Casa Rosada con Patrick Pouyanné, CEO de la petrolera francesa TotalEnergies, en un encuentro que, según fuentes del Ejecutivo, fue un primer acercamiento para explorar posibles inversiones en el país. A la reunión también asistieron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, mientras que el ministro de Economía, Luis Caputo, se ausentó para participar en un evento en la Bolsa de Comercio de Rosario.
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Javier Milei junto al CEO de TotalEnergies, Patrick Pouyann. Foto: Prensa Gobierno
Aunque el foco principal del encuentro fue la explotación offshore que TotalEnergies ya desarrolla en Argentina, en Balcarce 50 no descartan que se haya abordado de manera informal la posibilidad de que la petrolera francesa participe en otros proyectos estratégicos, como la planta de Gas Natural Licuado (GNL) que actualmente enfrenta incertidumbres debido a la posible salida de Petronas. “Se está hablando con los directivos de la empresa para que no se caiga”, señaló un colaborador del gobierno.
Además, el Ejecutivo planea reglamentar las leyes de Hidrocarburos y Concesiones, que buscan eliminar trabas para la exportación y asegurar un marco más favorable para la inversión extranjera en el sector energético. Asimismo, el Gobierno intenta acelerar las inversiones en el sector energético bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios fiscales y exenciones de derechos de importación para atraer capital extranjero.
