El escándalo por las filtraciones de audios del abogado Diego Spagnuolo generó un amplio conocimiento en la población argentina, aunque tendrá un impacto electoral limitado, según reveló una encuesta nacional. Un relevamiento de Management & Fit realizado entre el 25 y 26 de agosto pasado mostró que el 94,5% de la población argentina conoce el caso, mientras que solo el 16,2% modificaría su voto de cara a las elecciones legislativas de este año.
El estudio, que encuestó a 1.000 personas de Argentina entre 16 y 75 años con un margen de error del 3,1%, expuso una paradoja característica de la política argentina contemporánea: alta reprobación moral combinada con estabilidad electoral.
Diego Spagnuolo, abogado cercano al presidente Javier Milei y ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), protagonizó un escándalo mediático tras la filtración de audios donde se mencionan presuntos hechos de corrupción y manejos irregulares en el Gobierno nacional.
Gravedad percibida pero impacto electoral acotado
Los números del relevamiento evidencian que el 73,2% de los consultados considera que lo sucedido es "muy grave" o "algo grave". Sin embargo, esta percepción crítica no se traduce en consecuencias electorales: el 82,6% de los encuestados afirmó que el caso no modificará su voto en los comicios legislativos.
La percepción de gravedad presenta variaciones demográficas significativas. Las mujeres muestran mayor crítica hacia el caso, al igual que las personas con nivel educativo alto. Por el contrario, los menores de 40 años y quienes tienen nivel educativo medio y bajo tienden a minimizar la gravedad del escándalo.
Entre quienes sí podrían cambiar su decisión electoral, las mujeres duplican a los varones: el 20,9% de las consultadas frente al 11,6% de los hombres manifestó que podría modificar su voto a partir de este episodio.
La credibilidad de las denuncias también alcanza niveles considerables: el 59,2% de los encuestados considera que los audios y los hechos denunciados son verdaderos. Dentro de este grupo, el 52,9% cree que existe "un entramado de corrupción en la gestión", mientras que el 6,3% interpreta que se trata de "una interna dentro del propio gobierno".
Responsabilidades distribuidas en el núcleo oficialista
La asignación de responsabilidades por el escándalo no recae sobre una figura única, sino que se distribuye entre varios referentes del oficialismo. El 26,8% considera que la principal responsabilidad corresponde a "toda la gestión de gobierno", mientras que el 24,5% la atribuye específicamente a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario.
Los hermanos Eduardo "Lule" y Martín Menem, diputado nacional y vicepresidente de la Cámara de Diputados respectivamente, también aparecen señalados por el 10,2% de los consultados como principales responsables.
Cuando se evalúa el nivel de responsabilidad individual de las figuras clave del Gobierno, los porcentajes se incrementan significativamente. Karina Milei concentra el mayor nivel de responsabilidad con el 64% (sumando "mucha" y "algo" de responsabilidad), seguida por los hermanos Menem con el 62,8% y el propio presidente Javier Milei con el 59,7%.
El propio Spagnuolo es señalado como principal responsable por apenas el 13,9% de los encuestados, mientras que el 20,6% atribuye la responsabilidad a "grupos opositores a la gestión".
Demanda de transparencia sin consecuencias políticas
Uno de los datos más contundentes del relevamiento es la demanda generalizada de explicaciones públicas. El 81% de los consultados considera que Milei debería dar respuestas públicas sobre el escándalo, y dentro de este grupo, el 61,3% cree que debería hacerlo "de manera urgente".
Esta demanda de transparencia trasciende las líneas partidarias, aunque con matices. Entre quienes aprueban la gestión nacional, el 43,7% considera que el presidente debería brindar explicaciones, mientras que para el 41,4% de este segmento no sería necesario. En contraste, el 96,5% de quienes desaprueban la gestión reclama respuestas públicas urgentes.
El impacto en la confianza hacia la gestión nacional también presenta divisiones. El 56,1% de los encuestados afirmó que el caso repercute en su nivel de confianza hacia el Gobierno de Milei, mientras que el 42,8% sostuvo que no produce cambios en su percepción.
Nuevamente, las diferencias de género resultan significativas: las mujeres muestran mayor impacto en su confianza (repercute en el 60,8%) comparado con los varones (53,4%).
El fenómeno de los "escándalos sin consecuencias"
Los resultados del estudio reflejan un patrón que se ha consolidado en la política argentina contemporánea: la capacidad de los escándalos para generar reprobación moral sin traducirse en costos electorales significativos.
Esta dinámica podría explicarse por varios factores. En primer lugar, la consolidación de bases electorales que mantienen su adhesión independientemente de las controversias. El estudio muestra que quienes aprueban la gestión tienden a minimizar la gravedad del caso o atribuir la responsabilidad a "grupos opositores".
Por otro lado, existe una posible "normalización" de las controversias políticas, donde los votantes ajustan sus expectativas y procesan los escándalos como parte del funcionamiento habitual del sistema político.
El fenómeno también podría reflejar un pragmatismo electoral donde los ciudadanos separan su evaluación moral de los hechos de su decisión de voto, priorizando otras consideraciones como la gestión económica o la falta de alternativas políticas convincentes.
Sobre la filtración de los audios, el 31,7% de los consultados atribuye la responsabilidad al peronismo/kirchnerismo, seguido por el 15,7% que la adjudica al macrismo. Solo el 10,6% menciona a Santiago Caputo o "Las Fuerzas del Cielo" como responsables de la difusión.