Los dos menores presentaron hasta 12 heridas punzantes en la espalda y defensivas. Respecto al marido, registró sólo tres lesiones.
El equipo médico forense dio a conocer este jueves los resultados preliminares de las autopsias llevadas a cabo sobre los cuerpos de los cuatro integrantes de la familia Seltzer.
Según el informe al que tuvo acceso la agencia Noticias Argentina (NA) y en sintonía con la hipótesis que había cobrado fuerza en las últimas horas, Laura Leguizamón de 51 años, fue la encargada de ejecutar a su marido Bernardo Adrián Seltzer y sus hijos, Ivo e Ian, de 12 y 15 años, respectivamente. Tras perpetrar los homicidios, la mujer se suicidó.
“Primero mata al marido, luego va a la pieza. Los nenes dormían en cuchetas y uno sale corriendo herido y lo termina rematando en el comedor”, mientras que el otro hijo “quiere correr a la pieza y lo mata en el pasillo”, ampliaron fuentes del caso.
Cómo se había informado en un comienzo de la investigación, los dos menores presentaron hasta 12 heridas punzantes en la espalda y defensivas. Respecto al marido, registró sólo tres lesiones.
"La mujer tenia una lesión grande en el pecho, además tenía lesiones autoinferidas en las muñecas. En el cuello una uña clavada que fue retirada y podría ser de uno de sus hijos. Tenía pelos en las manos o pelusas mezcladas con pelos", describieron a NA.
Otro de los puntos alarmantes, y que había generado duda, fue cómo se había suicidado Leguizamón. En este sentido, los peritos explicaron que la mujer “va a la habitación, se acuesta al lado del marido, se da los cuchillazos, se arrastra y muere en el baño”.
El miércoles y tras el hallazgo de los cuerpos en el departamento de Aguirre al 200 en el barrio porteño de Villa Crespo por parte de la empleada domésticas, la Policía de la Ciudad secuestró medicamentos (una caja vacía sin blíster, de sertralina rospaw 50 mg; una caja midax 10, olanzapina 10 mg; conteniendo dos blíster con siete pastillas y un blíster con cinco pastillas) y una carta que habría sido redactada por la homicida después de la ejecución.
“Todo mal fue mucho. Los amo. Mal, perverso", se logra leer, según informaron fuentes judiciales, de manera incoherente con letra imprenta, cursiva y casi ilegible.