26 de agosto 2025 - 20:21hs

En la práctica, el mensaje salió de la Casa Rosada con dos destinatarios de peso: "no se toca a los Menem". Quien la dijo no fue la secretaria General, Karina Milei, sino directamente el jefe de Estado que no está dispuesto de dejar que salgan de su administración a quienes considera como dos piezas clave. “No vamos a dejar sin apoyo a Lule y a Martín, que son top 7 de los funcionarios del Gobierno, por una causa en donde todavía no hay ni una sola prueba”, le dijo a El Observador una fuente con acceso al despacho presidencial.

Javier Milei blindó a Martín Menem y a Eduardo "Lule" Menem

La Casa Rosada, de acuerdo a lo que reconstruyó este medio, todavía no encontró una respuesta a la pregunta de cómo seguir con la campaña de cara a las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Ya nadie mira por estas horas los comicios nacionales, sobre todo ante la certeza de que durante los próximos días habrá más revelaciones sobre la denuncia por el presunto esquema de coimas que había con la compra de medicamentos para el ANDIS.

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Javier Milei ordenó blindar a Martín Menem y a Eduardo

Javier Milei ordenó blindar a Martín Menem y a Eduardo "Lule" Menem tras los audios de Diego Spagnuolo.

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El expediente, alojado en Comodoro Py, gira sobre presuntas coimas vinculadas a prestaciones y provisión de medicamentos. En los audios atribuidos al ex titular de ANDIS, aparece mencionada la droguería Suizo Argentina y se apuntan responsabilidades políticas que el oficialismo rechaza de plano. Por estas líneas de investigación, se dispusieron múltiples medidas de prueba y nuevas citaciones.

En la Rosada, el blindaje no es solo una defensa pública: es un dique para que la crisis no arrastre la arquitectura política que sostiene la campaña. Lule es quien, teléfono en mano, coordina intendentes, candidatos y fiscales; Martín, el que pone la firma para que el tablero legislativo no se desacomode. Si ellos caen, se deshilacha el relato de orden. Por eso el propio Javier Milei decidió que no se hable más del tema Spagnuolo hasta que se tenga más claro el panorama judicial.

Javier Milei

La defensa a los Menem y la campaña de La Libertad Avanza

La estrategia de comunicación tuvo curvas. Primero, silencio calculado: “el Gobierno no hará referencia al escándalo hasta que Spagnuolo hable públicamente”, filtraron. Luego, con la agenda incendiada, aparecieron defensas explícitas y recorridas mediáticas para negar el contenido de las grabaciones y denunciar “una operación” antes de las urnas.

Martín Menem eligió el camino del todo o nada: “Pongo las manos en el fuego por Lule y por Karina Milei”, dijo, al tiempo que aseguró que, más allá de la autenticidad técnica de los audios, “el contenido es falso”. La idea se repitió en entrevistas y posteos del propio Lule, que habló de una “burda operación del kirchnerismo”.

En paralelo, Milei cerró filas en torno a su hermana y a su mesa política. El Presidente leyó los audios como una maniobra para dinamitar la campaña en la recta final y envió un dato hacia adentro: no habrá sacrificados preventivos. “El que tenga algo que explicar, que lo haga en Tribunales; nosotros seguimos gestionando”, sintetizan en su entorno.

La estrategia de La Libertad Avanza para contener el caso Diego Spagnuolo

El oficialismo también tomó nota del costo reputacional. El caso toca fibras sensibles, discapacidad, medicamentos, contrataciones, y obliga a calibrar el discurso anti casta para que no se vuelva en contra. La orden, entonces, tiene dos capas: blindar personas y blindar narrativa. De allí que la instrucción incluya a ministros y voceros: mensaje unificado, sin improvisaciones ni off contradictorios.

La oposición, por su parte, busca arrimar prueba documental y mantener el tema en tapa. En LLA responden con la calculadora electoral en mano: dicen que el votante duro no se mueve por audios y que el resto se define por bolsillo. De todos modos, aceptan que la agenda judicial puede horadar si aparecen evidencias nuevas en el análisis forense del celular.

Karina Milei
El protagonismo de Karina Milei es tan evidente que superó al propio Presidente en términos de atención pública.

El protagonismo de Karina Milei es tan evidente que superó al propio Presidente en términos de atención pública.

Karina Milei se suma al blindaje hacia los Menem

En ese tablero, la resolución judicial será un punto de inflexión. Si el peritaje confirma inconsistencias o ediciones, el oficialismo intentará pivotear hacia el “caso testigo” de operaciones políticas. Si, en cambio, la fiscalía encuentra trazas de un circuito de beneficios indebidos, el blindaje deberá mutar a contención de daños. Por eso el Presidente ordenó sostener a los Menem y, al mismo tiempo, acelerar auditorías internas.

En el círculo chico describen el día a día como “gestión de crisis con campaña encima”. No hay margen para improvisar: Lule sobre la ruta, Martín en el recinto, y Milei concentrado en mostrar resultados, con el manual de crisis abierto en la primera página: cerrar filas, no ceder terreno simbólico y dejar que los tiempos de la Justicia digan la última palabra.

Mientras tanto, el comando libertario se impone una regla vieja como la política: en la tormenta, se cuida a los que sostienen el mástil. Blindar a Lule y a Martín no es solo una apuesta por personas; es, sobre todo, una apuesta por preservar el ecosistema que La Libertad Avanza necesita para atravesar la elección con el menor daño posible.

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