El sindicato de funcionarios de la Biblioteca Nacional de Uruguay (BNU) expresó este martes su sorpresa ante la decisión de las autoridades de cerrar al público hasta nuevo aviso debido a una "crisis" en la institución.
"No hay riesgo de vida, no hay peligro de que caiga nada, ni de que haya un derrumbe", dijo Luigi Bazzano –dirigente de la Asociación de Funcionarios de la BNU– a Subrayado pero apuntó que sí existen "problemas serios".
"El edificio está en mal estado. Las colecciones, que es lo más importante, están en mal estado y corren riesgo porque están afectadas por problemas de humedad y de plagas. En los depósitos de diarios no funcionan todos los deshumidificadores, no funciona la climatización y hay ratas, cucarachas, arañas y sobre todo el pez de plata, que es el principal enemigo del papel”, sostuvo.
Bazzano aseguró que a los trabajadores de la BNU les "sorprendió muchísimo" la decisión. "No nos avisaron a los trabajadores, no le dijeron nada al sindicato, pero no le dijeron nada a los jefes y a los encargados de las secciones, que son los que mantienen viva y funcionando la Biblioteca Nacional”, agregó.
20240906 Limpieza y reacondicionamiento de la fachada de la Biblioteca Nacional. IG
Foto: Inés Guimaraens
El trabajador aseguró que no hay un plan de obras de cara al futuro de la institución. “Debían haber llamado previamente a los técnicos y profesionales para que hagan un diagnóstico exacto de cuáles son las obras que hay que realizar para después saber cuánto tiempo va a llevar y qué inversión necesita, porque hoy la Biblioteca no cuenta con los rubros necesarios”, agregó. Además, consideró que "la Biblioteca es una cenicienta".
"Nuestro principal reclamo es el ingreso de funcionarios. Somos menos de 50 y el 40% tiene causal jubilatoria, entonces el futuro de la biblioteca es negro. Hay 62 vacantes, ¿por qué no se llenan?”, expresó.
En este sentido, aseguró en entrevista con Canal 5 que el próximo miércoles tendrán una reunión en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) –solicitada antes del anuncio del cierre– para trata los "problemas de personal" y "la mala retribución que tienen los pocos funcionarios que están trabajando".
“La directora mostró hasta sorpresa por el estado de la Biblioteca Nacional, que es realmente caótico. Ahora: se lo dijimos a principios de febrero a las autoridades entrantes”, aseguró. El vocero señaló que durante la transición se reunieron con las nuevas autoridades del Ministerio de Educación y de la Biblioteca Nacional y entonces se hizo un "pormenorizado informe del estado de situación".
"¿Tres meses después de haber asumido recién se dan cuenta de que están sentados arriba de un polvorín?”, preguntó.
La biblioteca cerrada al público
Este lunes, en el marco del Día Nacional del Libro y el aniversario de la Biblioteca Nacional, su nueva directora, Rocío Schiappapietra, anunció que desde este martes la biblioteca permanecerá cerrada al público por un período de tiempo indefinido, dado que tiene una "crisis estructural" y de "usabilidad".
Además señaló que se deben encontrar soluciones urgentes para resolver un "caos organizacional" con varios "conflictos internos" vinculados.
"Queremos que vuelva a ser una Biblioteca de puestas abiertas, un acervo seguro, y queremos que vuelva a vivir, que vuelva a tener gente", dijo Schiappapietra en la conferencia, en la que también estuvo el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía.
El anuncio de Schiappapietra motivó que su antecesor en el cargo durante la última administración, el escritor Valentín Trujillo, publicara una carta dirigida a la opinión pública en el que considera que la decisión "lamentable" y que demuestra "inoperancia" y una dirección que es un "experimento improvisado".