El peronismo había pensado otro tipo de campaña. A la hora de diseñar el rumbo de cara a las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre, imaginaban un escenario donde las discusiones tendrían que ver con la economía y la seguridad. La realidad y los escándalos en los que están inmerso el oficialismo cambiaron todo, salvo la decisión de recorrer la mayor parte del país, y de la provincia de Buenos Aires, con los principales candidatos.
En la provincia de Buenos Aires, tal como había anticipado El Observador, buena parte de la campaña se carga sobre la espalda del gobernador Axel Kicillof.
En este caso el objetivo está claro y no es una novedad. La intención es repetir los números de la elección provincial que se llevó a cabo el 7 de septiembre. Las encuestas, que siempre son una foto vieja, marcan que el objetivo aún está lejos para Fuerza Patria.
Sin embargo, en La Plata ponen paños fríos y recuerdan que más allá del número, lo que se busca es obtener la primera victoria en unos comicios legislativos nacionales en territorio bonaerense después de dos décadas de derrotas sucesivas.
La estrategia que Kicillof aplica, no varía respecto de lo que fue la campaña provincial, se fundamenta en mostrar gestión como principal arma electoral. El mandatario traslada esta línea política en permanentes actividades territoriales, un sello de su gestión donde ya visitó los 135 distritos bonaerenses.
Recorridos por fábricas, inauguración de obras en clubes de barrio, casas de la provincia y entrega de escrituras de viviendas componen la temática con la cual el gobernador se embandera en su gestión para hacer campaña.
Producción y territorio
Más allá de los escándalos y la agenda que marcan los medios nacionales, la campaña bonaerense sigue debajo del radar. El ritmo no aminora. Después de una semana enfocada en municipios del conurbano, el gobernador vuelve al interior.
Fuentes oficiales confirman su presencia en Mar del Plata, ciudad donde Fuerza Patria perdió en septiembre. Allí, Kicillof desarrolla una agenda 100% productiva, visitará tres compañías radicadas en el parque industrial de la Ciudad Feliz.
La comitiva oficial recorrerá la empresa proveedora de papas congeladas Lamb Weston, la fábrica de la heladería Lucciano’s (que genera alrededor de 320 empleos directos) y el predio de Norgreen SA, fabricante de medicamentos inyectables.
La ausencia de Javier Milei, la presencia de Axel Kicillof
El juego también está en los contrastes. La ausencia de Javier Milei en la campaña, por lo menos por ahora, y la ausencia de presencia del Estado Nacional se ponen sobre la mesa. El gobernador utiliza su rol para establecer un marco de diferencias con el Gobierno nacional.
En ese contexto, Kicillof apuesta a destacar el rol de los intendentes frente al “abandono” del Estado nacional. El mandatario provincial pone como eje que, en esta circunstancia, los municipios suplen la falta de gestión nacional en áreas como educación, salud y seguridad.
En ese marco, y durante su participación en la asamblea de la Federación Argentina de Municipios (FAM), Kicillof expresó que los intendentes juegan un papel fundamental en este contexto complicado, donde todo el país sufre las consecuencias de políticas de un Gobierno que no cree en el federalismo.
Cohesión interna para la victoria y la mirada más allá de las legislativas
A pesar de las tensiones internas, el foco permanece en conseguir una victoria contundente el 26 de octubre. Durante la semana, el gobernador y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, concretaron un encuentro tras más de 100 días. Aunque la comunicación fue escueta y no incluyó foto, conversaron sobre la estrategia para ganar las elecciones.
La campaña se mantiene sobria y sin sobreactuación. La apuesta también es alentar a que la gente vaya a votar y hacer docencia sobre el nuevo sistema de votación. Desde el peronismo entienden que parte de la estrategia del oficialismo es desalentar la participación.
En juego no solo está el resultado de las legislativas, sino también como quedará el mapa político dentro y fuera de los partidos a partir del 27 de octubre.
En ese marco, Kicillof le pone el pecho a una campaña que pueda consolidar un triunfo determinante y sin precedentes en los últimos 20 años. Así las cosas, si Fuerza Patria logra la victoria, el gobernador deberá asumir el desafío de exportar su proyecto político fronteras afuera de la Provincia. Todo está por verse, y el 26 de octubre queda cada vez más lejos pese a que el calendario diga lo contrario.