A pesar de que con el aumento del dólar se ha evidenciado un descenso en el turismo en Argentina, hay un tipo específico de visitas que continúa creciendo: el turismo de salud.
Según informó la Cámara Argentina de Turismo Médico (CATM), en Argentina se atienden 25.000 extranjeros al año. El 60% viaja para realizarse tratamientos curativos, y el 40% restante para pasar por cirugías estéticas, según se lee en el reporte consignado por el medio IProfesional.
El sector genera alrededor de 300 millones de dólares anuales, con Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Bariloche, Salta y Mendoza como los principales destinos elegidos. El 75% de los visitantes son de países vecinos como Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia y Perú, pero también llegan personas de Centroamérica y Estados Unidos.
Desde la cámara entienden que uno de los principales atractivos del turismo de salud son los bajos costos en comparación con otros países.
Cristian Zaninovich, cofundador de la clínica estética Dept, marcó que mientras una cirugía mamaria cuesta US$ 15.000 en Estados Unidos, en Argentina ronda entre los US$ 5.000 y los US$ 6.000. Un lifting facial vale US$ 5.000, cuatro veces menos que en el país norteamericano, mientras que una lipoaspiración puede costar cerca de US$ 4.800 cuando en el extranjero alcanza los 12.000 dólares.
"La Argentina sigue siendo competitiva en materia de salud, especialmente si la comparamos con Estados Unidos y Europa, donde las cirugías plásticas se han convertido en un privilegio solo accesible para personas de mucho poder adquisitivo", comentó Carolina Prada, la otra cofundadora de Dept.
Otra de las ventajas que ofrece el turismo de salud argentino es que las clínicas ofrecen paquetes turísticos junto con las operaciones.
"La idea es que el paciente disfrute de unas vacaciones perfectas, añadiendo al viaje la intervención que necesita, sin sentir que está destinando todo el presupuesto solo a la cirugía", marcó Zaninovich.